Estaba acostada en mi cama leyendo un libro, cuando se empiezan a escuchar sirenas, y voces en la planta baja de la casa por lo que tomo mi bata y bajo las escaleras, para ver a tres oficiales a Juan David y a mis padrinos en pijama.-Que pasa aquí?- dije entrando al cuarto
-Que aquí los oficiales están acusando a mis mellizos de asesinos, cuando el muerto todavía no se enfría- me dice Juan viendo con coraje a los oficiales
-Otra vez? Creí que esto ya había quedado solucionado- dije cruzándome de brazos
-Con todo respeto señor Reyes, pero nosotros no estamos acusando a nadie, solo realizamos una inspección de rutina- dice el agente
-Que inspección de rutina no que ocho cuartos, ustedes están aquí por que sospechan y punto- dice Juan enojado
-Que chequen lo que quieran pa, que chequen lo quieran, no van a encontrar nada, mis hermanos no salieron de Hacienda en todo el día- dice Juan David
-Nosotros solo recibimos órdenes de los superiores, eso es todo- dice un oficial
En eso bajan los mellizos en pijama.
-Satisfechos?, aquí los tiene, recién levantados de las camas- dice Juan
-Estuvieron trabajando, todo el día, trabajando caballos, ya déjenlos en paz- les grito Norma a los oficiales
(...)
Cuando todo se calmó, los oficiales se fueron.
-Vallan a descansar chicos, nosotros despedimos a los oficiales- nos dice Norma, haciendo que los cuatro subamos a nuestro cuartos.
Cuando entre a mi cuarto fui directo a mi cama, cuando me acosté vi a Erik entrar y caminar como si nada a mi cama.
-Que haces salte de mi cuarto!!- le dije
-Ah, no es el mío?- dijo haciéndose el despistado
-No seas payaso, anda, salte- le dije fastidiada
-Si quieres dormimos abrazaditos para que no tengas miedo- dijo acercándose más a mi cama
-No!, salte!, salte!- dije aventándole un cojín antes de que saliera corriendo -Uff que enfadoso.
(...)
Estaba en un restaurante, cenando con Felipe, ya que me había invitado unas noches atrás pero lo rechacé por el cansancio.
-No te gusto tu comida amor?- me pregunta mirándome como juego con la comida en mi plato
-Si, está muy rica, solo que no tengo mucho apetito- dije bebiendo de mi copa
-Te encuentras bien?, me preocupas- dijo tomándome de la mano
-Estoy bien- dije acariciando su mano -Oye, mañana vamos a salir a cabalgar mi padrino, sus hijos y yo, quisieras acompañarnos?- le pregunté sonriendo
-Sus hijos?, como se llaman? Se me olvidó- me preguntó
-Es Juan David y Los mellizos Erik y Leon- dije tomando mi copa
-Los tres van a ir?- preguntó de Nuevo
-Si mi amor, por que tan preguntón?- dije riendo ligeramente
-Solo curiosidad, claro que voy contigo mi amor- dijo sonriéndome
(...)
Al día siguiente Felipe y yo fuimos a mi Hacienda temprano para poder montarnos en los caballos y alcanzar a los Reyes en la cabalgata.
Y no estuvimos caminando mucho cuando los encontramos.