Hace un año, Thor y Loki se convirtieron en rey y reina de Asgard. Parecía que la muerte de Odín resolvió todos sus problemas, pero no tenían idea de cómo sería su vida como líderes del reino. Thor está más que ocupado, Loki no disfruta exactamente...
El calor de Loki ha terminado y nuestra pareja real favorita tiene que volver a gobernar y resolver misteriosas desapariciones en Alfheim.
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Notas:
Gracias a todos por leer y muchas gracias a @Fujoshi_Gal por ser mi Beta. ¡El hecho de que este capítulo sea presentable es su increíble trabajo!
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La semana siguiente fue borrosa para Loki. Estaba cansado por el calor, perdió algo de peso y le dolían los músculos. En su mayoría solo estaba acostado, durmiendo y comiendo cualquier cosa que le presentaran. Thor tenía mucho que cuidar, a pesar de que Heimdall hizo todo lo posible para mantener el reino en orden. El rey utilizó cada segundo de su tiempo libre para visitar a su marido. Estaba un poco cansado, pero recuperó su fuerza mucho más rápido que Loki. Le leería antes de que se durmieran, o más bien antes de que Loki se durmiera con la cabeza en el pecho de Thor o en su regazo. Todavía no habían anunciado al bebé, pero estaba claro para todos los que sabían sobre el calor de Loki que podría llegar cualquier día.
Thor besó la frente de su esposo, disfrutando de su aspecto tan temprano en la mañana. Loki todavía necesitaba dormir y ni siquiera notó el movimiento de Thor cuando el rey se levantó lentamente y se alejó para prepararse para su día. Usó la paz de la madrugada para pensar en cómo serían sus vidas una vez que llegara el bebé, pero también en lo que el embarazo le haría a Loki. Para su vergüenza, tuvo que admitir que tenía poca información sobre la anatomía de Jotun y se prometió a sí mismo tomarse un momento para investigar o discutirlo con Loki.
Amora ya lo esperaba en el pequeño salón antes de su dormitorio, que formaba parte de sus aposentos privados y un lugar al que muy pocos tenían acceso. Para consternación de Loki, Amora había recibido recientemente este privilegio, porque Thor pensó que no era cortés dejarla esperando en el pasillo. Se puso de pie tan pronto como entró Thor e inclinó la cabeza.
—Buenos días, mi rey. ¿Has dormido bien? —lo saludó, su voz dulce como un caramelo.
—Buenos días, Amora —respondió el Padre de Todos— Y sí, lo he hecho, gracias por preguntar. ¿Qué tengo programado hoy? —salió por la puerta y ella rápidamente se unió a él, igualando su ritmo.
