Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon

Capítulo 112: Nombrado como Vanguardia Izquierda

Una vez que la delegación de Mongolia del Norte se fue, Li Wen nombró inmediatamente a Shen Feng como gran mariscal y envió tropas hacia la frontera.

Todos sabían que Mongolia del Norte no se rendiría así.

Shen Feng era un general de unos cuarenta años y abundante experiencia en batallas. Nadie se sorprendió con este nombramiento. Lo que sí les sorprendió fue el hecho de que Li Wen nombró a la Princesa Jiahui, Li Xueshan, como vanguardia izquierda.

Fue un movimiento sin precedentes permitir que una mujer fuera a la guerra, por lo que naturalmente causó una tempestad en la corte. Hubo oleadas de objeciones, pero Li Wen había podido callar a estos eruditos podridos con una sola frase.

–Si no quieren que la Princesa Jiahui vaya, entonces ustedes pueden ir. La mesa estará bien incluso sin ustedes.

Li Wen parecía serio acerca de que ellos, estos débiles funcionarios civiles que ni siquiera tenían la fuerza para amarrar un pollo, fueran a la frontera. Incluso parecía listo para hacer que empacaran y se dirigieran allí en este instante.

Esas personas inmediatamente retrocedieron y se quedaron mudas.

Una vez que Ning Shu recibió el edicto imperial con la cita, comenzó a empacar sus cosas. Era imprescindible preparar todas las necesidades.

Xiao Hong ayudó a Ning Shu a organizar todo, luego preguntó: –Princesa, ¿realmente vas a ir a la batalla?

El edicto imperial ya se había enviado, así que, ¿cómo podría no ser real? Se había exagerado con su jactancia y ahora tenía que comprometerse con sus palabras.

Ning Shu fue a ver a Shen Feng primero. No parecía oponerse especialmente a que Ning Shu se uniera a la batalla y simplemente dijo que el campo de batalla no diferenciaba entre géneros. Ning Shu expresó que seguiría las órdenes.

Sin embargo, Ning Shu no esperaba ver a Duan Xinghui allí, e incluso estaba al lado de Shen Feng.

Ning Shu lo miró sorprendido. Shen Feng se dio cuenta y explicó: –Duan Xinghui es ahora el guardaespaldas de este general. Este general siente que Duan Xinghui es bastante capaz. La única razón por la que perdió la primera vez fue porque no tenía orientación.

Bien, el protagonista masculino era diferente. No importa a dónde fuera, había personas influyentes para ayudarlo. Incluso logró convertirse en el guardaespaldas del gran mariscal, por lo que después de esta batalla, definitivamente se le acreditaría un gran servicio meritorio.

Luego estaba su suerte para agregar. ¿Este tipo estaba a punto de revivir?

Sin embargo, Ning Shu no dijo nada. Cuando se trata de asuntos que involucran a la propia nación, los problemas personales deben dejarse de lado temporalmente.

–Depende del Mariscal decidir–, dijo Ning Shu.

–Xinghui, ayúdame a ver a la princesa salir–, le dijo Shen Feng a Duan Xinghui.

Duan Xinghui ahuecó su puño hacia Shen Feng antes de volverse hacia Ning Shu. –Princesa Jiahui, por favor, de esta manera.

Ning Shu lo miró con indiferencia, luego se volvió y se fue. Duan Xinghui la siguió y notó la forma en que su larga cola de caballo se balanceaba con sus refinados y elegantes movimientos.

Pasó un tiempo y la Princesa Jiahui todavía no le hablaba. Cuando vio que ella lo estaba ignorando por completo, de repente se sintió frustrado y decepcionado de nuevo. Tenía que reconocer que la Princesa Jiahui era una persona muy destacada, y esta vez, se dirigirían juntos al campo de batalla.

Por alguna razón desconocida, Duan Xinghui sintió un poco de entusiasmo.

–Pr... Princesa–. Duan Xinghui quería hablar con Ning Shu, pero en el momento en que Ning Shu salió de la residencia del general, saltó sobre el caballo y se fue sin siquiera mirarlo.

La voz de Duan Xinghui se dejó desaparecer en el viento.

Duan Xinghui no tuvo más remedio que regresar a la Residencia Duan a caballo. Er Ya se emocionó mucho al saber que Duan Xinghui se dirigía al campo de batalla nuevamente. Para decirlo con más precisión, ella se opuso con vehemencia.

–Querido, ¿olvidaste lo herido que estabas la última vez?– dijo Er Ya preocupada. –Fue tan severo. Querido, no te vayas, ¿de acuerdo?

Duan Xinghui se sintió impotente y solo pudo decir: –Soy un militar, los logros y el honor son mi vida. Como soldado, el campo de batalla debería ser mi último lugar de descanso.

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