22 | i'm drunk in the back of the car

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EVERETT

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EVERETT

OTOÑO 2021

Jasmine va a matarme un día de estos. Y de alguna manera siento que no hay nada que pueda hacer para evitar que esto suceda.

He hecho todo lo posible por evitarla. Sacarla de mi cabeza cuando me sorprendo pensando en ella. Para alejarla de mí y hacer esto más fácil para ella. Ser el villano que ella necesita que sea.

Jasmine no quiere estar aquí de todos modos, ¿por qué insiste en quedarse? ¿Por qué no puede volver a torturarme desde otro estado?

Pero, entonces ella viene y hace mierda como esta y se supone que yo, ¿qué?

¿Debería ignorarlo?

¿Sabiendo que algo malo podría pasarle?

No puedo hacer eso.

Miro el reloj de la camioneta una vez más y aprieto los dientes. Faltan cinco minutos para las tres de la mañana. Han pasado tres minutos desde que recibí la llamada desde el teléfono de Lily y pensé que algo podría haberle pasado a Nana. Contesté medio dormido, y tardé unos momentos en recordar que Lily no trabajaba esta noche, solo para darme cuenta que quien se encontraba al otro lado de la línea era Jasmine.

Tan malditamente borracha que ni siquiera fue capaz de reconocer mi voz.

Antes de siquiera darme cuenta, tenía las llaves de la camioneta en las manos, y estaba cerrando la puerta de entrada de mi casa detrás de mí, abriéndome camino en el frío de la noche para manejar donde fuera que ella estuviera.

Habría ido a la puta luna si ella lo hubiera necesitado.

Resulta que no está tan lejos. Está en Wood's, el maldito bar de Aaron, y tengo la sensación de que todo esto es culpa de Zac.

No me siento muy bien y quiero ir a casa.

Piso el acelerador con más fuerza, sujetando el volante hasta que mis nudillos se vuelven blancos. Todo el camino a Wood's es un puto borrón. Un segundo estoy en la oscura carretera, y al siguiente lo único en lo que puedo pensar es en Jasmine sentada en el mugriento baño del bar, esperándome, y luego me estoy estacionando, y cerrando de golpe la puerta de la camioneta. El lugar está repleto, para ser tan tarde.

El guardia en la entrada del recinto me conoce, así que no intenta detenerme una vez que me ve. La barra todavía se encuentra abierta, y a pesar de lo mucho que escanee el lugar, no puedo localizar a Aaron en ninguna parte. Usualmente cuando el bar cierra así de tarde, Aaron espera a que se despeje en su oficina, y no tengo tiempo para un desvío en este instante.

Creo que veo a algunas chicas que reconozco de cuando Zac iba a la secundaria aquí, y paso por delante de ellas tan rápido como puedo, sin dar a nadie la oportunidad de pararme a conversar.

'tis the damn season || ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora