Fourteen

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La alarma del celular me hizo despertar. Mire la hora, y aún tenía tiempo para desayunar algo y quizás acompañar a T/n a su hogar. Me puse de pie para ir directo al baño y lavar mis rostro, mis ojos estaban hinchados y mi estómago rugía por el hambre. Abrí la puerta de mi habitación y lo primero que ví fue a T/n, envuelta de mis cobijas y su frente con sudor.

Sonreí y me acerque a la cama, tenía que despertarla. Pose mi mano en su hombro y comencé a moverla tratando de que despertara. Se movió pero no reaccionó. Me di cuenta que no iba a despertar tan fácil y que iba a tardar demasiado en hacerla que despierte.

— T/n — Susurré — Tienes que despertar —  Volví a moverla, en ese momento sus ojos se abrieron y frunció el ceño mientras me miraba fijamente. Me estaba asustando un poco, no despegaba su vista de mí. — ¿Estás bien?

Se sentó en la cama y me di la vuelta intentando no reír al ver su cabello inflamado y despeinado. Tosí y trate de ponerme lo más serio posible. Sus ojos se cerraban y se abrían, aún estaba dormida y debía despabilarse.

— Son las nueve en punto, en una hora debo irme. — Asíntio — Te espero en la cocina — La mire una vez más para darme la vuelta e irme de la habitación dejándola sola.

Con rapidez prepare el desayuno para ambos, estaba realmente apurado y no abría tiempo si ella seguía tardando. Hacé casi media hora se había metido al baño y aún no salía, ¿qué tanto hacia ahí dentro? Debía lavarse el rostro y salir es todo. Simple.

Escuché la puerta del baño abrirse y me di la vuelta. T/n estaba descalza y con un suéter mío, ¿de dónde lo había sacando? no tenía idea, deje mi desayuno sobre la mesa pequeña y al igual que el de ella. Tenía el cabello amarrado y tenía algunos mechones sueltos..

Me miró y se sentó sobre la silla alzando ambas piernas para abrazarlas. Serví las tostadas en el plato y de las entregué al igual que el café que había preparado para ella. Bajo las piernas y poso ambos codos sobre la mesa para tomar una tostada y morderla. Yo solo la miraba de re ojos, esperando a que dijera algo y no tenga que hablar simplemente yo.

— Está buena — Alzó la tostada enseñándome. Asentí y mordí la tostada mía para tomar un sorbo de café. — Tome tu suéter.

— Si, ya lo sé

— Este departamento es muy frío y no traje un abrigo. Tranquilo lo dejaré de nuevo en su lugar

— No hay drama. Ahora desayuna y luego tendré que acompañarte hasta tu casa. — Negó

— Mamá entra a las diez al trabajo, si llego así sabrá que me escape y la verdad... — Asentí — Le envié un mensaje de texto para que supiera que fui sola al instituto.

— Debo ir a a universidad a dar un examen. Yo... Me gustaría que te quedes pero...

— Te entiendo, y te aseguro que no quiero quedarme en tu apestoso departamento — Bueno al menos lo intente. Rodé los ojos y tome otro sorbo del café.

— Entonces ¿dónde piensas ir? No dejaré que te quedes por ahí vagando — Rio con sarcasmo — Dime

— ¿Porqué debería de contarte algo a tí? Tú y yo no somos amigos y jamás te contaría algo a tí. Buchón — Se puso de pie y se fue a la habitación. Mordí mi lengua para no hablar de más y que comience una pelea. Entro a la cocina nuevamente con su calzado puesto y me miró.

— Gracias por dejarme pasar una noche en tu... — Miro a su alrededor — chosa, nos vemos luego — Se dió la vuelta para caminar hacia la puerta cuando la detuve de inmediato. Que rápido soy.

— No te vayas — La mire de arriba abajo — Te invito a la universidad

Hizo una expresión de desagrado — Na, estará aburrido

Negué — Ya veras que no. — Suspiro para mirar la hora en su celular.

— ¿Creés que me dejen entrar?

— Claro que te dejarán entrar — Haría cualquier cosa para que no se vaya por ahí con quién sabe quién.

T/n estaba en la cocina y yo en mi habitación buscando que ponerme. Hoy era un día muy importante y debía estar presentable para dar el examen.
Cuando termine de vestirme tome algunos folletos y papeles importantes al igual que mi maletín y salí de la habitación, T/n me miró y comenzó a reír.

— ¡Que idiota te ves con esos lentes! — Me apuntó y desvíe la mirada. Reía a carcajadas y sin importancia tome mi celular para meterlo dentro de mi bolsillo.

— Mono tonto — Murmuré y abrí la puerta, sentí un golpe y me di la vuelta para mirar a T/n con el ceño fruncido.

— ¿Cómo me llamaste?

— Tú empezaste — La apunte — No puedes quejarte. — Rodó los ojos y se acercó a mí para salir del departamento.

Cerré con seguro y ambas caminamos hasta el ascensor. La tensión era tremenda, trague en seco mientras manteníamos una distancia entre ambos. Ella junto sus manos mientras miraba al frente y parecía no sufrir ni un poco de nerviosismo.  Aunque mis manos sudaran por los nervios me gusta estar así, soy algo masoquista.

Estábamos en el piso tres recién, no faltaba mucho para bajar del ascensor. Las puertas se abrieron dejando ver a Georgina, una vecina un tanto molesta, tiene casi mi misma edad y siempre trata de coquetearme y me insinúa cosas. No niego que es bonita pero no estoy interesado.

Me sonrió para abalanzarse y darme un beso en la mejilla, por suerte estaba T/n presente o si no ella se querría aprovechar de que estemos solos en el ascensor y no quiero oír sus insinuaciones sexuales.

— Hola Aidan

Le di una sonrisa forzada y volví a mirar al frente apretando el maletín con fuerza, ella estaba en el medio y T/n de la otra punta. Mire a T/n y está alzó una ceja para caminar hasta donde yo estaba y ponerse en el medio.

— Se hace tarde — Murmuro y ví de reojos a Georgina cómo miraba a T/n.

— S-Si — Trague en seco y en ese momento sentí la mano de T/n sobre la mía, me quito el maletín y con fuerza lo sostuvo. Aunque no me fijara un segundo en Georgina podía sentir la bronca que tenía.

Salimos del ascensor y de inmediato me di la vuelta para mirar a T/n la cual al igual que yo comenzó a reír. Él de seguridad abrió la puerta principal del departamento y ambos salimos. Cruzamos la calle entrando al parque. Si en este examen me iba mal, sabía de quién era la culpa.




𝐄𝐯𝐢𝐥 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora