— ¡Hermana! —La puerta de la entrada azota contra la pared, anunciando la ruidosa llegada de Lev.
Ese día, el menor de los Haiba había salido con sus compañeros de secundaria, era la primera vez que realmente se le había hecho tarde, de manera que tuvo que tomar el último tren. Su celular se había descargado, por lo que no pudo haber llamado a un taxi tampoco. Alisa era la única en casa esa ocasión, y lo estaba esperando en la sala muy al pendiente del teléfono. Preocupada de que su hermanito se haya perdido en las calles de la gran ciudad.
—¡Lyovochka! ¿Por qué no has atendido el teléfono? Estaba preocupada y… —ella se detiene sobre sus pasos y mira el brillo en los ojos del menor—, ¿Huh, pasó algo bueno? —pregunta esbozando una sonrisa más comprensiva, después lo regañaría. Por ahora no tenía corazón de hacerlo cuando el otro se veía tan feliz.
Si, Alisa estaba considerando ser un poco más dura con él, no debía dejarle pasar tantas faltas, como lo suelen hacer sus padres, aunque Lev casi no hacía algo por lo cual llamarle la atención, al menos no con intención.
—Desde hoy tomaré el tren en Shibuya —sonríe mostrando los dientes. Alisa aún se muestra confundida, pero esperando pacientemente a que el menor lo explicara. Lev se exalta un poco—. ¡Mira!
La muchacha tiene que retroceder un paso por lo cerca que el menor pone su mano. Ella tarda unos segundos en analizar la situación antes de darse cuenta de lo que su hermano le quería mostrar.
—¡Lyovochka! —exclama abriendo los ojos con sorpresa, tiene que cubrirse la boca por el mero asombro. Y es que lo último que se esperaba, era ver aquella marca en el meñique del joven—. ¡Tu lazo!
—¡Creo que he encontrado a mi alma gemela, hermana! —radiante de la emoción, el joven de ojos esmeralda sigue sin creérselo del todo. Pero aún así, se siente extremadamente feliz.
Los hermanos Haiba se abrazan como si estuvieran celebrando un gran logro, hasta que la muchacha se separa y mira bien la marca que estaba en el dedo de su familiar.
—¿Huh?
—¿Pasa algo malo, hermana? —inquiere tras unos segundos de silencio.
—¿Por qué es verde? —se pregunta a sí misma, detenidamente.
Es entonces cuando Lev se da cuenta de algo importante: sus padres tienen una marca roja, y Alisa también la tenía, ¿por qué la de él es distinta?
En sus padres, su lazo siempre había sido de un rojo carmesí muy marcado en ambos. En cambio, con Alisa había sido distinto; Lev y ella no lo habían hablado, pero hubo un tiempo en donde ella tenía aquella marca tan roja como la de sus padres, pero desde hace tiempo, el color había comenzado a descender a un rojo más bajo, menos brillante y fuerte, casi como un rosa.
Pero el verde, de ninguna manera era un variante del color rojo.
—¿Es una mala señal? —pregunta mientras palpa terreno, sus ánimos cayendo rápidamente en picada.
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※Destinations without destination※ 【KuroYaku/KenHina】
Fanfiction❝ ¿𝒬𝓊𝒾ℯ́𝓃 𝓉𝒾ℯ𝓃ℯ 𝒹ℯ𝓇ℯ𝒸𝒽ℴ 𝒶 ℯ𝓈𝒸𝓇𝒾𝒷𝒾𝓇 𝓈𝓊 𝒹ℯ𝓈𝓉𝒾𝓃ℴ? ❞ Una persona nace para ser la otra mitad de alguien que quizá, este al otro lado del mundo. ¿No puedes elegir a quien amar? Kozume Kenma tiene una vida a base de matices gri...