Capotulo 34

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-Que hicieron?- susurré asustada al ver semejante escena frente a mi

-Isabella- dijo Leon al verme ahí parada


-Leon qué haces con eso?- dije apuntando el arma en su mano, rápidamente cerré la puerta detrás mío -Que está pasando?

-Isabella, yo no hice nada tienes creerme, yo no lo hice, yo no lo hice- dice Erik caminando hacia mi para abrazarme -Yo no lo hice- susurra con la voz temblando

-Algo está mal con esto- dice Leon viendo el cartucho de las balas

-Guárdalo!!!- le grita Erik a Leon


-Ey!!, están bien?- se escucha la voz del abuelo afuera de la puerta

Los mellizos se relajaron rápidamente y fueron a abrir la puerta.

-Que haces despierto a esta hora?- le pregunta Leon al abuelo

-No podía dormir sin saber que rusted estaban bien, puedo seguir?- dice el abuelo

-Si claro adelante- dice Leon dejándolo pasar

Por lo que yo tomo el bolso que tiene el arma y lo escondo abajo de la cama, antes de que el abuelo entre.

-Los oí discutir, estaban peleando- dijo en afirmación en lugar de pregunta

-No, no abuelo, estábamos compartiendo un trago- dice Erik con la voz temblorosa -Quieres uno?

Los dos se sentaron en una de las camas, mientras que yo me mantuve parada caminando hacia el fondo del cuarto, sin dejar de pensar.

-Eso no se pregunta, y pueden ser 50, si es para celebrar que están bien, estaba muy preocupado por ustedes- dice al abuelo recibiendo el trago -Tu no tomas con nosotros hija?- me pregunta el abuelo a lo que yo niego con la cabeza sin ser capaz de contestar por el nudo en la garganta -Qué te pasa? Estás temblando- dice viendo a Erik

-No yo estoy bien, estoy perfecto abuelo- dice Erik disimulando una sonrisa

-Mira Erik, eres un muchacho muy fuerte y no tienes de que preocuparte, pero ahora si podré dormir bien sabiendo que no están en peligro- dice el abuelo antes de tomarse su trago

-Y quien te dijo que estábamos en peligro abuelo?- preguntó Leon

-Mis sueños- dijo el abuelo haciendo que volteara a verlo, los mellizos decidieron tomarse su trago de una -Los vi siendo muy pequeños, expuesto a un peligro de muerte, pero bueno ese momento malo ya pasó, brindemos por eso, mis cafresitos- dijo alzando su trago para luego beberlo de una


(...)

Erik ya se encontraba en su cuarto profundamente dormido, después de unos cuantos tragos pudo relajarse, cediendo al sueño.
Mientras yo me encontraba en el cuarto de León, sentada en su cama, al tiempo que el caminaba en círculos.

-No tenías derecho de encerrarme en mi casa- dije cruzada de brazos sin voltearlo a ver

El dejo de caminar y volteo a verme, mirándome como si me hubiera vuelto loca.

-Y que querías que hiciera? Ah?, te conozco, hubieras llegado ahí con nosotros y te hubieras metido en el medio de todo el desastre- dice fastidiado

-No, lo que hubiera hecho era detenerte a ti y al desenfrenado de tu hermano de cometer semejante locura, eso es lo que hubiera hecho- dije parándome de la cama -Antes estaban siendo incriminados por el asesinato de un hombre, ahora tienen otro que probablemente si asesinaron!!!- dije alterada

-Baja la voz!- me dijo frustrado -Erik dice que no disparó, y el cartucho esta lleno

-Pero estuvieron ahí Leon, es que no puedes dejar de meterte en problemas?- dije al borde de las lágrimas

-Y a ti eso que te importa, son asuntos míos y de mi hermano- dijo Leon acercándose a mi

-Son míos desde el momento en que estamos juntos!- le grite sin pensar

-Pues ya no más!!- me grito de vuelta, yo me cubrí la boca para no dejar salir un sollozo

Al analizar lo que el mismo dijo se le salieron las lágrimas y se sentó en su cama, tomando su cabeza con sus manos frustrado.

-No puedo seguir metiéndote en tantos líos- lo escuche decir llorando -No puedo

-A mi eso no me importa, yo voy a seguir a tu lado, no importe que?- llore volteándolo a ver

-Es que no entiendes mujer?, ah? Yo no puedo tenerte amarrada a mi lado con tantos problemas que tengo- dijo parándose y tomándome de la cara -Ahorita dices eso, pero cuando esté entre rejas- dijo y yo rápidamente lo interrumpí

-No digas eso Leon- dije asustada

-Si, si por que puede pasar- dijo sin soltarme la cara -Puede qué pase y yo no te quiero tener ahí martirizada, llorando por mi

-Estás siendo muy injusto conmigo Leon- dije sin creer que me esté dejando

-No, injusto fuera si te tuviera con una venda en los ojos, pero hago esto por que quiero que seas feliz- dijo juntando nuestra frentes -Y yo se que conmigo no lo vas a ser

Me camino hasta la puerta para luego cerrarla en mi cara, sin dejarme decir otra palabra, sin dejarme reprochar. Se acabo.


(...)


En cuanto amaneció no dude ni un segundo en irme de esa casa, no quería ver a Leon ni en pintura, sabía que era capaz de lanzarme en sus brazos y suplicarle que no le dejara. Pero no me iba a permitir a mi misma doblegarme de esa manera.

Llegue a mi casa y me encerré en mi habitación sin dejar a Adoración hablar. Me metí a la ducha y estuve parada bajo la regadera por al menos una hora, solamente dejando el agua caer sobre mi cabeza, para ver si me despejaba la mente, pero solo me hizo pensar aún más.

Ahora mismo estaba en mi cama metida entre las sábanas, con todas las cortinas cerradas, no quería ver ni un rayo de luz entrar a mi cuarto.

-Señorita Isabella, le preparó el almuerzo? Mire que no desayuno- dice Adoración tras la puerta

-No Adoración gracias- dije sin tono en la voz

-Me tiene muy preocupada señorita- dice Adoración triste

Al ver que no le conteste se marcho.
Mientras me encontraba en mi cama, simplemente existiendo, me entro un escalofrío en la espalda muy fuerte, acompañado de una sensación en el estómago. En ese momento me entraron las ganas de visitar a Ximena y a Oscar.

Así que sin pensarlo dos veces, baje y tome las llaves de mi carro, salí de la casa y tome rumbo a su casa.

Cuando llegue, estacione el carro alado de los de ellos y me baje para caminar haca la casa. En lugar de entrar por la puerta principal, mi instinto de guió a la parte trasera de la casa.
Ahí vi a Ximena, Doña Gabriela y el tipo ese que no me agrada, los tres de encontraban platicando, por lo que decidí acercarme. Cuando me faltaban pasos para llegar a ellos, se escuchó el sonido de un disparo, seguido de otro.
El primero hizo que Doña Gabriela terminara en el suelo. Y el segundo fue bala perdida.

-Mamà!!!!- grito Ximena agachándose junto a su mamá

-Isabella?- dijo Demetrio cuando le vio haciendo que Ximena me viera y se tapara la boca llorando, pero no me estabas viendo a mi, si no mi abdomen.

Cuando agache la mirada, me vi agarrándome el estómago, me quite las manos y las vi llenas de sangre.

-Isabella!!!!- grito Oscar cuando me vio

Vino corriendo hacia mi y ahí fue cuando me deje caer.

No fue una bala perdida.

Continuará...

Pasión de Gavilanes - Leon Reyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora