Al-Haitham

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Alhacen trabajaba largos turnos en su empleo, algunas veces los horarios rotativos eran agotadores, las horas se extendían y al final del día y horas de la madrugada, terminaba por salir de oficinas desoladas y con el único sonido de sus zapatos sobre el suelo.

¿Había algo para que trabajará tan duro?

Aunque parecía un hombre simple, de buena apariencia y de personalidad plana, Alhacen tenía algo por lo que esforzarse, no encontrar a su amada esposa con otro en la cama.

Cuando estaba alrededor de sus veintes, Alhacen quien vivía con su cabeza completamente centrada en su carrera y su trabajo, conoció a una mujer más que divina. De nombre Sally, era una mujer seductora, tal vez un poco fiestera para su gusto, pero fue su primer gran amor. Alhacen con su buen parecido, no le fue difícil llamar la atención de Sally, quien no dudo en usar sus técnicas de seducción para acorralar al atractivo hombre que le miraba fijamente sin rodeos.

Seis años de matrimonio y Sally nunca pudo olvidar su promiscuidad. Después de un año de monogamia, Sally salió liberada de su hogar, alegando que había algo que Alhacen no podía darle y eso era prestigio. Aunque tenía un buen trabajo donde tenía una buena paga más que suficiente para costearse un apartamento en uno de los mejores edificios de la ciudad, tener un auto envidiable y poder permitirse gustos, resultaba que Alhacen tenía una mentalidad cuadrada. Destinaba el dinero solo para lo necesario y en lo "necesario" no entraba su esposa. Sally, era derrochadora, le gustaban los lujos, llevar en cada dedo un anillo lo suficiente mente brillante como para presumir con sus amistades. Sus prioridades no encajaban con las de su esposo y ya que no tenía trabajo, Sally salía con hombres tontos que si le daban lo que querían.

Alhacen no mentiría, se sentía humillado cada que veía a su mujer con una marca en la piel, chupetones, mordidas y evidencias de las alocadas y apasionadas noches que se permitía. A su vez, Sally quien era temperamental cuando bebía demasiado, le reclamaba que la estaba engañando, para que en sus momentos de sobriedad terminara tratando con indiferencia a su esposo.

Es así que totalmente cerrado a las posibilidades de ser feliz, Alhacen extendía las horas para llegar a casa, tan solo subir el ascensor hacia su departamento le quitaba la tranquilidad de su oficina.

Pero no todo siempre era malo.

Las puertas del ascensor se abrieron de par en par, Alhacen salió con sigilo y se agachó detrás de una gran maceta escondida en la esquina de una pared. Esperaba pacientemente que una sombra gris cruzará rápidamente el pasillo, apenas sus ojos captaron el movimiento, extendió su mano y atrapó la pequeña sombra.

Un gato puramente gris, con ojos rojos intensos. Tenía una notable expresión de enojo, aunque esa era la cara que tenía siempre. No, no le interesaba el gato, le interesaba lo que pasaba después de atraparlo. Sus pasos disminuían cada vez más y el suspiro de alivio que se escuchó justo detrás, eso era lo que esperaba.

—Ay dios, un día de estos me dará algo... —Cuando giro, vio a esta mujer. Vestía con una pijama sencilla, unos tenis y se acomodaba sus lentes con torpeza.

T/N era su vecina, vivía en el apartamento continuo al suyo. Era enfermera, bastante sociable por lo que había visto y su único verdadero defecto era su gato. La pequeña bola de pelos se escapaba cada vez que podía en las noches, era tan perezoso que después de llegar a la terraza de los edificios, solo se tumba peligrosamente cerca de las barandas que lo separan del vacío. Recordaba con claridad la expresión de su vecina la primera vez que pasó. Estaba tan angustiada que corría de un lado a otro, sollozaba y lo jalo de la manga de su abrigo para que le ayudará a buscarlo.

—Parece que no puedes ponerle correa a un gato. —Le entrego el gato a T/N quien esbozó una sonrisa por su comentario.

—Incluso aunque pudiera seria terrible dejarlo con una correa todo el día. —Se quedaron viendo por unos breves segundos antes de dar la vuelta y empezar a caminar hacia sus apartamentos. —Pareces cansado.

Lovely Wish ~» Genshin Impact +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora