𝐇ɑppɥ 𝐁dɑɥ ! ♡

35 7 27
                                    

Extra 2/2

─────────┈  ⟡ .  𝐒 𝚻 𝚶 𝐑 𝚳

La cara del rubio ceniza era un digno poema. Sin duda alguna lo habíamos agarrado con la guardia baja.

Era de esas pocas veces en la que lograbamos sorprenderlo tanto que ocultar su asombro fue casi imposible. Se había quedado pasmado en la puerta, aún con una mano en el pomo de esta y la otro crispada por si tenía que usar su don en cualquier momento. Su ceño permanentemente fruncido había desaparecido y sus cejas se alzaron tanto que se perdieron en su flequillo espigado.

Y sus ojos, tan expresivos como siempre representaban todo su shock.

— ¿Pero que demo...? — su voz se convirtió en un murmullo mientras veía toda la habitación frente a el y daba solo un par de pasos dentro de esta.

Si, la verdad, entendía su reacción. La sala se había convertido en todo un salón de fiestas. Los chicos habían movido los muebles a otro lugar para liberar el espacio y que quedara toda una zona abierta para caminar o bailar. Era tal el espacio que en la parte derecha pudieron recrear una especie de sala pequeña donde entraramos todos, y en la otra pared no pusieron nada pues era una pared de puertas francesas que daban al área de la piscina -si, Momo tenía piscina- ahora abiertas para que el espacio se viera aún más grande.

Todo tenía luces de todos los colores, globos negros y naranjas aquí y allá al igual que serpentinas. La piscina tenía globos grandes en forma de bomba y dentro tenían luces.

Y si me ponía hablar de la comida y las bebidas jamás iba a terminar.

Así es, se botaron en su fiesta de cumpleaños.

Todos estábamos espectantes a ver cuando iba a explotar la bomba de relojería que veía todo con asombro. Mina fue la valiente en separarse del grupo para acercarse y sus zapatos de tacón resonaron en su camino hasta llegar frente a Katsuki.

— ¿Y? ¿Te impresionamos al fin o que? — dijo, cruzándose de brazos y recargando su peso en una pierna.

Entonces ahí el ceño del rubio ceniza frente a ella volvió a juntarse a su centro viendo a cada uno, no con rabia no, con algo parecido a desconcierto y diversión, pues su sonrisa ladeada y como negaba levemente me hizo darme cuenta que la sorpresa le había caído bien.

— Están jodidamente locos.

Y empezó a reírse. A reírse de verdad, en una risa profunda y ronca que contagio a todos los presentes. Y yo solo pude volver a respirar con calma, porque ya la primera fase había pasado.

A Bakugō le había gustado la sorpresa.

Cuando sus compañeros del curso de héroes empezaron acercarse a el, a saludarlo entre abrazos, golpes y sacudidas de cabello, entre en pánico, pues estaba tan escondida y 'a salvo' que por un momento me sentí expuesta. Aún nerviosa, me moví entre la gente pasando desapercibida y me  quede parada entre Hanzo y Aikel. Aunque muy pronto los idiotas se alejaron porque fueron a saludarlo.

Cuando Bakugō fue a saludar Aikel, paro en su camino y se le quedó viendo como si a este le hubieran salido dos antenas en la cabeza.

— ¿Aikel? — viajo su vista de la cara sonríente del peligrisaceo enfrente hasta Han, luego vio a Bershka, Angela y a los demás.

𝐓𝐇𝐄 𝐅𝐄𝐒𝐓𝐈𝐕𝐀𝐋 𝐎𝐅 𝐃𝐘𝐍𝐀𝐒𝐓𝐘    [Bnha x Ocs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora