𝗔𝘆𝗮𝘁𝗼 [𝟮]

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—Entonces... Esto es todo. —T/N tomó los papeles que habían puesto frente a ella. Una misera hoja con algunas palabras y nada más. Su única propiedad después del divorcio era una vieja hoja que había sido escrita por su suegra antes de morir.

—Es todo lo que logramos darte, si hubieses seguido casada después de que el muriera, las deudas hubiesen caído sobre ti. —La joven Ayaka le miraba con un cierto dije de pena.

—Ese hombre ¿Como murió?

—Se suicidó después de tragarse dos anillos de oro. Se atasco con ellos y murió de asfixia. —T/N dejo todo sobre la mesa, suspirando con frustración.

Sus heridas aun no habían sanado del todo, por esa semana una miko le visitaba constantemente para sanarla. La hinchazón y el dolor se había marchado, pero aún tenía manchas rojas y púrpuras en toda su piel. No sólo no se había ido del todo las marcas de su cuerpo, vivía constantemente en pánico.

Cada vez que escuchaba la puerta deslizarse, tendía a morderse la lengua fuertemente por el miedo, se colocaba frente a la cuna de sus gemelos o los escondía detrás de ella cuando los estaba cargando. Sentía como poco a poco su corazón se iba acelerando en ansiedad, cada que alguien la tocaba. Incluso para la miko había sido un problema constante intentar revisar sus heridas, pues cada que le pedían que se quitará el yukata para poder verla mejor, empezaba a respirar entre cortado y a sufrir de ataques de ansiedad.

Por supuesto que no sería fácil alivianar todo el miedo psicológico que había sufrido, las brutales golpizas, los insultos, toda la tortura vivida. Era normal que se sintiera al borde del colapso cada que alguien lo tocaba. Por ello mismo los Kamisato se habían encargado de cuidarla, brindarle no solo ayuda para curar sus heridas sino también le habían puesto en terapia para que poco a poco pudiese abrirse al mundo.

Su terapia empezaba por una larga charla sobre cómo se sentía, algunos medicamentos para controlar la ansiedad, dar paseos largos por los alrededores de la mansión Kamisato y mantener una conversación con al menos uno de los dos hermanos o con el amo de llaves. Lo llevaba muy lento, pues muchas veces su mente le hacía recordar momentos indeseables.

Parte de su día también se iba en cuidar a sus dos hijos. Tsukasa y Haruka. Normalmente se levantaba muy en la mañana para prepararles el biberón, eventualmente los bañaba cuando están medio dormidos y les viste acordé al clima. Luego de eso se sienta con ellos en el suelo y empieza a jugar con ellos y sus juguetes. No son niños verdaderamente bochornosos, en realidad a veces incluso pareciese que pudiesen comprender lo difícil que es la situación para ella. En algunas de las ocasiones en las que tsukasa amenaza con llorar, apenas tocan la puerta automáticamente para su rabieta, Haruka por otro lado, cuando ve a su madre batallar mucho para darle su comida, abre su apetito por más que no le gustará la comida.

A pesar de su corta edad, eran niños que aprendían muy bien y crecían rápidamente. Aún así esto no evitaba que estuviese demasiado ocupada cuidando de ellos, algunas veces tenía que dejar a los gemelos en manos de alguien más para que ella pudiese cumplir con la corta terapia y eso le disgustaba un poco.

Aunque ciertamente a veces pensaba que haberse quedado embarazada había sido un error, no quitaba el hecho de que verdaderamente amaba a sus hijos, algunas veces incluso quería haberlos tenido con un mejor hombre o al menos haberlos tenido en mejores circunstancias. Ahora sin un hogar, ni dinero, sólo contaba con la familia Kamisato y me sentaba mal ser solo una carga para ellos.

Si tan solo pudiese hacer algo para compensarlo.

Ayaka se marchó poco tiempo después debido a asuntos importantes que debía atender, por su parte, ella se quedó meciendo a los gemelos que dormían profundamente y allí se le fue el día, pensando en cosas que realmente no quería recordar.

Lovely Wish ~» Genshin Impact +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora