30 Days of Baffy!

「🦆」 Día 30 - Envejeciendo juntos.

Para Daffy y Bugs, la vida era... Extraña.

A pesar de que se conocieron de manera única y su relación fue desarrollándose de manera poco convencional, las decisiones que los habían llevado a terminar como lo hicieron, fueron, sin duda alguna, las mejores que pudieron haber tomado.

Los momentos que vivieron juntos, las palabras que intercambiaban y las miradas que se dedicaban eran tan especiales para los dos que intentar describirlas era imposible.

Le impresionaba lo rápido que pasaban los años para dos especies que se pensaban inmortales; sin embargo, provocaba en Bugs sentimientos positivos.

Y en ese momento, solo quería descansar.
Afuera de su casa, disfrutando del hermoso viento de Otoño.

Conmovido por los pensamientos que giraban en torno a su matrimonio con el pato, Bugs suspiró, moviéndose en la mecedora de madera, sintiendo cómo su cadera dolía gracias al tiempo que había pasado limpiando su habitación.

Escuchó un par de pasos y sonrió
Sabía de quién se trataba.

— Llevamos casados casi cincuenta años y aún no entiendes que amo la avena caliente, no fría.— Daffy tomó asiento a su lado.— Me siento como un anciano comiendo estas cosas.

Bunny giró los ojos y suspiró.

— Somos unos ancianos, Daffy.— Contestó.— Tenemos setenta años.

— Los tendrás tú.— Tomó una cucharada de su comida.— Yo sigo teniendo veinticinco espiritualmente.

El conejo soltó una risa, dándole la razón.
A la larga, había aprendido a ser condescendiente con su esposo.

Sintió la mano de su marido sobre la suya; lo miró, notando un rubor en sus mejillas.

— Nunca creí que llegaría a envejecer contigo...— Murmuró el pato.— De hecho, nunca pensé que llegaría a envejecer.

Bugs se encogió de hombros, volteando su mano, entrelazando sus dedos contra los de Daffy.

— Yo menos, pero si te soy sincero, no cambiaría nada.— Dejó caer su cabeza sobre el hombro ajeno.— Estoy feliz de que las cosas hayan resultado así.

Enternecido por sus palabras, Duck asintió y suspiró, haciendo más fuerte el agarre de su mano.

— Yo también.

Con su pico besó la sien de su amado, mirando el hermoso atardecer que se ocultaba a la lejanía, sintiendo cómo los latidos de su corazón cesaban lentamente y sus ojos se cerraban.

Lo último que recordó antes de perder la conciencia, fue su vals de bodas junto a Bugs Bunny, abandonando el mundo con una sonrisa en su maltratado pico.

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ahhhHHhHH
Llegamos al final del reto!

Debo admitir que me siento culpable por haberlo terminado de manera relativamente trágica, pero, vamos; ya estaban viejitos, uno de ellos tenía que partir (?)

¡Muchas gracias a quienes me acompañaron en este mes! Por favor esperen más, pienso darle más material a este hermoso ship

¡Sandía fuera! 💖