Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon

Capítulo 96: ¿Era pecado tener un estatus elevado?

– ¡Audaz!– Gritó Ning Shu con frialdad mientras balanceaba su látigo, agarrando la espada en la mano de Duan Xinghui y arrojándola con un movimiento de su muñeca. La espada se clavó en la pared y se quedó allí, temblando ligeramente.

Todo esto había ocurrido en unos pocos segundos. Duan Xinghui se sorprendió al descubrir que la espada ya no estaba en sus manos, luego miró hacia Ning Shu sin comprender. Hoy Ning Shu vestía un atuendo muy simple, ropa de montar de dama, y se veía muy valiente y heroica.

Le habían quitado la ropa preciosa y las horquillas y no le quedaba ni un solo artículo superfluo. Duan Xinghui nunca había visto a Jiahui así antes. Ella era incomparablemente refinada y fría; la mirada con la que lo observaba era incomparablemente fría e indiferente.

Por alguna razón desconocida, Duan Xinghui sintió una fuerte sensación de pérdida en su corazón. Se había acostumbrado a que Jiahui lo mirara con una mirada llena de adoración. El hecho de que algo que siempre había estado allí desapareciera de repente inevitablemente hacía que la gente se sintiera frustrada.

Duan Xinghui sintió que era la gloria de un hombre tener una mujer de alto estatus como una princesa que lo admirara, por lo que no pudo evitar sentirse molesto y decepcionado cuando algo que naturalmente debería estar allí ya no estaba.

–Este general saluda a la princesa–. Aunque no estaba dispuesto, todavía tenía que saludarla. Esto era algo que Duan Xinghui no se atrevía a aceptar. Él, un hombre, en realidad tenía que saludar a una mujer, ¡e incluso a su futura esposa! No tenía forma de aceptar esto con su elevado ego.

Ning Shu escogió. – ¿Este general? Duan Xinghui, ¿el Hermano Mayor Imperial te ha restaurado el rango de general para que te atrevas a referirte a ti mismo con 'este general'?

En la historia original, Duan Xinghui no había sido despedido por Li Wen, pero ahora que lo había sido, su estado coincidía irónicamente con el de Er Ya. Ning Shu mostró una sonrisa llena de desprecio. Jiahui, que era una princesa noble, incluso tuvo que rebajarse para cuidar del machismo egoísta de Duan Xinghui.

Pero ahora que Duan Xinghui ya no tenía un estatus para que Er Ya lo admirara, ¿cómo le iría a este par de patos mandarines de amor verdadero?

[Los patos mandarines representan una pareja amorosa]

El corazón de Duan Xinghui se hundió y dijo en voz baja: –Este plebeyo sin valor sabe que la Princesa le guarda rencor, pero la madre de este es inocente.

"Dios, ah. Entonces, ¿en este momento Duan Xinghui estaba tratando de hacer justicia para Madame Duan?" Ning Shu soltó una risa fría y luego dijo: –Esta princesa no le hizo nada a Madame Duan, pero incluso si esta princesa lo hubiera hecho, ¿qué puedes hacer tú?

Oprimir a alguien con tu estatus era un sentimiento demasiado refrescante. Cuando vio que Duan Xinghui apretaba los puños con furia contenida, solo tuvo que darle una patada extra en su lugar más doloroso.

Dado que Duan Xinghui era el protagonista masculino de este mundo, instintivamente sentía como si el mundo entero girara a su alrededor.

Ahora que había sido humillado por Ning Shu de esta manera, solo había un pensamiento en su mente, y es que era una suerte no haberse casado con esta mujer parecida a un escorpión.

– ¡Plebeyo audaz y malvado! No solo querías irrumpir en la Residencia de la Princesa, ¡incluso querías atacar a esta princesa! – Ning Shu articuló esto en voz alta y clara, haciendo que las orejas de Duan Xinghui se pusieran rojas de vergüenza.

Abruptamente levantó la cabeza para mirar hacia Ning Shu con los ojos llenos de una decepción y un disgusto no ocultados. –Princesa Jiahui, nunca pensé que en realidad fueras alguien así: ¡arrogante, despótico, irracional y despiadado! No tienes ni rastro de la virtud que deberían tener las mujeres.

– ¿Sabes por qué no me gustas? Es porque siempre eres así. Cada uno de sus movimientos se basa en la etiqueta, sujetos a reglas, rígidos y antinaturales. Siempre estás haciendo alarde de tu alto estatus. ¡Tú nacimiento no te da derecho a mostrar desdén por otras personas!

–Er Ya es diferente. Es vivaz y brillante como el sol, y nunca se pone aires artificiales. Su belleza simple y pura es como un viento fresco de primavera.

Ning Shu: Puff...

Le dolían los pulmones por ahogarse con su propia saliva. ¿Qué tipo de lógica era esa? ¿Podría ser que fue culpa de la Princesa Jiahui por haber nacido en una familia acomodada, que fue un pecado tener un alto estatus? Dios, ah, esta lógica era increíble.

Ning Shu tradujo la perorata que había dado Duan Xinghui. Casi había dicho que tu estado era demasiado alto y me oprimía hasta el punto que no podía respirar, por eso no me gustas.

"Al diablo con eso". Ning Shu levantó un dedo medio en respuesta.

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