Los nervios me estaban matando, sostenía la pluma mientras intentaba recordar todo lo estudiado. Sentí una mano y mire aun lado, T/n. Fruncí el ceño y este se asomo a mi oído mientras intentaba no ser vista por el profesor que nos estaba tomando el examen.
— Deja de temblar — Murmuro y trate de no reír ante su comentario.
— Shhh — Volví mi vista al examen. Si hacia que llamará la atención me quitarían el examen y ahí si que no la perdonaría jamás.
— Tranquilo no está viendo hacia aquí.
Leí la pregunta y esa si era bastante fácil. Trate de formar una corta pero entendible oración que explicará a qué se refería la pregunta. T/n asomó su rostro al examen para comenzar a murmurar la pregunta.
— ¿A qué se refiere la pregunta número seis? — Me miro con el ceño fruncido — Que estúpida pregunta
— Has silencio T/n, me desconcentras una vez más y te sales del aula. — Alzó ambas manos y se quedó aun lado.
Me puse de pie y volví a revisar una vez más el examen para caminar hacia el escritorio del profesor y entregarle el examen con las esperanzas de aprobar.
— Muy bien Gallagher, toma asiento y te llamaré cuando termine de corregirlo — Suspiré y volví a mi lugar subiendo algunos escalones.
— ¿Y que te dijo? ¿Te reto? ¿Dijo algo fuera de lugar?
La mire con el ceño fruncido y me senté en mi lugar.
— Deja de hacer tantas preguntas.
— Hago todas las preguntas que yo quiera. Tú no me mandas — Mordí mi lengua y desvíe la mirada. Ahora no podía decir nada.
— Mono tonto — Susurré y sentí un golpe en mi brazo, me di la vuelta y alcé una ceja — Estás loca
— Tú más
— Creeme que nadie está más loco que tú — Me di la vuelta, sabía que así podía hacerla molestar y eso me encantaba.
— Gallagher — Oí mi apellido y me puse de pie para caminar hacia el escritorio. — Sigue así — Al tomar el papel ví perfectamente un nueve.
Merecía un diez pero algo es algo.
Sonreí para caminar hacia mi lugar tomar mi maletín y enseñarle a T/n el papel, se puso de pie para rodar los ojos y tomar mi mano.
— Genial, vámonos — Me ordeno y aún con el examen en mano sonreía.
Camino a la casa de T/n continuaba mirando el examen, viendo si tuve algún error y en qué me había corregido. Sabía que podría sacar una buena nota si le ponía un poco de empeño.
— Sigues con esa hoja de papel — Alzó una ceja, sin dejar de caminar lentamente aún lado de mí.
— Es una buena nota después de todo
— Pudiste haber sacado un diez. Un nueve es una nota baja — Fruncí el ceño mirándola y está sonrió malvada.
Claro, ya entendía todo. Bufé y guarde la hoja de papel en el maletín.
No voy a olvidar esta ocasión por nada en el mundo. Después de ese mismo día las cosas con Virginia se arreglaron. Trataba de ir seguido a la casa, y aunque muchas de las veces no encontraba a T/n en casa, aún así me quedaba a esperarla.
Las ocasiones siempre eran las mismas. Peleas sin razón a las cuales yo seguía su juego y luego risas.
Por otro lado Virginia estaba cada vez más al constante de mí. Siempre trataba de salir a otros lugares y no estar siempre en casa, pero su manera de ser me fastidiaba un poco. No quería ser descortés y tener que rechazarla todo el tiempo, pero había un momento que no me dejaba respirar.
Ese día iríamos al cine a ver una película que había salido hace muy poco y como siempre T/n se quedaba en la casa sola le propuse ir con nosotros.
— Bien T/n, no le abras la puerta a nadie, no traigas a nadie y duérmete temprano — Hablo Virginia a T/n la cual estaba recostada en el sofá mirando la televisión.
— Mamá — Se quejó — Hace doce años me dices lo mismo, tengo diecisiete.
— Bien, lo siento — Murmuro y dejo un beso en su frente.
Sentí el impulso de preguntar si quería venir con nosotros. Después de todo ella también merece salir, me acerque a ella y toque su hombro, frunció el ceño y me miró.
— ¿Quierés venir con nosotros?
Se sentó en el sofá y miro a su madre, volvió la vista a mi y una vez más miro a su madre para luego volver la vista a mí.
— Creí que era algo privado — Negué
— Anda T/n, ven con nosotros — Sonrió Virginia y por alguna extraña razón su rostro había cambiado. No parecía muy feliz de que haya invitado a T/n.
— ¡Genial! — Grito T/n y corriendo subió las escaleras.
Me senté en el sofá a esperar que baje y Virginia solo se quedó en un rincón esperando a T/n. Los pasos eran cada vez más fuertes, me puse de pie y ví bajar las escaleras a T/n.
Se veía estupenda con esos jeans y su camisa cuadrille. Virginia abrió la puerta y con una sonrisa hizo seña que saliéramos.
— Vamos o llegaremos tarde — Murmuro y salimos de la casa.
Entramos al auto y obviamente conducía yo. T/n iba en el asiento trasero y Virginia en el del acompañante, mire unas cuantas veces a T/n por el espejo retrovisor pero claramente no se daba cuenta.
El silencio no era incómodo pero tampoco debíamos callarnos todo el camino al cine. Trate de sacar alguna conversación pero ninguna de las dos presto la suficiente atención.
Hasta que Virginia reconoció que estábamos muy callados y comenzó hablar sobre la película que veríamos. ¿Hace cuanto se había estrenado? Y ese tipo de preguntas. Todas las preguntas las respondía yo, ya que T/n no parecía muy interesada en el tema.
Bajamos del auto y de inmediato entramos al cine, dónde compramos las entradas y en primer lugar. Entramos a la sala de cine dónde la película estaba por comenzar. Fuimos a los asientos asignados y yo me senté en el medio, T/n a mi derecha y a la izquierda Virginia.
En el transcurso de la película que era de comedia varios reían y varias veces mire a T/n la cual me regaló una sonrisa. Por otro lado Virginia atenta miraba la película, apoye mi ante brazo sobre el respaldo de los asientos cuando T/n también intento apoyar su brazo.
— Lo lamento — Murmuré y trate de quitar mi brazo, ella negó con la cabeza y pretendió dejarme el lugar. — Podemos compartirlo.
Alzó una ceja, tome su mano para entrelazarla con la mía y apoyar el brazo en el respaldo de los asientos. Note su nerviosismo y sin mirarme continuo su vista en la película.
Sonreía de a ratos, al darme cuenta que esto no podía controlarlo. Sentirme tan tonto al estar cerca de T/n, era algo que me hacía poner la piel de gallina en tan solo pensarlo.
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𝐄𝐯𝐢𝐥 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬
Short Story𝐄𝐯𝐢𝐥 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 | Aidan Gallagher Para una adolescente de diecisiete años nada anda mal, tiene amigos, usa su celular cuando se aburre, tiene a su madre la cual la apoya en todo lo que puede y aunque pasar por la adolescencia es complicado ell...