Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon

Capítulo 193: Ven aquí, déjame sentir

Cuando Ning Shu escuchó que el tío médico de la escuela en realidad quería que ella rompiera una barra de acero, pensó que estaba escuchando cosas.

– ¿Por qué quieres que lo rompa? – preguntó Ning Shu.

El tío médico de la escuela miró hacia Ning Shu y sus lentes se volvieron blancos por la luz refractada, lo que lo hizo lucir extremadamente peligroso. Ning Shu inmediatamente levantó la barra de acero del suelo sin decir una palabra más.

–Usa todas tus fuerzas para hacerlo–, dijo el tío médico de la escuela.

Ning Shu asintió y giró su fuerza interior mientras ejercía su fuerza sobre la barra de acero. No logró romperlo, pero se dobló. Ella preguntó: – ¿Está bien?

El tío médico de la escuela asintió, luego extendió la mano para tocar el brazo de Ning Shu. Ning Shu tiró inmediatamente la barra de acero y corrió lejos antes de volverse para mirarlo con recelo. –Tío, ¿qué estás haciendo?

Demonios, era aterrador ser tocada por él.

–Solo estoy probando tu fuerza. Vi antes que pareces inusualmente fuerte –. El tío médico de la escuela hizo una seña a Ning Shu. –Ven aquí, déjame sentir.

Ning Shu: Pfff....

–Ven aquí, déjame sentir tu músculo–, repitió el tío médico de la escuela. Ning Shu se sintió incómoda de pies a cabeza.

La razón por la que era inusualmente fuerte era porque había practicado las Artes Marciales Insuperables. Hablando de eso, cada vez que recordaba el nombre de este manual de fuerza interior, se sentía realmente avergonzada.

Ning Shu corrió hacia el tío médico de la escuela. Mientras lo observaba examinarla inexpresivamente, sintió un escalofrío. ¿Por qué sentía que estaba a punto de ser disecada?

Después de que el tío médico de la escuela se hartó de tocarle el músculo, asintió. –Aunque no tienes músculos muy grandes, son muy compactos. Este es el estado ideal –. Los anteojos con montura dorada del médico de la escuela prácticamente brillaban mientras hablaba, lo que asustó tanto a Ning Shu que se sintió a punto de mojarse los pantalones.

¿No podía ser que el tío quisiera diseccionarla? De ninguna manera, ¿verdad? ¿De ninguna manera?

–Aquí están sus cenas–. Fénix se acercó e interrumpió el momento de 'mirada apasionada' del tío médico de la escuela y Ning Shu.

Fénix sostenía dos cajas de galletas comprimidas y dos botellas de agua que le entregó al tío médico de la escuela.

El tío médico de la escuela le entregó a Ning Shu una caja de galletas. Ning Shu lo tomó apresuradamente. ¡Estaba hambrienta!

Cuando Fénix vio esto, sus ojos parpadearon con algo y le dijo a Ning Shu: –Daisy, sal por un segundo. Quiero hablar contigo.

Ning Shu estaba un poco confundida. ¿Por qué Fénix querría hablar con ella? Sin embargo, ella todavía siguió a Fénix. Esta casa era muy tosca; estaba hecha de barro, por lo que sus habitantes ya se habían ido. Era solo un lugar de descanso temporal para el grupo.

Cuando salieron, Fénix dejó de caminar. Ning Shu estaba a unos dos metros de Fénix. Ésta era la distancia más segura de mantener.

– ¿Por qué me buscabas? – preguntó Ning Shu.

Fénix extendió su delicada mano hacia Ning Shu. Cuando vio la expresión completamente desconcertada de Ning Shu, dijo con frialdad: –Daisy, entrega la esencia genética para que podamos completar la misión.

– ¿Esencia genética? No tengo ninguna esencia genética –, respondió Ning Shu.

La expresión de Fénix se volvió más fría. –¡Deja de actuar! Estoy hablando de la esencia genética que arrebató la variante zombi. Tú fuiste el que se lo llevó al final.

Ning Shu actuó como si de repente se hubiera dado cuenta de lo que Fénix quería decir y dijo: –Oh, esa esencia genética. Ya lo perdí. Si no lo hubieras mencionado, ni siquiera lo habría recordado –. Después de eso, Ning Shu puso una expresión de remordimiento. –Hermana Mayor Fénix, lo siento mucho. Todo es mi culpa.

Fénix se molestó cuando Ning Shu la llamó «hermana mayor». Cuando vio lo tonta que se veía Ning Shu, dijo con frialdad: –Daisy, a todos nos envió el mismo departamento de servicios secretos. ¿Quieres que todos fracasen en esta misión y sean castigados por el Comandante Superior?

Interiormente, Ning Shu puso los ojos en blanco. "Ustedes ya han traicionado al país, entonces, ¿por qué les seguiría importando ser castigados? El único en el que esto funcionaría sería la anfitriona original tonta e ingenua".

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