「🦆」Día 10 - Mañana perezosa.

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Despertar en la mañana con Bugs era algo extraño.

Y no es porque Daffy fuera un flojo que amaba pasar dormido la mayor parte del día, sino por las cosas que hicieron la noche anterior.

Caricias, besos, suspiros, palabras que solamente le diría a él... Un sinfín de emociones que invadían su cuerpo tan solo de recordar la manera en la que hacían el amor.

Gracias al excelente descanso por el cansancio de la actividad con su amante, logró madrugar; abrió los ojos y observó a Bunny, sonriendo de manera inconsciente al notarlo así; tan pacífico y luciendo como un completo adonis.

"Debería hacer algo por él..." Pensó.

Le llegó una idea.
Se levantó de la cama y tomó su teléfono, dándole una última mirada a su novio, sintiéndose flechado como la primera vez que lo vio al despertar a su lado.

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Las 9:00 AM y las cosas en la cocina no podrían marchar mejor; ¡Incluso se había tomado la molestia de colocar su playlist favorito para inspirarse! Siendo Mitski, una de sus favoritas.

Caminó hasta la estufa, cuidando de sus panqueques y huevos estrellados, para evitar que estos se quemaran o pasaran de cocción. 

Para Daffy, era imposible no divagar mientras hacía sus cosas; aún no terminaba de creerse que estaba saliendo con quien era su mejor amigo; sabía perfectamente que tenía tendencias homosexuales, pero, ¿Hacerse realidad? Era increíble.

Más aún con alguien como Bugs.

Dirigió su mirada al sartén con los esponjados hot cakes y una vez estuvieron listos, sacó un par de platos del lavaplatos y colocó tres sobre estos, seguido de los huevos que, para su suerte, ya estaban.

— De seguro amará este desayuno...— Murmuró.

Mientras caminaba a la cafetera, escuchó un par de pasos y sonrió.
Era él.

— Buenos días, Daffy...— Saludó su novio, tallándose la cara.— ¿Por qué estás despierto?
— Bueno... Tú sabes, anoche fue... Intenso.

El color rojo se apoderó de su rostro.

Sirvió el café en una taza y, con el plato en la otra mano, dejó los alimentos sobre la mesa.

— Soy un gran cocinero, espero estés agradecido por mis servicios.— Dijo, orgulloso.— Tengo mejor sazón que Gordon Ramsay.

Dio una rápida mirada a su pareja, quien, para su felicidad, sonrió.

— Es muy dulce de tu parte, Daffy.— Tomó asiento.— Eres muy lindo.

Nuevamente el rojo lo invadió.

— Es... Son cosas de novios, no es nada.— Volvió a la cocina y esta vez, tomó su propio plato y un jugo de naranja que había servido apenas hace unos minutos.— Creo que está bien hacer esto de vez en cuando, ¿No?

Dejó los platos y volvió por un par de tenedores, dándole el otro a su pareja.

— Definitivamente.— Llevó la taza a su boca, tomando con gusto la bebida.— Justo como me gusta, ¿Cómo lo supiste?
— Por favor, Bugs, soy el mejor novio del mundo.

Bunny sonrió, enternecido.

— Lo eres.

Bugs comenzó a comer, mientras que Daffy observó sobre el hombro de su novio cómo Speedy le guiñaba un ojo y levantaba sus dos pulgares, sonriente.

¿Qué habría hecho sin ese ratón?

30 Days of Baffy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora