Las ferias han llegado a San Marcos y con ellas miles de turistas que vienen a festejar, bailar, y comprar caballos.
Con ellas también han venido muchísimo trabajo en la Hacienda, clientes vienen a cada rato a querer comprar caballos y simplemente a admirar el trabajo de los caballistas.
Yo me mantenía ocupada atendiendo a toda esa gente que llegaba.
-Buenas tardes, como se están pasando, bien?- les dije a unas señoras que venían con unos clientes
-De maravilla- dicen las señoras
-Me alegro, por favor sigan divirtiéndose, están en su casa- dije antes de caminar hacia Felipe y sus amigos
-Amor si me ayudas a atender a los clientes por favor- dije interrumpiendo su conversación
-Si mi Amor enseguida voy- dice para luego seguir platicando
Estaba demasiado estresada con toda la gente que había, así que decidí hablarle a mi padrino para pedir ayuda. Pero al no contestarme decidí hablar con mi madrina.
-Hola mi Amor, como va todo?- dice Norma contenta
-Bien madrina, solo que quería ver si uno de los muchachos podía venir a ayudarme, es que me estoy viendo muy atareada con los clientes- dije esperando que dijera que si
-Que mas quisiera decirte que si, pero estamos en las mismas las dos, Juan David está trabajando fuera, los mellizos no contestan, y tú padrino fue al pueblo- dijo Norma igual de estresada que yo -Pero hagamos una cosa, ahorita llegaron unos amigos de Andrés, se ve que esto va para largo, tráete a tus clientes para acá y organizamos una reunión muy divertida, te parece?
-Madrina me has salvado la vida, en cuanto termine de enseñar lo ejemplares nos vamos para allá- dije colgando el teléfono
Camine hacia Felipe que seguía hablando con sus amigos.
-Me lo permiten por favor- dije arrastrándolo conmigo -Cuando termine de mostrar los ejemplares, vamos a ir a la Hacienda de mis padrinos a festejar, vas air conmigo?
-Ya vas a ir a meterte a esa hacienda de nuevo- dijo suspirando pesadamente
-Te recuerdo que me dijiste que te querías venir a vivir acá para verme mas, creo que desde que vivimos juntos te veo menos que antes, así que no se cual es tu problema- dije enojada
-Sabes que?, has lo que quieras, yo me voy a ir con mis amigos, tú vete a donde quieras, me da igual- dijo antes de irse de nuevo con los amigos
(...)
Cuando termine de enseñar todos los ejemplares a los clientes, los lleve a todos a la Hacienda de Juan y Norma, donde nos recibieron con música y bebidas.
-Mi niña querida!!!- grito el abuelo siendo empujado por Quintina
-Mi viejito adorado- dije caminando hacia el para abrazarlo
-Como has estado mi niña, vivo con la angustia de que algo malo te pase, allá tu sola- dijo el abuelo
-Abuelo, no estoy sola, Felipe está conmigo- dije sonriéndole
-Ah si, el pelele ese, si, es como estar sola, es más donde está?- me preguntó buscándolo con la mirada
-No vino, tenia cosas que hacer- le dije con una pequeña sonrisa
-Bueno no importa, ahora hay que pasarlo bien, Quintina!!, un Whisky plata mi y uno para Isabella!!- dice gritando
-No no no, abuelo whisky no- dije riendo
