Todos los caminos [GyuZi]

[🎈; El globo]

~;✩‧₊˚

-¿Qué es esto? Déjenme ir—Mingyu se revolvió en su silla—Dejen de traicionarme.

-Valdrá la pena, ya cállate—Jun solía ser pasivo-agresivo con sus amigos.

Finalmente el castaño dejó de forcejear, aunque solo quería irse, pero sabía que los 5 chicos se lo impedirían (y estaba bastante seguro de que Jun lo golpearía si se levantaba)

Pero todo cambió cuando Jihoon entró al salón con 6 globos morados que deletreaban su nombre, Mingyu se había olvidado por completo de la globatón.

-Globo morado; me gustas—el más alto quedó atónito, no podía creer que Jihoon realmente estuviera haciendo esto.

-Pero tú habías dicho...

-Era para el factor sorpresa...entré en pánico porque te declaraste antes que yo, lo siento—el mayor se veía avergonzado.

Mingyu se levantó de la silla y se acercó a Jihoon viéndolo hacia abajo, su expresión era seria, tanto que estaba petrificando al más bajo. Que lo viera desde arriba lo estaba intimidando, esos 23 centímetros lo asustaban en situaciones como estas.

-Y tú crees que con esto...¿se soluciona?—el menor sólo estaba jugando un poco para asustar al contrario.

-Y-yo...

-Tú—Mingyu tomó los globos de las manos de Jihoon y se los pasó a Jeonghan—Eres impresionante...

La nula expresión del menor estaba matando al pelinegro, sentía ganas de irse y de no haberle pasado aquel papel. Pero incluso peor quedó cuando de un solo movimiento el castaño lo había tomado por ambas manos y lo había tirado hacia su cuerpo, estando así se miraron.

-Me gustas mucho como para seguir fingiendo que no me interesas—susurró uniendo sus labios y escuchando suspiros de alivio de los amigos de ambos.

-Ya nos habíamos asustado, Dios...menos mal salió bien—se escuchaba a los 5 chicos hablando como si no estuvieran a 1 metro de distancia.

-Lamento haber hecho esa nota—susurró el mayor de ambos ignorando a sus amigos.

-Lamento haber sido vengativo y fingir—juntaron sus frentes sonriéndose.

-Te disculpo...¿me disculpas?—las manos de Jihoon acariciaron la espalda baja de Mingyu.

-Te disculpo—volvieron a besarse.

-Agh, que asco—los chicos se separaron ante el comentario de Jun y lo miraron feo—Qué...

-Channie...haz lo tuyo—le dijo Mingyu y el chico enrojeció de inmediato.

-¿L-lo mío?—el pequeño jugó con sus manos un momento.

-¿Le dijiste Channie?—Jun se entrometió, se veía celoso.

-Nos hemos vuelto cercanos últimamente, que él te diga por qué—el castaño rió y sin decir más siguió en lo suyo con Jihoon, susurrándole el plan del menor, pues el pelinegro tampoco lo sabía.

-Hyung...yo...—Dino observaba al chino—Usted me gusta...bastante y bueno, no sabía cómo decírselo así que acudí a Mingyu hyung y me dijo que no le gusta el chocolate y las cartas normalmente le da pereza leerlas...pero le hice esto—el pequeño le entregó una pulsera de hilos—La hice yo mismo...dice Junnie y un corazón.

-¿Tú tienes una con tu nombre?—respondió, al parecer ignorando todo lo anterior.

-Sí...—el menor se había desanimado un poco por la respuesta contraria.

Jun tomó la muñeca del menor desatando la pulsera, dejando al chico bastante confundido. Quedando incluso peor cuando le ató la pulsera que tenía el nombre del chino.

-¿Me ayudas?—preguntó Jun extendiéndole la pulsera que decía "Channie"—No suelo decir mis cosas así...pero también me gustas.

-Pedófilo—Mingyu recibió un golpe por parte de Jihoon—¡Auch! ¿Qué dije?

-Cállate, tonto.

Ante la vergüenza del menor no terminaron besándose, Dino solo se escondió en el pecho del chino luego de abrazarlo y así se quedaron.

-¿Y tú?—le dijo Jun a Cheol, quien solo observaba.

-Yo lo hice antes que todos—tomó a Jeonghan por la cintura y terminó abrazándolo por la espalda—Pero él anda orgulloso porque lo logré y no lo admite.

-Piri íl indi irguillisi pirqui li ligrí y ni li idmiti—se mofó el rubio.

-¿Ven?—todos rieron menos Jeonghan.

-Y yo solo porque Kwan está en otra escuela—dijo Vernon con un puchero y los chicos lo miraron sonriendo con ternura.

-¿Nos vamos a casa?—Mingyu vio la hora y todos tomaron sus cosas, por suerte podían irse juntos ya que vivían cerca.

-En casa podemos hablar mejor—le dijo el menor de todos al Chino y tomó su mano para comenzar a caminar—...sí...hablar.

Dino ya quería besar a Jun, pero no frente al resto.

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En realidad el día no había sido malo, Jihoon recibió el globo de Mingyu junto con una carta y el chocolate que decidió agregar y probablemente esa sería la mayor aproximación que tendría a declararse. Al parecer al pelinegro le había gustado la carta y ahora quería conocer a su escritor, pero la vergüenza no le permitía a Mingyu decírselo.

Igualmente se fue feliz a su casa sabiendo que no iba por mal camino.