'tis the damn season || en proceso ❄️
Jasmine Stevens lleva ocho años escapando de su antigua vida, del protagonista de cada una de sus pesadillas. Pero ahora que toda su reputación se ve puesta en peligro, está obligada a enfrentarse al peor demoni...
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JASMINE
OTOÑO 2021
—Oh, mierda, hermano, ¿qué demonios le pasó a tu pelo? —suelto una risita cuando esas dulces palabras llegan a mis oídos desde el primer piso de la casa. Reconozco la voz de Zac, y el profundo quejido miserable de Everett que probablemente impediría a cualquiera insistir más en el tema, sin incluir a su hermano y mejor amigo, al parecer.
—¿Ocupas mierda de un unicornio como gel para el cabello o qué? —esa voz parece pertenecer a Pierce, y quién está tratando de hacer un gran esfuerzo por no reírse de la situación.
Misión cumplida.
—Punto para mí —digo guiñándole un ojo a Elvis, que está tumbado en mi cama con las orejas levantadas.
—Ya paren —murmura Everett desde el piso de abajo, y yo me miro por última vez en el espejo, con una sonrisa de suficiencia en los labios—. No es jodidamente gracioso.
—Es muy gracioso, en realidad.
—Esa mierda te va a llevar una eternidad quitártela —dice Zac—. Tuve una ex novia un poco loca que puso purpurina en los putos tubos de aire de mi auto. Tuve que pagar un dineral para que lo limpiaran, y a veces, cuando enciendo el aire acondicionado, todavía me cae encima. Rompimos hace tres años.
Everett vuelve a quejarse y yo ahogo una carcajada con el dorso de la mano. Dios. Soy un genio.
La verdad es que no he visto el resultado de mi brillante plan con mis propios ojos, pero basándome en los comentarios de los chicos, sé que ha salido exactamente como yo quería. Le doy un tirón a mi bonito vestido de invierno y me arreglo el cuello una última vez, antes de empezar a bajar las escaleras.
No estaba muy segura de cómo vestirme para esta noche, no quería ir demasiado arreglada y hacer que el resto de nuestros invitados se sintieran fuera de lugar, pero tampoco quería llevar mi ropa normal del día a día, así que me decidí por el vestido blanco de lana que me llega hasta la mitad del muslo, un cinturón negro en la cintura, medias negras transparentes para no cagarme de frío y botas altas. No me arreglé mucho el pelo, aparte de cepillármelo con más cuidado de lo habitual, y me maquillé un poco.
Cuando voy en la mitad de la escalera, veo a Everett de pie en medio de la sala de estar. Tiene un vaso de vidrio en una mano, que contiene un líquido ámbar. Pierce está sentado en el sofá con las piernas sobre la mesita de centro y Zac viene saliendo de la cocina con una bandeja con copas recién lavadas.
Everett no me quita los ojos de encima hasta que llego al primer piso, entonces baja la mirada hacia sus zapatos y yo aprovecho ese pequeño momento para apreciar su atuendo. Lleva pantalones negros de vestir y una camisa negra que se ciñe perfectamente a los músculos de la parte superior de su cuerpo. No lleva corbata, pero no la necesita. Pelo peinado, pero lo suficientemente desordenado para lucir casual. Y glitter. Mucho glitter. Trago saliva, odiándome por lo mucho que me gusta su aspecto, a pesar de los pequeños brillitos distribuidos por su cabello.
