Todos los caminos [GyuZi]

[🪡; Los Pantalones]

Era literalmente el segundo día de escuela y Jihoon ya estaba entrando en pánico, no lograba llegar a tiempo a ningún lado y su uniforme le estaba apretando, pues en ningún momento de las vacaciones se preocupó de ir a cambiarlo pensando que aún le quedaba bien.

Así que, resignado se sentó en una banca sintiendo su pantalón apretarle el abdomen y los muslos, creando una tensión bastante incómoda y notoria. Quiso sacar sus audífonos de su mochila, pero al momento de cerrarla, los cuadernos hicieron mucho peso y se cayeron al suelo.

Suspirando ya un poco enojado hizo su cuerpo hacia adelante para recogerlos y un sonido de desgarro llegó a sus oídos, a la vez que la tensión se alivianaba en su parte trasera. Rápidamente se enderezó con los ojos muy abiertos.

-No puede ser, no puede ser, porfavor no...—se dijo a sí mismo sobando sus muslos—porfavor que no me salude, porfavor que no me salude.

-Jihoon~ hola—llegó Mingyu.

Y no lo malinterpreten, no es que no quisiera estar con Mingyu. No quería tener que levantarse para saludarlo.

~;✩‧₊˚

-¿Estas cosas son tuyas?—Mingyu lo miró extrañado y se agachó para recoger los cuadernos del suelo.

-Mingyu, necesito de tu ayuda...—susurró Jihoon, Mingyu lo miró preocupado sentándose a su lado—Mis pantalones se rompieron.

El más alto quiso reír, pero al ver la expresión del mayor supo que no era una broma—Oh, sujeta mi camisa.

El pelinegro se extrañó ante la petición y sostuvo el sobrante de camisa que salía por debajo del chaleco del castaño, el cual se lo quitó y con algo de dificultad se lo ató en la cintura al contrario.

-Ahora podemos caminar a un aula desocupada para coser tus pantalones—le sonrió Mingyu.

-¿Y cómo harás eso?

-Tengo una hermana pequeña, aprendí a coser su ropa antes que cualquier cosa—el castaño acomodó su mochila y tomó la de Jihoon—Podemos ir al salón antiguo de audiovisual.

Y mientras iban caminando Jihoon tomó del brazo a Mingyu, se sentía culpable por haber aceptado el chaleco cuando hacía frío y probablemente el más alto se estuviera congelando. Pero a Mingyu le importaba bastante poco el frío, estar con el pelinegro lo alegraba mucho.

Cuando llegaron el menor dejó ambas mochilas en una mesa y comenzó a rebuscar algo en la suya—Quítate los pantalones—dijo sin ver al contrario.

-¿Tu plan era traerme aquí y violarme o qué?—el más alto rápidamente se dio vuelta sonrojado.

-¡Claro que no! Te dije que coseré tus pantalones—el mayor rió y se sacó los pantalones, luego sentándose en una mesa con el chaleco de Mingyu cubriéndole las piernas.

-¿Siempre traes ese kit?—cuestionó el más bajo ladeando su cabeza.

-Normalmente, sí—le respondió intentando enhebrar la aguja—Hyunbin siempre rompe sus calzas estando aquí y para que no llore se las arreglo.

El corazón de Jihoon se derritió, se le hacían muy tiernas las atenciones que tenía el menor con su hermanita, fue una de las primeras cosas que le llamaron la atención de él.

-¿Y no se volverá a romper si me lo pongo?

-No debería, pero debes ser muy cuidadoso...en especial si se rompió porque te queda pequeño y no por una costura mal hecha...

-¿Entonces estoy perdido y tendré que pasearme mostrando el trasero?—Mingyu soltó una risa.

-Es un lindo trasero en todo caso...

-Eso fue raro.

-Lo sé, pero me da igual—el castaño le sonrió a un sonrojado Jihoon—Ten, póntelos~

-No me mires...—Mingyu tapó sus ojos con sus manos y el pelinegro prosiguió a vestirse—Listo.

El más alto miró a Jihoon y sonrió con ternura, este le devolvió la sonrisa y dio un paso, poco se imaginaba que nuevamente los pantalones se abrirían, haciendo un estruendoso sonido. Ambos suspiraron.

-Creo que mejor debes quedarte con mi chaleco...así no se verá tu trasero..

-Pero no quiero que andes sin él...te dará frío, hay bastante viento—el mayor hizo un puchero—Aunque tengo una solución...¿tienes alguna clase importante hoy?

El castaño negó con la cabeza.

******

-¿Estás cómodo?—Jihoon miró al menor.

-Sí y bastante calientito—ambos rieron.

Resulta que la gran idea de Jihoon era quitarse los pantalones para que no se rompieran más y acurrucarse juntos, claro, él taparía sus piernas con el chaleco del menor y así no sería taaaan raro.

-Es extraño que aceptaras el plan, ¿no crees?

-Debía aprovechar mi oportunidad—Mingyu se alzó de hombros.

-¿Aprovechar?

-Cuándo alguien te gusta debes hacer todo lo posible para estar con él, es lógico—comentó como si fuera algo sin importancia.

-¿Qué?—Jihoon se había sonrojado notoriamente y miraba al castaño con los ojos muy abiertos.

-Saca tus propias conclusiones...

-También me gustas.

-¿Qué?—los roles se habían invertido.

-Saca tus propias conclusiones—se burló el mayor sacándole la lengua, Mingyu quedó atónito—Y ya que nos confesamos estas cosas, es momento de pasar al siguiente nivel y hacer esto más divertido.

Jihoon se acomodó sobre Mingyu, dejando sus piernas a los costados del cuerpo ajeno y rodeó el cuello del menor con sus brazos.

-Es raro estar así sin pantalones—susurró y sin esperar más unió sus labios con los contrarios.

Poco tiempo se demoró Mingyu en pasar sus manos a la cintura del más bajo y apegarlo más a su cuerpo, aunque le había costado adaptarse al ritmo del beso por su nerviosismo, finalmente lo hizo, sintiendo mariposas en su estómago y cosquillas en partes que son mejor no mencionar.

-¿Qué es eso bajo mi trasero?

-Saca tus propias conclusiones—respondió bastante sonrojado y antes de que el pelinegro pudiera burlarse o decir algo, volvió a besarlo.

-; ·˚ ༘♡ ·˚

Finalmente ese día terminó siendo un caos, pues los pantalones de Jihoon no dejaban de romperse y cada vez que intentaban tener una solución que durara más de unas cuantas horas, algo se interponía.

Así que, Jihoon terminó yendo a su casa con el chaleco de Mingyu y este muriendo de frío en la escuela.

Al menos cuando le pasaran su abrigo estaría con el aroma del mayor...