Ning Shu caminó a lo largo de la parte superior de la majestuosa muralla de la ciudad y miró los cadáveres que colgaban debajo. Luego, desvió su mirada hacia la distancia. Más allá de la vasta pradera había montañas nevadas. Esta fue la magnificencia que se pudo presenciar en la frontera.
Cai Sang, que estaba con armadura, siguió a Ning Shu y preguntó:
–Princesa, la gente del norte de Mongolia tiene tierras tan vastas, entonces, ¿por qué siguen insistiendo en robar nuestras cosas?
–Robar puede volverse adictivo y es muy fácil cosechar sin sembrar. Los tártaros no son personas que se atrevan a soportar las dificultades de la siembra y la crianza –, dijo Ning Shu con suavidad.
Tal vez fuera porque He Lianying se había lesionado, que últimamente ningún tártaro vino a perturbar la frontera. Todos los días, además de practicar artes marciales, Ning Shu solo practicaba con el látigo mientras pensaba en formas de derrotar a la caballería de los tártaros.
La fuerza más poderosa que tenían los tártaros era su caballería. Tanto sus caballos como su gente tenían un físico muy fuerte, por lo que tuvo que encontrar una forma de lidiar con ellos. No había forma de que realmente pudieran usar la vida de un centenar de personas para intercambiar por la vida de un tártaro de Mongolia del Norte. Si hicieran eso, el corazón de Ning Shu se derrumbaría. Prácticamente estaría tirando vidas por el desagüe.
Definitivamente había otra forma.
Mientras Ning Shu caminaba tranquilamente por la muralla de la ciudad, se topó con Duan Xinghui. Duan Xinghui se acercó y ahuecó su puño a modo de saludo.
–Este general saluda a la princesa.
Ning Shu respondió con un 'em' frío y pasó junto a él. Duan Xinghui vio que la Princesa Jiahui ni siquiera se molestó en mirarlo y no pudo dejar de preguntar: –Princesa Jiahui, ¿se irá con el Segundo Príncipe de Mongolia del Norte?
Ning Shu se detuvo, caminó y se dio la vuelta para mirar hacia Duan Xinghui con el ceño fruncido. –Guardaespaldas Duan, ¿este asunto no parece tener nada que ver contigo? Además, no es tu lugar cuestionar los asuntos entre esta princesa y el segundo príncipe de Mongolia del Norte. ¡Si te atreves a difundir este tipo de rumor en el ejército, esta princesa no te dejará ir!
Duan Xinghui se inclinó levemente y dijo: –Este general entiende.
Ning Shu soltó un bufido frío y regresó al cuartel con Cai Sang.
Los tártaros se especializaban en saqueos, por lo que su infantería no podía compararse en absoluto con su caballería.
Grandes copos de nieve cayeron del cielo como plumas ligeras. En menos de un día, todo quedó cubierto de nieve.
La expresión de Shen Feng se volvió muy seria. Era típico que las ovejas y las vacas murieran congeladas en este tipo de clima, y ese era el momento en que los tártaros solían saquear. Envió a muchos soldados de élite a explorar las áreas.
Ning Shu todavía no había encontrado una forma de lidiar con la caballería, pero la forma más efectiva era usar arcos y flechas para matar a los tártaros a tiros.
Shen Feng ya no era joven y no tenía mucha confianza en poder obtener una victoria. Por lo tanto, su mentalidad no era lograr la victoria, sino evitar errores y proteger la frontera.
Mientras tanto, Ning Shu quería infligir un daño grave a los tártaros, por lo que le dio a Shen Feng la sugerencia de poner muchos arcos y flechas en la muralla de la ciudad.
Shen Feng asintió en respuesta a sus sugerencias y dispuso que sucediera. Duan Xinghui había estado siguiendo el lado de Shen Feng todo este tiempo y ayudando con todo tipo de cosas. Ahora que una gran batalla estaba a punto de comenzar, Duan Xinghui sintió que debería tratar de consolar a Ning Shu. –Princesa, en realidad, solo tenemos que proteger las murallas de la ciudad para que cuente como nuestra victoria.
Ning Shu se quedó sin palabras. ¿Qué quiso decir Duan Xinghui al decirle esto?
Ning Shu también estaba haciendo preparativos para la batalla entrante.
–Princesa, por favor déjenos acompañarlas esta vez– Cai San suplicó a Ning Shu. –Todas ellas también quieren ir.
En el momento en que Ning Shu salió de su tienda, vio al ejército femenino de pie en ordenadas filas frente a ella. Estas mujeres no eran muy hermosas y no tenían figuras atractivas, pero ningún hombre podía compararse con el aura imponente que poseían.
Sus expresiones eran serias. Cuando vieron salir a Ning Shu, todas se arrodillaron sobre una rodilla. –Saludos, Vanguardia Izquierda.
En respuesta, Ning Shu gritó: – ¡Levántate! En un tiempo, habrá una gran batalla. ¿Tienes miedo?
– ¡No tenemos miedo!– Las voces de las mujeres no eran tan bajas como las de los hombres, por lo que cuando se mezclaban hacía un sonido muy melodioso.
–A partir de ahora, empieza a practicar con arco y flecha. Al disparar un arco, debe prestar especial atención a la fuerza del brazo. Una ballesta es la mejor forma de derrotar a los tártaros, así que empieza a practicar ahora.
Ning Shu señaló al objetivo. –Dispara hacia el objetivo.
Ning Shu demostró, tirando el arco hacia atrás y soltando la flecha hacia el centro del objetivo. La flecha salió disparada con tanta fuerza que atravesó directamente el corazón del objetivo.
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Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon
Science FictionQuick Transmigration Cannon Fodder's Record of Counterattacks 快 穿 之 炮灰 女 配 逆袭 记 Ning Shu había caído muerta. Pero en una explosión de buena fortuna se convirtió en una encargada de contraatacar en busca de carne de cañón lamentable. Por lo tanto, Ni...