20 | your dad is always mad

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11 DE DICIEMBRE, 2008

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11 DE DICIEMBRE, 2008

Rett cumple quince años hoy.

Luego de rogarle a su abuela por horas, logré conseguirme el número de su padre. No sé que tan buena idea es llamar, pero... no quiero dejar pasar el día sin al menos intentarlo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué me corten la llamada y me digan que deje de molestar? Al menos de esa forma, Everett sabrá que lo intenté.

Incluso si mi plan no tiene éxito.

—Solo una llamada, Jas —dice mi mamá tendiéndome su teléfono—, y no muy larga. No podemos desperdiciar el dinero, y eso me lo cobran al final del mes.

—Será solo un minuto —digo tomando el teléfono, y aferrándome a él con fuerza, para que ella no pueda cambiar de opinión—. Solo quiero desearle un feliz cumpleaños a Rett y preguntarle si recibió nuestro regalo.

La mirada de mamá se suaviza, y una pequeña sonrisa se instala en sus labios.

Subo corriendo las escaleras, hasta llegar a mi habitación, y cierro la puerta antes de que Quinn, con lo entrometida que se ha vuelto, decida unirse a la llamada. Tomo el pequeño trozo de papel donde escribí los número que me dio la Sra. Crawford, y con cuidado de no equivocarme, los escribo en el teclado del teléfono, para luego presionar el botón verde y llevármelo al oído.

Me muerdo el labio de abajo con fuerza esperando a que alguien conteste del otro lado de la llamada.

Por favor.

Por favor.

—¿Hola? —la voz es masculina y grave, suena un poco enojada.

—H-hola, señor, mi nombre es Jasmine, soy, uh, soy amiga de Rett, me preguntaba si podría hablar con él...

Todo lo que he oído sobre el padre de Rett son cosas malas. Zac me dijo que siempre está enfadado y que a veces se desquitaba con ellos gritándoles o usando la fuerza física. Realmente no entiendo cómo pueden estar de acuerdo en permitir que Everett se quede con él, pero Zac me dijo que no tienen mucha opción en esto.

Incluso si quisieran hacer algo al respecto, se necesitaría mucho dinero para ganar una custodia completa en los tribunales, y sus abuelos no tienen esa cantidad de dinero.

También le pregunté por qué no iba con Rett, que quizás así no se sentiría tan solo.

Me dijo que prefería no hablar de ello, así que no le presioné.

—¿Disculpa? —pregunta el hombre, el enfado ahora es cada vez más notorio, poniéndome un poco nerviosa—. ¿Cómo conseguiste este número?

—La abuela de Everett me lo dio —digo en voz baja—, será solo un segundo, quiero desearle un feliz cumpleaños.

El hombre deja salir un gruñido molesto, pero mantengo el teléfono pegado a mi oreja, mi mano sujetándolo con tanta fuerza que mis dedos sudan, no tengo intención de cortar, mucho menos ahora que estoy tan cerca de hablar con Rett después de tantos meses.

'tis the damn season || ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora