15 | A good heart.

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| Un buen corazón.

Es casi la una de la mañana cuando reviso la hora, sentada junto a Scott en la mesa del comedor y sintiendo como el aire es demasiado pesado y casi no puedo respirar

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Es casi la una de la mañana cuando reviso la hora, sentada junto a Scott en la mesa del comedor y sintiendo como el aire es demasiado pesado y casi no puedo respirar. Toda la casa huele a café y el silencio nos envuelve casi totalmente, único interrumpido por la voz de la contestadora de los celulares de Melissa y Argent que repite una y otra vez el mismo mensaje sin parar.

Allison tiene la mirada fija en su celular, escuchando el mensaje nuevamente desde la contestadora de Melissa, con una taza de café vacía que ya ha rellenado al menos dos veces desde que llegamos frente a ella y una expresión seria. Scott corta la llamada al oír que el mensaje comienza a repetirse, así que ella vuelve a llamar a su padre aún si sabe que el resultado será el mismo que todas las veces anteriores.

Lo sentimos. El número que marcó no se encuentra disponible. Revise el número o marque de nuevo. Esta es una grabación. —Cuelga la llamada y de nuevo vuelve a ser el turno de Scott, colocando el celular en altavoz—. Lo sentimos. El número que marcó no se encuentra disponible. Revise el número...

—Scott... —murmuro.

—... o marque de nuevo. Esta es una grabación —completa la contestadora.

Allison lleva su mano nuevamente a su celular para volver a llamar a su padre cuando Scott corta la llamada, pero Parker se le adelanta y toma su celular para alejarlo de ella mientras que yo hago lo mismo con el de Scott, mirando a Isaac, quien se ve igual de miserable que ellos dos e incluso Parker se ve mal, pero él es mejor manejando esto de perder figuras paternas porque ha tenido que pasar por lo mismo en varias ocasiones y es espantoso saber que ha sufrido tanto como para ni siquiera verse tan mal.

Sujeto la mano de Scott por encima de la mesa, intentando entender que puedo hacer para ayudarlo porque me rompe el corazón verlo tan decaído, sus ojos marrones sin el más mínimo destello de esperanza que siempre tiene. El silencio que a menudo busca romperme el corazón en mi hogar ahora está cernido sobre la casa de los McCall, algo que nunca imaginé que sucedería porque este lugar siempre se sintió como un refugio, pero Melissa ya no está.

— ¿Qué hacemos ahora? —pregunta Liam, apoyado contra la isla de la cocina y con la mirada puesta en los demás.

—No podemos escondernos de ellos —asegura Malia, tomando asiento junto a Isaac y mirándolo en busca de comprobar su estado, lanzándome una mirada en busca de un poco de ayuda.

Me encojo de hombros, sin saber que hacer exactamente. Él nunca lloró realmente que su padre hubiera fallecido, sino que lo hizo con las pesadillas sobre su regreso y no sé qué sería conveniente decir o hacer ahora, pero quiero ayudarlo a él y a todos porque no me gusta verlos sufrir.

— ¿Qué hay de Lydia? El Jinete Fantasma le tenía miedo —nos recuerda el cachorro y la imita, adueñándose del lugar a mi lado, mirando a Scott con preocupación.

storm | #7 | teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora