Lovely Wish ~» Genshin Impact +18

𝘏𝘦𝘪𝘻𝘰𝘶☾

Había un pequeño chocolate en forma de palito entre sus labios, la joven jugaba con el sin tener la intención de comerlo. Siquiera había desayunado y ya estaba comiendo algún dulce que había dejado de la noche anterior. Por supuesto poco le importaba comerse un dulce o dos al despertar, sentarse frente a su laptop con el cabello despeinado y sus ojos hinchados por el sueño. Esos eran los días ahora, la asistencia a la escuela ahora era por medio de una pantalla en dónde todos procuraban tener la cámara apagada y el micrófono igual para evitar algún vergonzoso accidente.

Su maestro pasaba a lista, la última en tener que responder era ella así que su tiempo se iba en mirar la cantidad de alumnos en línea. Habían algunos poco interesantes, sus dos amigos y finalmente estaba shikanoin heizou. No eran amigos realmente y solo hablaban cuando debían estar activos con el club de lectura, pero Heizou simplemente era un chico brillante. Alegre, juguetón y siempre respetuoso, no dudaba en tratarla como un igual a pesar de su temperamento a causa de sus pequeños inconvenientes debido a la anemia. Siempre estaba cansada, sin fuerzas y de hecho siempre le pareció que lidiar con la gente enérgica solo sería una carga más, sin embargo Heizou solo le motivaba a seguir su riguroso tratamiento y sentir que algún día viviría sin tener que preocuparse por morir de cansancio.

Se había enamorado y eso no lo iba a negar, pero estaba tan en sus propios asuntos que pretender quererlo solo le hacía sentir aún más agotada. Podía ir y decirle que le gustaba, pero simplemente no quería hacerlo, así como estaba se encontraba bien, no tenía porque involucrar mucho más en una situación que no lo ameritaba. Después de que la cuarentena comenzará, se sintió un poco más aliviada de estar en su lugar seguro y aunque se sintió decepcionada al saber que no vería más a Heizou por un tiempo, aún así pensó que así sería mejor.

Solo estaba ella tomando clases en la mañana, prepararía el almuerzo, haría ofició y finalmente jugaría o dormiría. Cualquiera que fuese el resultado de ese día, solo esperaba no caer dormida en algún lugar peligroso.

Su maestro empezó la clase como siempre pasando lista y eventualmente explicando la clase. Por supuesto Heizou era muy participativo así que cada cierto tiempo podía escuchar su voz, T/N se sentía un poco con más energías cuando lo escuchaba aunque ella no participara mucho.

Cuando todas las clases del día habían terminado, T/N volvía a poner sus cuadernos en la repisa y caminaba hacia la cocina para prepararse algo de desayuno. Cómo siempre los días eran algo solitarios, solo vivían ella y su hermano mayor quien constantemente estaba trabajando o en casa de su novia, solía llegar a casa a las seis o a las ocho y cuando eso pasaba se aseguraba de decirle a T/N que pidiera algo de comida rápida.

No tenía una vida precisamente difícil, pero incluso a ella se le hacía un poco aburrido el estar todo el día sola. A veces le gustaría charlas más tiempo con alguien, tal vez el despertar en las mañanas con un buenos días o buenas noches, alguien que pudiera escucharla aunque fuese solo un momento. Por supuesto ella mataba sus horas de soledad completamente inmersa en su propio mundo, jugando o haciendo alguna cosa que la dejara ocupada.

Volvió a tomar asiento en frente de su ordenador y se dispuso a pasar el resto de su día pendiente al computador. Horas y horas que se pasaban volando y en menos de nada ya era la tarde, había pasado tanto tiempo inmersa en cada juego que se le había pasado el día de corrido hasta que ya era tarde. Cuando vio su celular, su hermano le avisaba que esa noche no llegaría, que cenara sin él y que en la mañana se volverían a ver. Dejando de lado su celular, se levantó de su escritorio y camino hasta la sala, lo cierto es que no había pensado en nada para cocinar así que tomaría el camino fácil, ir a la tienda de conveniencia a comprar algo que la llenará por el momento.

Tomo sus zapatillas y un suéter para salir a la tienda, sin olvidar cubrebocas y llaves, camino por las silenciosas calles. No vivía en un vecindario muy llamativo, la mayoría de sus vecinos eran ancianos así que casi nunca habían problemas con música muy alta o fiestas inesperadas.