OTOÑO/INVIERNO 2006
Zac y Quinn me esperan a las afueras del salón de clases. Ambos me disparan una fea mirada al verme salir por la puerta, que inmediatamente me hace recordar la razón por la cual se encuentran enojados.
—Hola, chicos —digo fingiendo que todo se encuentra bien—. ¿Nos vamos a casa?
—Tenemos una conversación pendiente —dice mi hermana poniendo su mano en su cintura.
—Así es —agrega Zac, entrecerrando los ojos—. A diferencia de esta mañana, no tienes excusa para escaparte de nosotros.
Trago con fuerza y miro desde Quinn a Zac, y luego de vuelta.
Es irritante ver cuando se pelean por hasta las cosas más pequeñas.
Es aterrador, cuando dejan sus diferencias de lado y deciden actuar como equipo.
Me abro el paso por en medio de ambos, en dirección a la salida de la escuela. Si tengo que enfrentarme a ellos dos juntos, necesitaré refuerzos. Y rápido.
—¡No puedo creer que nos escondieran lo de los cachorritos por tanto tiempo! —chilla Quinn a mi espalda, corriendo para alcanzarme—. ¿Acaso piensan que no podemos guardar un secreto?
—Quinn definitivamente no puede guardar un secreto —dice Zac apareciendo a mi costado derecho—. Pero yo soy una tumba. Hubiera preferido morir, antes que traicionarlos a ustedes.
Quinn deja salir un gruñido.
—Eres un mentiroso —dice ahora enfocando toda su ira en él, bien por mí—. Tú abuela te hubiera dado un par de galletas de esas que te gustan, y habrías escupido todo, debilucho.
—¡Tú ni siquiera habrías necesitado que te sobornaran con galletas, Quinn!
—¡No habría necesitado que me sobornaran, porque nunca los habría delatado en un primer lugar! Yo si conozco el significado de la palabra lealtad.
Se detienen en medio del pasillo para seguir gritándose, y mientras me dirijo al final del corredor, noto que les lanzan algunas miradas curiosas. Sacudo la cabeza, sintiéndome más tranquila ahora que no puedo escuchar como se insultan. Se ponen muy creativos cuando se enojan de esta manera.
Necesito salir pronto, para poder esperar a Rett y decirle que tenemos dos demonios a los que debemos enfrentarnos hoy. Como si los perritos no tuvieran suficiente trabajo.
—Hola Jasmine —me detengo en seco al escuchar la chillona voz de Mandy a un lado de la puerta de salida. Ella se encuentra acompañada de Dalton y Veronica, y al verme, sonrisas burlonas idénticas se extienden en sus labios.
—Uh, hola —respondo, aferrándome a las correas de mi mochila, la cual cuelga de mi espalda.
—¿Te vas tan pronto? —dice—. Pensé que los miércoles tenías práctica con la Srta. Thompson.
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'tis the damn season || ESPAÑOL
Romance'tis the damn season || en proceso ❄️ Jasmine Stevens lleva ocho años escapando de su antigua vida, del protagonista de cada una de sus pesadillas. Pero ahora que toda su reputación se ve puesta en peligro, está obligada a enfrentarse al peor demoni...