※Destinations without destination※ 【KuroYaku/KenHina】

【E5】⇝Un pequeño espacio en tu corazón⇜

«Destinations without destination»

Extra 5

"Un pequeño espacio en tu corazón"

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—Kuroo y Yaku son almas gemelas, Lev.

Lev había tenido un par de segundos para procesar esa información, antes de que Kozume de repente se sintiera mal y todos se conmocionaron.

Cuando Kuroo y Yaku se acercaron a ayudar, no pudo evitar notar que ellos incluso compartían la misma clase, y por ello llegaban siempre juntos a las prácticas.

Cuando llegó a casa, su madre le ofreció algo de cenar, pero realmente no lo saboreó. Él pasa por el cuarto de su hermana, está oscuro adentro, se acerca y toca la puerta ligeramente, avisando que ha llegado a casa. Fugazmente, extraña los días en los que Alisa lo recibía en casa con una radiante sonrisa.

No nota realmente cuando llega hasta su cama, porque le parece que todos sus movimientos han sido guiados por un tipo de piloto automático.

Lev mira el techo de su habitación un rato antes de que su mente comience a trabajar, y no es que el más joven de los Haiba sea alguien que sobre piense las cosas o le de vueltas a un mismo asunto. Pero esto era diferente, esto de verdad le sorprendió.

Nunca imaginó que Yaku tendría otro lazo, y mucho menos que fuera con el capitán del equipo. Nunca percibió algo entre ellos, o más bien, jamás tuvo la intención de interpretarlo de esa manera. Él admiraba a Kuroo, era un excelente rematador y a veces decía cosas geniales como capitán del equipo, sin mencionar que se rumoreaba que tenía buenas notas.

¿Por qué él?

Desde cualquier punto de vista, Lev estaba en desventaja, Kuroo era de la misma edad de Yaku, compartían la misma clase y se habían conocido primero. Alisa siempre le decía que el tiempo era un factor importante, el tiempo era el único que podía unir o separar, herir o sanar e incluso olvidar. Lev siempre pensó que tendría al menos más tiempo para poder llegar al corazón de su alma gemela, pero había llegado tarde.

¿Acaso tenía oportunidad? ¿Cuáles eran los sentimientos de Yaku hacia Tetsurou? ¿Kuroo también tenía sentimientos por Yaku? ¿Cómo era exactamente su relación? Lev tenía miles de preguntas y ninguna respuesta, como siempre. Odiaba no tener respuestas, al igual que cuando Alisa cayó enferma.

Él por fin estaba feliz de haber encontrado a su otra mitad, ¿por qué tenía que pasar esto?

Su pecho se oprime y su estómago se revuelve, hace mucho que no se sentía así. No quería perder su oportunidad si es que aún la tenía. Su hermana siempre le había dicho que para enfrentar los problemas, tenía que llenarse de valor y salir a buscar una solución, porque nada podía ser otorgado sin haber luchado por ello.

Lev siempre quiso ser alguien audaz por ella, siempre quiso ser alguien valiente, que pudiera estar orgulloso de sí mismo y enorgullecer a sus seres queridos.

Por ello, si aún existía aunque sea una mínima posibilidad, si el corazón de Yaku estaba dispuesto a cobijar el suyo, lucharía por ese espacio, lucharía con la misma intensidad en la que su corazón bombea tan rítmica e incesantemente su pecho.

(...)

— Hay algo de lo que tenemos que hablar, ¿mañana te veo temprano?

—Si, te veo mañana... —Le responde Morisuke al capitán de Nekoma.

Lev escucha la despedida, por muy poco, ya que están algo lejos. Las palmas de sus manos están sudando un poco, sabe que no es exactamente por el entrenamiento. Observa de reojo el termo que su capitán ha dejado por error, y toma la oportunidad.

Haiba llama al moreno, este se da cuenta antes de salir hacia los vestidores. Kuroo es una persona ciertamente apuesta, Lev lo reconoce y sigue admirando su habilidad en el vóleibol. Pero está decidido en que esto no afectaría su juicio cuando se trataba de Yaku. Él quería estar con su alma gemela, y necesitaba dejar en claro su posición para que esto fuera justo y honesto.

—... Gracias, Lev —, le menciona Tetsurou, cuando toma aquel contenedor en manos. Para su sorpresa, el más joven no lo ha soltado, el capitán lo mira con confusión.

—Kuroo-san, sé que usted y Yaku-san son almas gemelas también —, suelta de repente, Kuroo parece quedar estático —, y quiero que sepa, que yo también quiero a Yaku-san, lo quiero muchísimo, y hoy le pediré que acepte mis sentimientos por él.

—Lev, eso... —parece titubear por un segundo, ese fragmento de duda perturba un poco al muchacho de ascendencia rusa.

—Si Yaku-san me rechaza, lo aceptaré igualmente —, continúa firme —, pero si me acepta, le pediré a usted que también respete los deseos de Yaku-san.

Es ahí cuando Lev suelta el termo. Jamás pensó ver una expresión tan dolida en su capitán como ahora, pero él se mantiene firme como puede. Kuroo lo único que hace es asentir y seguir su camino, sin intención de interrumpir lo que vaya a pasar. Es un acuerdo silencioso, un trato de respetar la decisión que Morisuke vaya a tomar. Porque Yaku es tan importante para Lev, como para Kuroo.

Sinceramente, Haiba siente una esperanza crecer en su pecho. Su rostro se siente caliente de solo pensarlo, el aire es sofocante, y el sentimiento se sigue acumulando como gotas que pronto llenan una jarra a punto de desbordar.

Regresa a la cancha con una sonrisa conflictiva, está feliz de poder liberar su emociones, y a la vez tiene miedo de la respuesta del mayor.

—¿Listo, Lev? — inquiere Morisuke, refiriéndose al entrenamiento.

El menor asiente con entusiasmo, sonriéndole lo mejor que puede.

Haiba espera, que en algún lugar de ese corazón, haya un pequeño espacio solo para él. Y con eso, sería completamente feliz.

—Si, estoy listo.