Kenma se mira en el espejo, ahora había entendido a lo que se refería Tora. No le habría tomado importancia sino fuera porque mientras caminaba de regreso, las miradas parecían estar sobre él, comentando, riendo. Kenma odiaba que lo mirarán, ¿Es que tenía algo en la cara? Bueno, esta vez, la respuesta era sí.
No era la letra de Shouyou. Lo podía saber con solo verlo (realmente ya se había acostumbrado a verla siempre, a diferentes ritmos y ángulos), pero ¿Quienes le escribirían en la cara y por qué eso exactamente?
Hinata había comentado que desde que descubrió su lazo, no había dejado que ninguna otra persona lo usará, es decir, no permitía que nadie pintara sobre su piel. Alegaba que era algo especial que sólo podían usar ellos dos.
Al recordarlo, Kenma suspira y enciende la llave. El agua corre y él no sabe qué pensar. Tal vez era una broma que le habían hecho, pero el mensaje era confuso para tratarse de algo así. Era posible que originalmente fuera para él, que sabían sobre su lazo y necesitaban decirle.
Eso sólo le hace pensar, que para tal paso, Shoyou debía estar mal y la persona que lo escribió estaba preocupada por él.
Había logrado evitar pensar en ello por un tiempo, se entretenía con videojuegos y no veía los mensajes, los borraba y así no tenía que leerlos.
Aún así, los lazos son más complejos de lo que se imaginaba. No podía ignorarlo como quisiera. Había veces en que sentía incluso el lapicero que Shouyou utilizara sobre su piel en la suya. Era extraño, porque era nuevo, le daba escalofríos a veces porque no lo esperaba.
Se supone que al alejarse, su conexión con Shouyou se vuelve más débil, pero era como si causara el efecto contrario, ¿Es que acaso Hinata da el doble de su parte? Era probable. Porque así es él, ese chico de actitud tan apasionada. Pese a eso, Kenma no podía retractarse de su decisión; no quería eso para alguien como Shouyou, él no se merecía tener que estar atado a alguien como Kenma.
De todas maneras, pronto tenía que decidir. No podía esperarlo siempre, nadie lo haría. Así seguiría con su vida, se olvidaría de él y todo seguiría su curso. Tendría una vida normal, como debe ser. Solo esperaba que después de todo esto no le guardara ningún rencor, aunque tal vez era mucho pedir.
Así que Kenma lava su rostro y quita la tinta de él. Se lava más rápido de lo que esperaba, en contraparte de la separación, para Kenma eran cada vez más fáciles de borrar...
Oh, no se había dado cuenta de que no había traído nada para secar su cara, ahora su cabello se queda pegado a la cara y es molesto.
Tal vez debería...
—¿Huh? —es una voz por detrás de él, gracias al espejo Kozume no tiene necesidad de voltear, es uno de los chicos de primero que está en el club también, Fukunaga Shouhei es quién abre la puerta.
Fukunaga no era de muchas palabras, era tranquilo, justo como el compañero ideal para no pasar ratos incómodos. Pero ahora no era el caso. Habían tocado el timbre hace unos minutos, y el baño es solitario, las luces están apagadas y el cabello de Kenma tapa su rostro, que está algo mojado.
El chico no dice nada y cierra la puerta tal cual vino.
Kenma no sabe exactamente el por qué de su reacción. Hasta que en la tarde, camino a casa, Kuroo le comenta que un chico del club mencionó haber visto un fantasma por los baños cerca del gimnasio.
—Estos chicos de primero, tal vez solo jugaron una novatada, es decir, ¿Fantasmas? ¿Puedes creerlo? —el azabache se ríe y se encoge de hombros.
Kenma no cree en fantasmas, solo piensa que el mundo lo odia, pero no importa, el sentimiento es mutuo.
ESTÁS LEYENDO
※Destinations without destination※ 【KuroYaku/KenHina】
Fiksi Penggemar❝ ¿𝒬𝓊𝒾ℯ́𝓃 𝓉𝒾ℯ𝓃ℯ 𝒹ℯ𝓇ℯ𝒸𝒽ℴ 𝒶 ℯ𝓈𝒸𝓇𝒾𝒷𝒾𝓇 𝓈𝓊 𝒹ℯ𝓈𝓉𝒾𝓃ℴ? ❞ Una persona nace para ser la otra mitad de alguien que quizá, este al otro lado del mundo. ¿No puedes elegir a quien amar? Kozume Kenma tiene una vida a base de matices gri...