𝗔𝗿𝗮𝘁𝗮𝗸𝗶 𝗶𝘁𝘁𝗼 [𝟮]

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—Se bien lo que hicieron, señorita Sara, por eso estoy pagando la fianza. —La joven Kujou Sara, Suspiro pesadamente, acariciando el puente de su nariz con sus  dedos.

—Esto está mal, si sigue sacándolos de prisión, cada que usted desea, van a seguir haciendo alboroto. —T/N, quién sostenía en sus manos una bolsa de mora considerablemente grande, suspiro.

—No son niños, tampoco criminales. No hirieron a nadie con su presentación, pague por los daños que causaron, los cuales se mantuvieron en el mínimo. Estos muchachos son mis cuidadores cada que salgo, sin ellos no puedo hacer mi trabajo. —Acerco la bolsa hacia Sara, quién dudando un poco, de resigno a tomarla.

Ciertamente, aquellos cuatro que se hacían llamar la pandilla Arataki, no habían causado gran pleito, incluso antes de que viniese la joven extranjero, el oni de cuernos azules había llegado para intentar persuadirla y sacarlos.

—Esta bien, saldrán hoy en la tarde, procure que no se metan en problemas, a la próxima no aceptaré que se les otorgué fianza. —Dándole la vuelta, Kujou Sara ordenó a los guardias que se les liberará dentro de algunas horas.

Tenía dos horas para esperar a que les liberaran, así que se tomó la libertad de sentarse en un banco enfrente del recinto, junto con algunos aperitivos que había comprado y cuatro paquetes envueltos en un papel colorido de regalo. Mirando hacia las nubes purpuras que se escondían en el mar, respiro profundamente. Tanta libertad no se le fue permitida nunca, en su hogar, se debía cumplir con cierta etiqueta a la hora de salir y quedarse en casa, principalmente las etiquetas de carácter. En los hermanos era diferente para cada uno, para Geremias se le había impuesto un código de conducta tranquilo, siempre hablaba usando palabras rimbombantes, con una postura firme pero relajada, su voz no debía levantarse demasiado y siempre debía verse servicial y sereno. Su hermana Clipsa, debía cumplir con una personalidad risueña pero digna, no se le permitía reírse muy fuerte, debía portar una suave sonrisa siempre que estuviese en publico, se movía delicadamente, toques coquetos que endulzaban su belleza. Calisto, se comportaba como un caballero, valiente y seductor, siempre servicial y con una sonrisa amigable para todos, su postura debía ser firme y debía hablar de forma imponente sin llegar a los gritos. T/N, en cambio, desde joven fue educada para ser una persona reservada, debido a ser quien portaba el talento menos favorable para la familia, se le fue educada como si viviera como un fantasma, debía comer en sumo silencio, sonreír solo cuando alguien le hablara, no podía reírse a carcajadas, no podía encorvarse, no podía decir nada si su opinión no era requerida, no podía llevar atuendos llamativos, no podía despegar la mirada del suelo. La educación la llevo a una orilla de su personalidad, poco a poco, le fue una costumbre no sentir mucho para no equivocarse y salirse de la etiqueta. Se le volvió extremada mente difícil vivir con sus sentimientos y por ello lo liberaba mediante la pintura. 

Para ella era difícil tratar con las personas parlanchinas.

Sin embargo, el ultimo año le había demostrado la esencia hermosa de la individualidad. En su niñez, veía la diferencia de actitudes como algo que debía seguirse al pie de la letra, algo que se aprendía y se practicaba, se corregían los malos hábitos y como parte de ello, ella era obligada a pintar expresiones serenas y aburridas que seguían la etiqueta social... sin embargo, no hacia mucho, se percato de colores brillantes que viajaban por sus pinturas con total naturalidad. Cuando miro su lienzo gris, a punto de empezar con un paisaje de nubes grises en una arboleda abandonada, su cuerpo parecía tenso. No era capaz de dar ni una sola pincelada, se sentía indispuesta y su cabeza se quedo en blanco. 

¿Qué es lo que iba a pintar?

No lo recordaba y si lo recordaba, su mano no recordaba como pintar. Se vio atrapada en un vacío, como un bloqueo artístico, mas sin embargo, estaba dispuesta a dejarlo ir, soltar el pincel e irse a la cama para mañana recordar como pintar, pero su corazón se oprimía con necesidad de poner el pincel en la pintura, de formar largas líneas de un lado a otro. La esencia de sus paisajes era ella misma, pero ella no quería pintarse, quería explorar. No quería la mirada sosa de unos ojos tranquilos, las emociones fuertes que desconocía, eso quería ilustrar. Su corazón se sintió como un tambor en su caja torácica, palpitando fuertemente hasta que le zumbaron los oídos, no sabia como relajarse. 

Lovely Wish ~» Genshin Impact +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora