Twenty - Three

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No dejaba de mover mis labios junto a los de Aidan, sentía ese sabor a vainilla en sus labios, ¿acaso usa bálsamo?

Colocó sus manos en mis mejillas y comenzó acercarme mucho más a sus cuerpo. Sentía ese cosquilleo en la boca del estómago y una sonrisa se me escapó.

Se alejo de mí.

— Lo lamento — Murmuro, pero antes que siga hablando plante mis labios sobre los suyos.

Pase mis manos alrededor de su nuca, acercándome mucho más. Bajo sus manos hasta mi cintura para apretar un poco.

No recuerdo el momento en que me senté sobre sus piernas, apretó mi trasero con suavidad pero no era suficiente. Quizás las copas que me había tomado me estaban afectando ahora mismo.

Sentía la gran necesidad de besarlo y rogarle que me toque aunque esto se esté saliendo de control. Lleve mi mano al botón de su camisa, desabroche dos de sus botones cuando quito mi mano de inmediato.

— Aquí no — Negó

— Porfavor Aidan

Rogué desesperada, maldita sea. Lo que me había hecho decir.

Note su manera de pensar dos veces lo que le había propuesto, subió su mirada y comenzó a besarme. Estaba tan entusiasmada de besarlo que no note cuando ya estábamos en el asiento trasero.

Aidan. G

Sigo sin entenderla, sigo sin saber que es lo que realmente siento por T/n, pero sin dejar de tratarla como si fueramos algo. Ella realmente me vuelve loco, en el buen sentido. Quiero acariciarla, y sentirla, es diabólico pensar lo que pienso. Verla de una manera tan distinta todos los días.

Ella gira por mi mente todos los segundos, haciendo cualquier cosa que me meta en esta locura, no la culpo a ella. Me culpo a mí, por caer en algo como esto.

La culpa me carcome, pero no dejaría que eso arruine está noche, dónde la oportunidad no falta, y el deseo de ambos está cada vez más cerca de la locura.

Decaigo mi cuerpo sobre el de ella, sin dejar todo mi peso, paso una mano por su mejilla y sonrió al ver lo hermosa que es estando recostada.

Estábamos en los asientos traseros, no podría dejar de mirar su figura y su manera tan provocativa de mirarme, me acerco a sus labios pegandolos con los míos.

Suelto una sonrisa para comenzar a quitar su ropa, con rapidez, ya estaba en interiores. En este momento no importaba nadie más que T/n, me ayuda a quitar la camisa y es cuando todo esto comienza.

Verla tirar su cuello hacia atrás cada vez que besaba su cuello, me hacía estremecer. Dando suspiros y disfrutando del momento. Preferiría un lugar más privado, pero al parecer los autos son los fetiches de todos.

Abrí sus piernas quitando su ropa interior, mire sus ojos y ella algo avergonzada sonrió. Baje mis pantalones dejando ver mi erección, cuando estaba por buscar un condon, ella me tomo del brazo extendiendo un condon en su empaque.

Lo tome para abrirlo y colocarlo, no tarde en penetrarla. Soltó unos gemidos ahogados, note que había sigo doloroso y pare.

— Duele — Mordió su labio inferior

— Pasará pronto — Murmuré, colocó sus manos sobre mi espalda.

Note su apretón cuando volví a penetrarla, esos gemidos inolvidable y su piel junto a la mía. Cuerpos pegados y sintiendo placer.

Bese sus labios y quite su mano de mi espalda para llevarla hacia arriba, junte mi mano con la suya, entrelanzandolas, jugando con ella, distrayendola, así el dolor pasaría y podría gozar, sentír lo mismo que yo.

— Oh

Soltó un gemido y volví a penetrarla con más rapidez, entrando y saliendo, jugando con su mano y mirando esas expresiones que me gustan tanto. Cerro sus ojos y continuo gimiendo.

— Aidan

Era el momento, era el momento de hacerla disfrutar, de que vea todo lo que puedo hacer. Pase mi mano por su pecho hasta llegar a su hombro y bajar la tira del sostén.

Acerque mis labios para dejar besos, la manera que disfrutaba hacerlo es realmente inexplicable. Ella gemia como si no hubiera un mañana. Arqueó la espalda y frunció el ceño.

Acerque mis manos a sus muslos para apretarlos, sus paredes vaginales ahorcaban mi pene, si seguía así, lograría correrme y darle un buen orgasmo a ella también.

Coloque sus muslos sobre mi cintura y seguía hasta que sentí un calor sobre mi espalda, esa bomba de sensaciones que me inundó. Solté un suspiro pesado, respirando con rapidez.

T/n cerro los ojos y coloco su mano sobre su rostro. Está había sido una de las mejores noches, salí de ella y me recosté aun lado.

El silencio inundando el momento, estaba por decir algo cuando escuché la risa de T/n. La mire y está me regaló una sonrisa

— Eso fue increíble — Dijo ansiosa. — ¿Sabes porque?

Sonreí para negar con la cabeza

— No lo sé.

— Porque fue contigo — Sonreí de lado para acercarme a sus labios y besarla

— Fue increíble porque fue contigo T/n — Dije

Pasó su mano por mi nuca para traerme hacia ella, subiendo me nuevamente sobre su cuerpo. Me beso apretando un poco mis mejillas.

— Hagámoslo otra vez — Susurró.

Solté una carcajada, me encanta esta chica.

— Lo que tú quieras...

En ese momento el celular comenzó a sonar. ¿Quien diablos interrumpía tan bello momento? T/n suspiro y solo me encogí de hombros, tome el celular y de quién provenía la llamada me saco de mis bellos momentos junto a T/n.

Maldita sea, como pude olvidarme de Virginia.

— ¿Quien es? — Pregunto T/n

Tape su boca con la palma de mi mano, aún estaba encima de T/n. Atendí la llamada, colocando el celular sobre mi oído.

Aidan, ¿Estás bien? — Virginia parecía preocupada

Claro, Vir...

Creí que sucedió algo, hace más de una te fuiste de la fiesta... Aquí todo está demasiado ruidoso

Lamento tardar, ya estoy llegando. Hay mucho tráfico — Mentí

— ¿Un sábado a las cinco de la mañana?

Maldita sea

— Si, no sabes cómo está el tráfico, juro que en cinco llegó.

Antes que pudiera decir algo colgué la llamada, me acerque a los labios de T/n besándola de manera apasionada.

— Prometo darte lo que pides, corazón —murmure en su oído.

La mire y ella sonrió, volvió a besarme.

𝐄𝐯𝐢𝐥 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora