30 Days of Baffy!

「🐇」Día 5 - Primer "Te amo".

Para Daffy, ser una persona insegura, era algo que estaba integrado a su personalidad.

Bien se lo había dicho Tina, su ex novia; "Eres inseguro, raro y de seguro lloras todas las noches antes de dormir".

Y, oh, vaya que lo hacía.

Las noches en las cuales se le dificultaba dormir gracias a sus recuerdos (que, para su desgracia, no eran nada gratos), los más pesados, a su parecer, eran en secundaria.

Tantas personas y todas burlándose de su apariencia;
De su pico, de sus dientes, de su ropa, de su ceceo...

Y siempre acababa el sueño igual; acorralado en una esquina, con dedos apuntándolo y riéndose de él.

Algo sumamente terrible que, a pesar de ser recurrente, no terminaba de acostumbrarse.

Justo cuando pensó que la pesadilla no podía ser peor, aparecieron ellos; sus padres.

"- Eres solo una carga, por tu culpa nuestras vidas se arruinaron, Daffy." Gritaba su madre.
"- Gracias a ti necesitamos estar ebrios para soportarte, y no eres más que un malagradecido."

Por favor, suficiente.

A pesar de visualizarse en el mundo onírico como un adulto, sintió encogerse, tapándose la cara con las manos, sintiendo cómo las lágrimas brotaban de sus ojos.

Sus progenitores comenzaron a alejarse, dándole la espalda.

- ¡Por favor, no se vayan!- Exclamó, llorando.- ¡Seré un buen pato, no me dejen!

"- Pobre de quien se cruce en tu camino, Daffy". Dijeron al unísono.

Daffy...
Daffy...
¡DAFFY!

Un agitado pato se despertó, sintiendo cómo la cabeza le daba vueltas y las manos le temblaban; miró a todos lados, encontrándose con Bugs, quien lo miraba, asustado.

- ¿Que... Qué pasó?- Preguntó, confundido.- Estaba durmiendo, yo...
- Te desperté, estabas moviéndote mucho y sollozando, Daffy...
- ¿En serio...?- Murmuró.- Oh, yo... Lo siento.

Se acomodó en la cama, bajando la cabeza.
Otra vez ese maldito sueño.

Preocupado por su novio, Bunny posó su mano sobre la espalda ajena, acercándose y acariciándola.

- ¿Quieres contarme lo que soñaste?

Con nerviosismo, negó con la cabeza.

- No quiero recordar esos tiempos, Bugs...- Habló, apenas audible.- La secundaria, mis padres...

El conejo hizo más estrecho el espacio, recargando su cabeza sobre la otra.

- No sé cuál haya sido ese sueño, pero puedo asegurar que nada de eso se volverá a repetir, Daffy...
- No lo entiendes, jamás te has sentido rechazado ni estado solo.- Nuevamente, esa sensación húmeda sobre sus ojos.- Ni te han hecho de lado por tener las necesidades de un bebé, tú eres perfecto.

Bugs se separó del abrazo y pasó a tomarlo de las manos, mirándolo a los ojos.

- Tal vez no lo entienda, pero sé que tú no te merecías eso.- Aseguró.- Y por la secundaria, creo que fueron insensibles y, si hubiera asistido a ella, me habría encantado estar contigo.

La cabeza de Duck se levantó poco a poco, mostrándole a Bunny algo que jamás creyó ver;
Un Daffy vulnerable; ojos llorosos, una mueca en el pico y claros signos de estar sintiéndose mal emocionalmente.

- Daffy, yo...- Tragó en seco.- Yo realmente te amo.

Escuchar esas palabras, para el pelinegro sin duda alguna fueron... Mágicas.

No solo eran una composición de palabras; era básicamente todo lo que ansió escuchar durante tanto tiempo, y que alguien tan importante para él como lo era ahora su novio las pronunciara, fue, bueno... Hermoso.

Sin poder resistirse, abrazó con fuerza al conejo, restregando su cara contra su pecho, soltándose a llorar, sensible por lo anterior acontecido.

- Te amo, te amo tanto...- Murmuró, perdiendo la pena.- Eres lo mejor que me ha pasado, me aterra perderte, Bugs...

Las manos de Bunny acariciaron la espalda ajena, dejando un beso sobre su frente.

- Jamás me perderás.

Cerró los ojos, sonriendo.
Era todo lo que necesitaba y más.