39 | there's an ache in you, put there by the ache in me

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JASMINE

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JASMINE

OTOÑO 2021

Me remuevo entre las mantas de la cama de Everett sin descanso, tratando lo mejor que puedo de hacer la menor cantidad de ruido posible para no despertarlo. Su cuerpo irradia una calidez reconfortante que por alguna extraña razón me tienta a acurrucarme junto a él, y tengo que hacer un esfuerzo casi imposible para evitarlo. En los pocos minutos que logré conciliar el sueño, terminé pegada a su ancha espalda, mi rostro completo contra su nuca.

Me desperté de un salto.

No he sido capaz de volver a quedarme dormida después de eso.

Dios.

Finalmente, llego a la conclusión de que lo más óptimo es dormir mirando el techo, quizás podría poner una almohada en medio de la cama a modo de muralla, y eso es exactamente lo que trato de hacer, cuando Everett me mira por sobre su hombro con el ceño fruncido.

Me congelo con la almohada en mis manos a medio camino con la esperanza de que esté medio dormido y vuelva a cerrar los ojos, sin prestarme mayor importancia.

—¿Qué tienes? —pregunta, su voz suena grave y cansada—. ¿Por qué te mueves tanto? Duérmete.

—Eso trato.

Pongo la almohada entre nosotros con una agresividad que ni siquiera estaba consciente que sentía. La aplasto con las manos, golpeándola con fuerza una, dos, tres veces. Everett se da la vuelta por completo, no puedo ver su rostro con la claridad que me gustaría, la única luz en la habitación es la que logra colarse por la ventana, la cual no es mucha, considerando que llueve torrencialmente afuera aún, y la luna no es visible detrás de tantas nubes negras.

Me cruzo de brazos, y me dejo caer en mi lado de la cama con un gruñido que parece salir de la parte más profunda de mi alma.

—No me voy a mover más —digo—, ya puedes seguir durmiendo. Lo siento.

No sé porque mis ojos comienzan a arder en el segundo que termino de hablar. Los cierro con fuerza, y trato de deshacer el nudo que amenaza con cortar el flujo de aire en medio de mi garganta. No sirve de mucho, en realidad. Me muerdo el interior de las mejillas con fuerza. ¿Por qué demonios tengo tantas ganas de llorar?

Jasmine, déjate de tonterías.

Esto es estúpido.

Estoy actuando como una verdadera tonta.

Y desearía poder simplemente parar. Desearía poder cerrar los ojos y conseguir las horas de sueño que necesito tan desesperadamente. Pero todo mi cuerpo parece estar siendo engullido por aguas espesas e inescapables que no me dejan respirar. No lo entiendo. No sé cómo mantenerme a flote. Es demasiado.

Nunca me había sentido de esta forma antes.

—Dormiré en tu habitación —dice Everett, obligándome a abrir los ojos para encontrarlo levantándose de la cama, su cabello alborotado, los hombros tensos—. Perdón por haberte hecho sentir incómoda.

'tis the damn season || ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora