Por más que adorara salir con su auto de desfile, Daffy debía aceptar que, para la ocasión, no era lo más sensato.
Y es que, al ser el debut de Porky como un intérprete de ópera profesional, el pequeño cerdo les había pedido ir de etiqueta y, sabiendo su relación con Bunny, le pidió especial atención a la vestimenta de él.
Cuando creyó que lo tenía todo previsto, vio a su novio bajar con un gran vestido rojo que tenía como toque "extra" un poco de diamantina, haciéndolo lucir, honestamente, muy atractivo.
— Deberías estar en traje, Daffy...— Murmuró.
— ¿Por qué? Esto es elegante, no rompe ninguna regla, ¿O sí?El conejo se encogió de hombros y asintió.
Tenía razón.
Además, el rojo le quedaba de maravilla.— ¿Nos vamos, macho?
Bugs rió y asintió, ofreciéndole su antebrazo.
Duck lo tomó, encantado.— Qué caballero.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Okay, ¿Cómo es que habían llegado a esa situación?
Hace unos minutos estaban cantando al son de Taylor Swift, y ahora estaban estancados en un bosque.
¡¿Cómo era eso posible?!Mientras Bunny salió del auto en busca de señal para poder comunicarse con Porky, Daffy se miraba en el espejo que guardaba en su bolso de mano, asegurándose de que su atuendo no estuviese arruinado por el bullicio que hizo con su amante.
— ¡Maldita sea, nada!— Exclamó, entrando al auto, suspirando.— Creo que nos perderemos el debut de Porky.
Daffy se encogió de hombros.
— Tampoco es el fin del mundo, Bugs.— Se acomodó en el respaldo.— Aunque si te soy honesto, quería que todos me admiraran en este vestido, ¡No lo compré para tenerlo ahí guardado!
El conejo acarició el hombro de su novio, sonriéndole.
— Al menos algo bueno salió de esto, salimos juntos y nos arreglamos, ¿No?
El rostro del pato se ruborizó y desvió la mirada, apenado.
— Su... Supongo.— Salió del auto.— ¿Sabes? Siempre quise bailar usando un vestido, pero Tina nunca me llevó a un baile por su trabajo, ¿Puedes creerlo?
Bunny giró los ojos. Sabía lo demandante que podía llegar a ser su pareja.
Sin embargo, salió también, tomando su celular antes dé.Era un escenario único y hermoso, después de todo, ¿Para qué desperdiciarla estando dentro de un coche?
Una noche fría de verano en la que las estrellas y la Luna querían ser los protagonistas; ¡No podía haber escogido un espectáculo nocturno más perfecto!— Pues, no será el mejor salón para bailar, pero...
Abrió la aplicación para colocar música y reprodujo su favorita del momento y que -creyó- iba a la perfección con el momento; Wildest Dreams.
Subió el volumen al máximo y dejó el teléfono en el capó del auto.Se acercó a él, ofreciéndole su mano.
Conmovido y sonrojado, Duck la aceptó y llevó su mano hacia la espalda ajena, sintiendo cómo su novio sujetaba su cintura.
Oh, todo un casanova.La música sonaba y, los pequeños sonidos de grillos y cantos de búhos añadían magia a la peculiar escena.
Guiado por los pasos del conejo, se perdió en sus ojos, admirando lo hermosos que eran; ¿Cómo es que nunca antes se dio a la tarea de observarlos?
— Me gustas mucho...— Confesó sin pensarlo.
Impresionado por las palabras, esta vez el ruborizado, fue Bugs.
— Tú a mí, Daffy.— Contestó.— Nunca me lo habría imaginado, pero estoy muy feliz de que las cosas hayan resultado de esta manera.
— Yo también, aunque sea raro...Bunny acercó su nariz al pico ajeno, dándole un suave beso de mariposa.
Duck correspondió, fascinado.— Deja de referirte a nuestra relación como 'rara', no estamos haciendo nada malo.— Le dedicó una cariñosa sonrisa a su novio.— Solamente estamos enamorados, no hay más.
Daffy asintió, recostando su cabeza contra el pecho de su amante, moviéndose lentamente, siguiendo el ritmo de Bugs.
Por parte del conejo, su mano se mantuvo en su espalda y su boca besó el mechón de su cabello.No se arrepentía de haberse perdido el debut de Porky.
ESTÁS LEYENDO
30 Days of Baffy!
Fiksi PenggemarUna colección de One-Shot's y Drabbles sobre el ship de los Looney Tunes; Bugs Bunny y Daffy Duck. Todos los derechos reservados; los personajes le pertenecen a Warner Bros.