。*✧ Cielo*。

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Hinata adoraba cuando hablaba con su alma gemela por medio de su lazo, se sentía bien, se sentía correcto

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Hinata adoraba cuando hablaba con su alma gemela por medio de su lazo, se sentía bien, se sentía correcto.

Había notado que Kenma no era de tomar mucho la iniciativa al iniciar una charla, no obstante, de vez en cuando había mensajes de "Buenas noches" o "Buenos días" en lugares en los que Hinata no esperaba. Cómo cerca de los codos, cerca de las rodillas y demás. Como si Kenma tuviera la intención de que no los viera, pero aún así lo escribía. Había concluído que Kenma era una persona un poco tímida.

Había pasado ya casi un año desde su primera interacción por medio de su lazo, estaba muy feliz de ver que Kenma había tomado más confianza últimamente, y ya no respondía solamente con un quedo "Ajá", "Bueno", "Que bien", "Ok", ahora le incitaba a escribir más, saber más de él.

Al pensar en ello simplemente hacía la punta de sus dedos cosquillear. Su pecho se sentía cálido. Se preguntaba si Kenma sentía lo mismo. Una parte de él quería que así fuera, necesitaba que fuera así.

A él le gusta el verano, es muy colorido, tan fresco y vibrante. Es perfecto para jugar con Natsu en el pequeño jardín de su casa, puede salir a practicar con Izumin y Kouji también, puede romper sandías e ir a pasear en bicicleta si quiere. Las flores silvestres y hierbas crecen entre las grietas del pavimento.

Ese día en particular, el cielo era mucho más hermoso. Quizá era sólo que la perspectiva de Shouyou cambiaba, pero era feliz. De algún modo las cosas, desde hace un tiempo, le resultaban más brillantes a vista, pero no pensaba mucho en eso.

Se acuesta en el verde pasto y sólo mira las pomposas nubes pintadas de un blanco cremoso, había llegado recién de la salida que tenía con sus amigos. Ellos le habían preguntado cómo iba todo con su alma gemela, estuvo muy complacido con mostrarles las manchas de tinta mal lavadas de sus brazos, como si estuviera orgulloso de ello. Ellos bromeaban diciendo que no se había bañado bien y por ello aún tenía las marcas.

Ahora sólo se relajaba rato con su balón de voleibol al lado, mirando el cielo que se hundía en un profundo azul celeste. Se preguntaba si a Kenma también le gustaba verlo de vez en cuando, ¿era posible que en este momento lo haga? ¿Era normal pensar tanto en lo que está haciendo?

—Shouyou —Su madre lo llama desde el interior de la casa, ella carga a Natsu en sus brazos, su hermana se ve adormilada contra su pecho, en total calma. Aún así, su rostro se ve algo enrojecido, ¿Será el calor?

—¡Voy! —dice él, mientras se levanta del verde césped donde se encontraba.

Hinata se quita los zapatos, que eran unos tenis rojos, que tenía al estar en el exterior para entrar por la puerta trasera de su casa, su ropa se había ensuciado un poco, cuando usaba tonos claros era más evidente. Los tablones de madera de un opaco marrón chillan al soportar su peso, corre a pasos descuidados al interior hasta llegar donde su madre.

—Shouyo, ve a bañarte, últimamente te pintas mucho los brazos, cielo, debes dejar de rayarte el cuerpo —le dice ella. Hinata no entiende.

—Pero mamá, ya te he dicho que esa es mi conexión con mi alma gemela.

※Destinations without destination※ 【KuroYaku/KenHina】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora