30 Days of Baffy!

「🦆」Día 16 - Celos.

AU: Yandere!Bugs Bunny, si se ha de situar en alguna serie de la franquicia, sería Looney Tunes: De Vuelta en Acción.
Advertencias: Acoso, violencia implícita.

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¡Bugs no lo podía creer! ¡Daffy realmente regresaría a trabajar con él! ¡No podía con tanta alegría!

O por lo menos, así era al principio.

Gracias a sus berrinches y pláticas con Warner, el protagonismo en la pantalla para Daffy aumentó considerablemente, atrayendo así, atención de todos lados.

Incluida la femenina.

¡Y se alegraba por él! ¡En serio! Le gustaba ver que más persoas reconocieran el talento que llevaba Duck como actor.

Pero, oh, vaya.
Cuando salió con la noticia que comenzaría a salir con mujeres para así sentar cabeza, Bugs no pudo sentirse más... Molesto.

¡¿Cómo se había atrevido a hacerle esto?! ¡Él, que dio todo por su regreso! ¡¿Y así se lo pagaría?! ¡¿Con otra mujer?! ¡¿Y dónde quedaba su lugar?!

Y es que no podía evitarlo; adoraba a Daffy.
Lo espiaba siempre que le era posible.

Lo veía ir al trabajo, prepararse, ducharse... Mierda, incluso lo veía comer.

No terminaba de entender cómo alguien tan inusual había capturado su atención de esa manera; es decir, al ser la estrella de la franquicia Looney Tunes, podría tener a cualquier mujer (o coneja) que quisiera.

Pero no.
Lo quería a él, solo a él.

Mientras el pato se maquillaba para un sketch de comedia que protagonizaría con Porky, se dio a la tarea de llegar más temprano, escondiéndose entre las plantas, observándolo con atención, sonriendo cuan bobo enamorado.

—  "Es tan lindo..." — Pensó. "— ¿Por qué no puedes ser mío para siempre?"

Daffy se levantó, acelerando su corazón; ¿Lo había descubierto?
Al parecer no, simplemente, había terminado.
Se quitó la bata de baño, mostrando sus plumas negras.

— "Dios, ¿Por qué me haces esto, Daffy?"

Al verlo salir y, por ende, abandonar su camerino, caminó hasta la silla que estaba usando, tomando la bata, oliéndola y abrazándola de manera obsesiva. 

—  "Huele a él, a su esencia..." — Restregó su cara contra esta. — "Daffy, te amo tanto, ¿por qué...?"

Bajó la mirada, encontrándose con un papel que había caído del suelo.
Se agachó, recogiéndolo y leyéndolo.

"Recoger hoy a Melissa a las 10:00 PM e ir al motel XXX, llevar condones.

La dirección es: ..."

Sintió su sangre hervir.
Arrugó el papel con sus manos, furioso.
No se quedaría así.

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Las 10:15 PM y la pata aún no llegaba.
¿Y así planeaba ser su novia? Que asco.

¡Incluso había planeado todo para la ocasión!

Llevaba puesto un vestido rojo, su peluca rubia y un maquillaje digno de una modelo, ¡Ojalá Daffy pudiera verlo ahora! ¡Lo enamoraría!

Mientras esperaba en su auto estacionado frente al motel, escuchaba música, preparándose mentalmente para lo que sucedería.

Un par de luces lo alumbraron; miró hacia atrás, sonriendo al ver el auto y se hizo más grande al notar quién era la que bajaba de este.

Era ella.

Una vez que la joven bajó, suspiró.

"Es la hora".

Tomó el bolso que llevaba y abrió la puerta, saliendo del vehículo para cerrarlo y dirigirse a la rubia natural, sonriéndole.

— ¡Hola, cariño!— Exclamó.— ¿Eres Melissa, verdad?

Extrañada, asintió.

— Eh, sí... ¿Por qué? ¿Quién es usted?

Bugs se acercó, rodeándola con su brazo, estrechándola.

— ¡Soy la mejor amiga de Daffy! Puedes llamarme Brisa. — Respondió.— Él no pudo venir porque tiene exceso de trabajo, ¡Pero no te preocupes, podemos pasar la noche juntas!

Melissa dudó un poco.
Sin embargo, decidió arriesgase un poco.

— Oh, bueno... ¿Por qué no?

Bunny la encaminó hacia una de las recámaras, habiendo ya apartado una recién había llegado; no quería hacerla esperar.

— ¡Claro, linda! ¡Pasa, pasa! — Rio.— Nos entenderemos muy bien, ¡Ambas amamos a Daffy!

Melissa se ruborizó, entrando.

— Sí, lo hago...

Bugs frunció el ceño, agradeciendo que la pata tenía la mirada en la cama.

— Entra, dulzura.— Dijo, dándole un pequeño empujón, cerrando la puerta.— ¡Noche de chicas.!

Le puso seguro, acomodando el tirante de su vestido.

Sería una larga noche.

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— No puedo creer que Melissa haya sido asesinada...— Murmuró Daffy, perplejo.— No éramos nada aún, pero... Mierda, era una gran chica.

Bugs suspiró, dándole palmaditas, negando con la cabeza.

— No lo dudo, Daffy...— Tragó en seco.— Pero supongo que está en un lugar mejor, el cielo, ya sabes...

Duck abrazó a su amigo, recargando su cabeza sobre su cuello.

— Gracias por apoyarme en esto, Bugs...— Cerró los ojos.— No me arrepiento de habernos hecho más cercanos.

Las mejillas de Bunny se incendiaron y curveó su boca, acariciando su espalda.

— Yo tampoco, Daffy.

Y me aseguraré de que nadie interfiera en eso.
Así tenga que apartarlos de la peor manera.