[🍲; La Cena]

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-Mingyu, ve a alistarte—la madre del castaño entró sin avisar a su habitación, encontrándolo en ropa interior viendo caricaturas con una bolsa de patatas en el pecho—Y abre la ventana, aquí huele feo.

-¿Alistarme para qué?

-¿Enserio se te olvidó?—Mingyu no cambió su expresión de confusión, por lo que la mujer suspiró—Iremos a comer con la familia de Jihoon porque Chae está de cumpleaños.

-Aah...—se rascó el abdomen—¿Cuánto tiempo tengo?

-Una hora, apresúrate—cerró la puerta y Mingyu se quedó por otra media hora en la misma posición.

-Ahora sí—y cuando al fin se levantó se fue a bañar para poder ponerse bonito.

~;✩‧₊˚

-¿Por qué vamos nosotros?—cuestionó la hermana pequeña de Mingyu—No somos de su familia.

-Porque somos amigas desde pequeñas y nos llevamos bien—contestó la madre ya cansada de tantas preguntas.

-¿Y dónde vamos? Pensé que éramos vecinos.

-A la casa de un familiar de ellos, es más en el campo...Mingyu, juega con tu hermana por favor.

-Estoy ocupado—fue lo único que respondió, para seguir hablando con Jihoon.

-No fue una propuesta, fue una orden—y a todo esto el padre de Mingyu solo reía—Tú cállate, me deprime que no nos hables para "concentrarte en el camino"

-Es mi excusa para no pelear con lo niños, suerte amor—el hombre sonrío mostrando los dientes.

[•••]

En cuanto llegaron poco se demoraron todos los miembros de la familia en dispersarse con sus personas de interés, aunque Hyunbin jamás había visto a ninguno de esos niños, igualmente hizo amigos apenas llegó, era la magia de los hermanitos Kim.

-Feliz cumpleaños señora Chae—dijo Mingyu sonriendo.

-Agh~ no me digas así...aún soy una jovencita—habló ofendida, por lo que el chico solo rió algo incómodo—En fin, Jihoon está por allá con sus primos, en un rato los llamaremos a comer.

Y luego de asentir se fue con su amigo, estando obligado de jugar con sus primitos pequeños y de paso, su hermana. Por suerte a los 20 minutos ya estaban siendo todos llamados a una enorme mesa, los 4 padres estaban sentados juntos y, más lejos, Jihoon con Mingyu, por otro lado estaban los niños pequeños en su propia mesita apartada.

-Me alegra que estés aquí, esos niños me desquician—le susurró el pelinegro al menor.

-Es porque eres hijo único, si no, no te molestaría tanto—Mingyu rió bajito.

-Tienes razón...en fin—el mayor suspiró—¿Te gusta el pescado?

-Sabes que me gusta, literalmente la primera vez que salimos a comer todos juntos comimos pescado—ambos chicos rieron—¿Por qué preguntas?

-Porque al perro de mi tía también le gusta—Mingyu solo lo miró con la boca hecha una línea—Porque la cena es pescado, tonto.

-Ah—se quedó sin expresión por unos segundos—Que rico—y terminó sonriendo.

-Ahí vienen los platos, intenta no babear demasiado.

-No prometo nada.

Y en cuanto todos tuvieron su plato pudieron comenzar a comer, pero Jihoon tomó la mano del menor -que ya casi estaba desesperado por poder comer- pues su madre se había levantado para decir algunas palabras. El castaño seguía agradeciendo que aquella mujer no fuera de muchas palabras, o bueno, sí lo era, pero era de más palabras malsonantes que otra cosa y eso no podía decirlo aquí.

-Bon appetit, que he estado sin comer desde que supe que vendríamos—habían sido como 2 horas nada más, pero eso Jihoon no lo sabía.

-Mingyu...—el otro chico solo respondió con un ruido al estar comiendo—Deja de comer.

-¿Qué pasa?

-¿Recuerdas lo que dije del perro de mi tía?

Mingyu estaba claramente confundido—Supuestamente le gusta el pescado, ¿qué pasa con eso?

-Creo que era cierto—Jihoon se veía tan tieso que el castaño incluso rió.

-¿De qué hablas?

-De que vamos a tener que levantarnos, muévete lento que lo angustias.

-No entiendo, Honnie.

-Solo levántate—golpeó varias veces el muslo de Mingyu—Pero lento—muy tarde.

-¿Eh?—el chico ya estaba de pie y Jack, el perro de la familia, ya estaba en faena también.

-MINGYU TEN CUIDA..—pero su grito fue interrumpido en cuanto el perro se les abalanzó encima, pasando también por varios platos.

-¿POR QUÉ YO? AYUDA—preguntaba el más alto intentando quitarse a Jack de encima, pero estando en el suelo y con aquel animal lamiéndole toda la cara era complicado.

-¡Es que no te conoce y encima debes oler a Ahji!—Jihoon estaba dando su mejor esfuerzo—TÍO VENGA YA QUE ESTE PERRO PESA MÁS QUE YO, ¡APAÑE!

Poco se demoró el hombre en reaccionar y quitarle a Jack de encima a Mingyu, quien quedó tirado en el suelo con la respiración agitada y la vista perdida en el cielo, se había asustado. Pasa por tener un perro del tamaño de un peluchito en casa, Jack era un pastor alemán gigante y, por sobre todo, muy amenazante.

-Gyu...ya puedes levantarte—y así lo hizo, ahora también estaba lleno de pelos—Iremos al baño.

Jihoon se llevó al menor de la mano hacia el baño más cercano—Lava tu rostro.

Y mientras lo hacía hizo que el agua salpicara al espejo por estarse riendo, incluso llegó a ahogarse un poco.

-Que buena primera impresión debe tener tu familia de mí ahora—el pelinegro no pudo evitar soltar una risa también.

-La buena impresión debió llevársela Jack, creo que le gustas.

-Entonces tendré que romperle el corazoncito, yo ya tengo a alguien—y mientras secaba su rostro notó ciertas marcas en sus manos—Me mordió las manos...

-A mi me soltó una que otra...es que sabía que lo dejarías por mi.

-¿Cómo se supone que sabes eso?

-Intuición—le sonrió satisfecho—Mejor vamos afuera.

Pero en cuanto Jihoon se disponía a salir Mingyu tomó su brazo y lo atrajo hacia él, le robó un beso y salió sin decir mucho más.

Al estar fuera todos miraron hacia ambos chicos notando al mayor más que sonrojado, pero el castaño solo podía llevar su vista hacia su madre...la pobre no sabía dónde meterse.

-; ·˚ ༘♡ ·˚

Aunque por desgracia, Jack en la vida real era bastante menos amigable, por suerte no causó mayor daño en Mingyu, lo más destacable eran unos rasguños en el cuello que habían quedado bastante rojos.

-La próxima vez procuraré venir con ropa sin pelos de mi perrita, lo juro—reía el castaño mientras Jihoon le ponía una pomada en los rasguños.

-¿Qué te hace pensar que habrá próxima vez?—eso hizo que la risa de Mingyu se desvaneciera lentamente—Odio que te vayas de aquí lastimado...—dijo el mayor con un puchero.

-No te preocupes, suelo irme de todos lados lastimado, ya sabes como soy—y al fin el chico estaba riendo un poco—Por fin ríes, no me gusta verte tan preocupado.

-Te quiero mucho como para no hacerlo...ya está, intenta no tocarlo demasiado.

-Lo prometo—ambos se sonrieron.

Todos los caminos [GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora