Capitulo 23

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En la tarde me encontraba afuera apoyada en un poste mientras hablaba con el capataz de mi Hacienda.


-No se cuanto tiempo necesite estar acá, no me gustaría dejarlos solos en estos momentos- dije por el celular


-Yo lo entiendo señorita, acá todo está bajo orden, no se tiene que preocupar, usted enfóquese en su familia- Me dijo Eduardo


-Muy bien, muchas gracias- dije colgando


Cuando colgué el teléfono una rosa blanca apareció enfrente de mi, haciendo que sonriera y rodara los ojos. Voltee hacia atrás y vi a Leon sonriendo.


-Ya me has dado muchas flores hoy no te parece?- le dije tomando la rosa


-Es lo mínimo que te mereces- dice tomándome de la barbilla -Te ves hermosa hoy


Estaba sonriendo, hasta que aterrice en la realidad.


-Querías hablar no?, habla antes de que me arrepienta- dije con los brazos cruzados


-El día que bino Felipe aquí a la Hacienda, yo era el hombre más feliz- dijo tomándome de la cara -Óyeme el más feliz de saber que me querías, luego viene ese infeliz y me dice que te va a llevar por que se van a casar, que vas a ser su esposa- dice Leon lo que hace que me impresione por lo que dijo -Me enoje, me calente y actué sin pensar, pero créeme cuando te digo que me arrepiento por haberte hecho sufrir tanto- dice acariciando mis mejillas


-Yo no sabía que Felipe te había mentido, pero aún así debiste haberme preguntado si lo que dijo fue verdad o no- dije sería


-Y no sabes cómo me arrepiento de no haberlo hecho, por favor perdóname- dice uniendo nuestras frentes


-Necesito tiempo Leon, no puedo simplemente olvidar lo que paso- dije para luego irme.


(...)


Era de noche y hacía demasiado calor así que decidí ir a nadar un rato en la alberca. En el camino hacia afuera me encontré con el abuelo y Norma en la sala.


-A donde vas mi amor?- me preguntó Norma


-No aguantó el calor, voy a darme un chapuzón en la alberca- dije con la toalla en la mano


-Ay que rico, al rato te alcanzo- dice Norma sonriéndome


Cuando estaba afuera me quite la bata y puse la toalla en el piso.
Por alguna razón cuando puse la toalla en el piso, me sentí observada.


-Ay alguien ahí? Leon?- dije viendo hacia los árboles.


Cuando nadie contesto me metí a la alberca y empecé a nadar. Después de unos minutos salió mi madrina.


-Como está el agua mi niña?- dice acercándose a mi, ya que me había salido


-Ay deliciosa, me refresque demasiado- dije sonriendo, pero me volví a sentir observada -Madrina siento qué hay alguien viéndonos- le susurro viendo hacia los árboles de nuevo


En eso mi madrina voltea y de el árbol sale Abel, uno de los vaqueros. Inmediatamente Norma agarra la toalla del piso y me tapa con ella.


-Señora, señorita- dice Abel acercándose a nosotras


-Que hace aquí?- dice Norma abrazándome

-Vigilando señora, vigilando, al pie del cañón- dice Abel


Pasión de Gavilanes - Leon Reyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora