La mañana transcurría de los más normal, antes de comenzar el día peine mi cabello y lave mi rostro como todos los días, la alarma había sonado unas diez veces y aunque me rehusaba a ponerme de pie y despertar para entrar al colegio como cualquier día común, mi madre despertó antes.
Abrió la puerta de mi habitación y me obligó a vestirme rápido para llegar al colegio a tiempo, ella me iba a llevar. Intenté meterle una escusa para faltar, no tenía las suficientes ganas de sentarme junto a la chica callada de siempre y que me mire raro como siempre.
No me creyó y tuve que vestirme y salir hacia el patio trasero encontrandome con mi madre la cual encendía el auto para irnos. Acomode mi uniforme y tome la mochila para verificar que todo esté en orden.
— T/n — Hablo mi madre mientras conducía atenta al camino, deje la mochila aun lado y la mire esperando a que desarrolle el tema de conversación. — Hoy en la noche — Sonrió y también sonreí
— Ya suéltalo mamá — Soy su hija después de todo no podía decirle nada, de seguro quería salir a bailar y conocer algún hombre de su edad.
— No te molestaría que hoy en la noche traiga un amigo... — Sonreí y contenta por verla tan sonrojada negué con rapidez
— Claro que no, es un amigo o es tu amigo — Le di una mirada para que entienda a qué me refería
— Mm — Negó — Es un amigo, apenas nos conocemos y ya me siento algo nerviosa por su propuesta
¿Propuesta?
— ¿Quiere tener sexo contigo? — Mordisquie mis uñas algo ansiosa por saber más del tema
— T/n — Me regañó, reí en lo bajo y suspiré sonriente — No es eso, para tu información — Asentí — Me propuso comenzar despacio pero conociendo a nuestras familias y le comenté que tenía una hija — Sonrió
— Ay mamá — La regañe en cierto punto — No tendrías que haber dicho eso — Elevó los hombros mientras alzaba ambas cejas
— ¿Porqué? No me parece nada malo hablarle de ti, eres mi hija
— Muy cursi y todo mamá — Sonrió — Pero debes hablarle de ti, tus gustos de comida, tus películas favoritas, de que trabajas y ya luego hablas de la familia. Así lo vas aburrir — Rodó los ojos
— Si tú lo dices... — Asentí obvia por el consejo que le había dado — A ver señorita ¿y usted cómo sabe eso? — Abrí los ojos y desvíe la mirada tragando en seco sin saber que decir
— Bue... Bueno, una va aprendiendo de apoco — Sonreí, estacionó el auto y tome mi mochila para dejar un beso en la mejilla de mamá y abrir la puerta — Nos vemos luego ma
— Adiós — Se despidió y cerré la puerta para salir de allí entrando al colegio junto a miles de perdedores más. Me consideraba una perdedora.
Las clases transcurrieron normal, los recreos tambien y aunque me sentía un poco ansiosa porque llegará la noche y poder conocer aquel hombre que la había puesto de rodillas a mamá. Al llegar del colegio arroje la mochila sobre la cama para quitar la liga de mi cabello dejándolo suelto.
[...]
Miraba el reloj de la casa atenta, esperaba a que llegara aquel hombre que se había robado el corazón de mi madre, sabía que se podría llegar a tratar de algún tipo con dinero o demasiado anciano como para querer tener una familia antes de morir.
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𝐄𝐯𝐢𝐥 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬
Short Story𝐄𝐯𝐢𝐥 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 | Aidan Gallagher Para una adolescente de diecisiete años nada anda mal, tiene amigos, usa su celular cuando se aburre, tiene a su madre la cual la apoya en todo lo que puede y aunque pasar por la adolescencia es complicado ell...