Estaba en la oficina checando el archivo donde veo las llegadas de todos los empleados de la Hacienda, al parecer como siempre todos habían llegado a tiempo, excepto los mellizos, es más todavía no llegaban.
Así que hice mi camino hacia la entrada donde suponía llegarían en cualquier momento, y así fue.
Espere a que bajaran de la camioneta para hablar.-Pero que linda bienvenida- dijo Erik sonriendo
-No es ninguna bienvenida- dije cruzada de brazos -Llegan una hora tarde
-Bueno, tampoco es para tanto no exageres- dijo Erik
-Aquí no son los dueños de la Hacienda, le prometí a mi padrino que serían unos vaqueros más, y así los voy a tratar- dije seria -En está hacienda se trabaja cumpliendo las normas y una de ellas es llegando temprano-
-Bueno ya, que vas a hacer descontarnos de nuestro sueldo?- dijo Leon fastidiado
-No, yo no trabajo así, limpien los establos- les dije de brazos cruzados
-Está bien- suspiró Erik
-Maldita fiera amargada- dijo Leon entre dientes pero lo escuché
-Sabes que no, Leon tu no, tu vas a lavar mi camioneta- dije sonriendo
-Que?- preguntó enojado
-Quiero que laves mi camioneta, ya!- dije divertida
(...)
-Hay una mancha ahí!- le apunte al vidrio
-Ya la vi!- dijo enojado tallando con el trapo
-Y otra ahí- dije apuntando otra mancha
-Dije que ya la vi- me dijo acercándose a mi.
-Que pasa aquí?- dijo una voz atrás de nosotros
-Nada simplemente, le estaba ayudando a Leon- le dije a Felipe volteándolo a ver
-Muy bien, te puedo invitar a comer?- me preguntó Felipe sonriendo
-Claro que si- le dije sonriéndole de vuelta -Leon cuando termines con esa, ve a ayudarle a Erik con las caballerizas por favor- dije antes de caminar con Felipe, escuchando las quejas de León.
(...)
-Moria de ganas por vernos de nuevo- dijo Felipe tomándome de la mano por encima de la mesa
-Yo también- dije mirando hacia abajo -La verdad es que te extrañaba
-No sabes cómo me encanta que me extrañes- dijo dándole un beso a mi mano
-Como has estado?- le pregunté antes de beber de mi vaso
-Bien, e estado ocupado, planeó ser caballista de alguna hacienda aquí en la región, ya se acercan las ferias- me platica
-Si, ya están cerca, si no llegas a encontrar una, yo con mucho gusta te ofrecería ser el caballista de mi Hacienda, apenas llevo dos años haciendo cargo yo sola, y no e podido conseguir un buen jinete- dije sonriéndole
-Me parece perfecto- dijo alzando su vaso para brindar -Seré tu caballista- dijo guiñándome el ojo haciendo que me sonroje.
-Cambiando de tema, unos amigos me han invitado a un tal Bar Alcalá, te gustaría ir conmigo?- me preguntó
-Al bar Alcalá?- pregunte sin saber que decir
-Yo se que no es precisamente tu ambiente pero...- de repente deje de oírlo y solo escuchaba a Gabriela