-Despierta mi corazón- escuche que decían mientras sentía una delicada caricia en mi frente, apartando cabellos de mi cara -Ya amaneció mi niña-Que hora es?- dije sentándome asustada en mi cama viendo que ya era de día
-Son las 10, muy tarde para a lo que tú acostumbras, pero debo decir que extrañaba despertarte como cuando eras una niña- dijo Norma sonriendo
-Gracias por despertarme madrina, no se donde tengo la cabeza, tengo una reunión en 30 minutos con unos ejecutivos que quieren donar a mi fundación- dije acercándome a mi armario para sacar un cambio de ropa
-No será que tu cabeza está en ese muy apuesto joven con el que saliste ayer?- me preguntó con una sonrisa pícara -Como te fue?
-Bien- dije con una sonrisa falsa
-A ver como que nada más bien, ayer te fuiste muy emocionada y hoy parece que te fue de lo peor- me dijo sentándose en mi cama
-Madrina puedo decirte algo sin que te rías de mi?- le pregunté acercándome a ella
-Claro que si mi amor qué pasa?- me dice tomándome de las manos
-Me quiso besar- dije viendo cómo empezó a sonreír -Y es eso, yo nunca me e besado con nadie- dije mirando hacia abajo
-Ay mi vida pero eso no tiene nada de malo, eso solo significa que cada paso que des con va a ser aún más especial, claro, si consideras que este hombre es especial- dice Norma
-Si creo que es muy especial- digo sonriendo de tan solo pensar en el
(...)
Entre rápidamente a la sala de juntas que tengo alado de mi oficina, ya que voy 15 minutos tarde de la hora acordada.
-Una disculpa por llegar tarde caballeros, tuve una mañana bastante agitada- dije dejando mis cosas en la mesa
-Una dama nunca llega tarde, simplemente llega- dice Felipe levantándose esperando que yo me sienta
-Señor Montoya, no esperaba verlo aquí- dije un tanto atónita por su presencia
-Me encanta usar mi dinero para el bien, y más si una mujer tan inteligente y responsable como usted es la que está al mando- dice sentándose de nuevo
-Comenzamos señores?- dije después de aclararme la garganta
(...)
Cuando finalizo la junta despedí a todos e hice mi camino a la oficina para ordenar todos los documentos que se firmaron en la junta.
-Porque estás evitándome?- dijo una voz detrás de mi
-No estoy evitándote Felipe, era una junta profesional y tenía que comportarme de una manera profesional- dije sin voltear a verlo
- Si hice algo que te incomodo anoche, dímelo- me dice caminando hacia mi
-No es eso, simplemente, no se, me haces sentir rara- dije aun sin voltearlo a ver
-Y eso es bueno?- dijo parándose Justo detrás de mi
-No lo se- dije casi susurrando
Empecé a sentir sus dedos tocando la mía, muy gentilmente, como si fuera a romperme, y empezó a subir por brazo, causando un cosquilleo en mi estómago.
-Esto como te hace sentir?- me susurra al odio haciendo que cierre los ojos, al sentir sus labios rozar mi oreja -Sientes algo aquí?- dice para luego poner su otra mano en mi estómago rodeando mi cintura
-Si- dije con la respiración cortada -Nunca había sentido esto- susurre volteando mi cara para verlo
-Se le llama deseo- dijo rozando sus labios con mi oreja de nuevo-Yo lo sentí el primer momento en que te vi- dice viéndome a los ojos para luego bajar su mirada a mis labios -Si te beso ahora que harías?
Antes de que pudiera contestar la puerta se abrió de golpe.
-Isabelita la abuela te está buscando- dijo Erik entrando por la puerta junto con Leon
-Ujujuju interrumpimos algo?- dice Leon riendo
-No, no se preocupen yo ya me iba, nos vemos luego Isabella- dice Felipe antes de irse
Voltee a ver a los mellizos y Erik estaba serio mientras que Leon tenía esa sonrisa estúpida en su cara.
-Estás bien Isabella?- me pregunta Erik cruzado de brazos
-No la viste?, estaba pero si de maravilla, entre los brazos de ese pelele "Abrázame Felipe, bésame mi amor"- dice Leon imitándome con una voz chillona
-Cállate imbecile!!, te voy a matar!!- dije para luego correr hacia el
-Oh! Oh! Fiera oh!- dice antes de agarrarse a correr hacia afuera
-Ey tranquila tranquila- dice Erik agarrándome de la cintura
-Suéltame Erik!, lo voy a matar al infeliz!- dije mientras peleaba para que me soltara
(...)
No me soltó.
En cambio me dejo salir hasta que Leon ya estuviera en la casa, después nos fuimos nosotros ya que Doña Gabriela quería hablar conmigo. Llegamos a la Hacienda y me baje para hacer mi camino hacia mi cuarto, pero Quintina me detiene.
-Niña Isabella, Doña Gabriela la espera en el comedor- me dice Quintina
-Gracias Quintina- dije haciendo mi camino hacia el comedor, donde vi a Gabriela sentada esperándome con una taza de café.
-Hola Doña Gabriela cómo está?- dije caminando hacia ella
-Isabella estoy divinamente después de lo que escuche- dijo abrazándome
-Y que fue lo que escuchó?- dije sentándome a lado de ella
-Le traigo algo de tomar niña Isabella?- me pregunta Quintina
-Si, Quintina un té por favor- dije sonriéndole
-Enseguidita se lo traigo- dijo antes de irse a la cocina
-Isabella, ya escuche que tuviste una cita con Felipe Montoya, y me parece la mejor decisión que has tomado- dice Gabriela sonriendo
-Si, la verdad Doña Gabriela quería agradecerle por haberle hablado a Felipe tan bien de mi, el... es un hombre muy especial- dije sonriendo pensando en el
-Lo es, ese hombre es justo lo que una mujer como tú necesita, un hombre refinado, culto, conservador- dice tomándome de la mano.
-Por ahorita es solo un amigo- dije para que no se emocionara
-Bueno pero, no seamos pesimistas, quieres? Que nosotras sabemos que tienes a ese hombre comiendo de la palma de tu mano- dice con una sonrisa pícara -Yo se que eres una mujer muy conservadora, pero deberías de sacarle provecho a tu belleza.
-No cree que con mis ideas sea suficiente?- le pregunté verdaderamente curiosa
-A un hombre no le es suficiente con solo la mente querida- dice tomando de su café.
No podía hacer más que darle vueltas a su comentario, será que es verdad y el estúpido de Leon Reyes tenía razón?, será que me veo como una mujer amargada?.
Continuará...