[❌; El Abusivo]

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Mingyu conocía bastante bien a Jihoon y sabía que él jamás sería capaz de golpearlo por el simple hecho de hacerlo, pero a veces le gustaba imaginarse personalidades distintas para su querido enamorado.

Y estando acostado en su cama recordando a Jihoon bestia por los videojuegos, no pudo evitar pensar en él como un chico realmente agresivo y abusivo.

~;✩‧₊˚

Para todos es conocido el estereotipo de bully alto, musculoso y guapísimo (a no ser de que hayas crecido con Francis, el bully de los padrinos mágicos) y bueno...Jihoon era guapo, muy guapo...omitamos los otros dos puntos.

Y por ello era muy extraño de ver que un chico flacucho, que mide 1,64...acose al corpulento capitán del equipo de básquetbol que mide 1,87. Claro, Jihoon tiene una mirada juzgadoramente penetrante que te destroza el alma...pero de un solo manotazo Mingyu podría dejarlo vacacionando en Eslovaquia.

-Muévete, raro—el pelinegro empujó hacia un lado el cuerpo del menor, moviéndolo exactamente 0 centímetros.

-Oh...lo siento—Mingyu se movió dejando que el más pequeño pasara, quien le dio un codazo en las costillas en cuanto lo hizo.

-¿Por qué dejas que te trate así?—Cheol se notaba enojado ahora que su amigo se sobaba la zona afectada.

-¿Que me trate cómo?

-Ay Mingyu, deja de hacerte el tonto—el mayor de ambos se cruzó de brazos—Dejas que ese enano te maltrate a su antojo, solo golpéalo, seguro que con eso lo reinicias al nivel de que se volverá alto.

-Cheol, burlarse de las atribuciones físicas de alguien es feo...

-Y burlarse de sus atribuciones mentales también, ese gnomo de jardín te dijo raro.

-Sí pero...¿dices que sí soy raro?—Mingyu miró ofendido al mayor.

-Ese no es el punto, idiota.

-Ahora tú también me dices cosas feas—canturreó.

-Sí, pero porque soy tu amigo y sé que lo eres—le golpeó la parte de atrás de la cabeza con suavidad—Ya reacciona gran tonto, debes defenderte de él...además es raro ver como una hormiga intenta molestar a una jirafa...

-Ya veré qué hago, Cheol...no te preocupes—el castaño sonrió y acomodó su mochila en su espalda—Y ya debo ir a clases, nos vemos.

El mayor solo le hizo una seña para despedirse y lo dejó ir. La verdad Mingyu no debía ir a clases, de hecho, tenía toda esa hora libre. Por lo que decidió ir al salón de música -el cual estaba solo hasta al menos las 2 de la tarde- y comenzó a escribir algunas cosas, vivencias propias hechas historias de fantasía.

Pero en cuanto escuchó pasos aproximarse no encontró mejor cosa que hacer, que esconderse bajo el escritorio del profesor. Tenía bastante espacio allí, por lo que no estaba incómodo ni mucho menos, pero claro...era raro.

-Agh, maldito hijo de puta—fue lo primero que escuchó de una voz extrañamente familiar—De verdad me las pagará, encima que se queja cuando no tuvo que hacer nada y yo hice todo el trabajo solo—un golpe en una pared se hizo presente.

Definitivamente era Jihoon.

-Muy bien Jihoon, cálmate...no pasa nada, está todo bien—respiraciones profundas era todo lo que se escuchaba ahora.

Al menos hasta que Mingyu estornudó a causa del polvo acumulado ahí abajo, e incluido a los nervios que le generaban que el pelinegro se haya dado cuenta de su presencia, estaba que se golpeó la cabeza por su fuerte y repentina expulsión.

Entró en pánico y rápidamente se puso los audífonos para poder disimular, como si nunca hubiera escuchado a Jihoon entrar, y fingió estar escribiendo, al menos así era hasta que un enojado bajito se asomó a la mesa.

-Qué haces aquí.

-Oh, hola Jihoon...tanto tiempo—el castaño esbozó una sonrisa nerviosa—Y-yo...estaba escribiendo...sí, escribiendo bajo el escritorio del profesor.

-Sal de ahí...ahora.

-Claro, claro, si era justo lo que iba a hacer—al salir intentó evitar a toda costa estar muy cerca del contrario.

-Ahora vete.

-Eh...no—Jihoon se notaba confundido por la respuesta.

-¿No?

-No.

-Mingyu...no me hagas..—pero el menor lo interrumpió.

-Qué se supone que harás—oh sí, por primera vez lo estaba encarando—Claramente soy más alto y fuerte..

-Pero eres más tonto.

-Ajam, ¿y en qué te ayudará eso ahora?

-Que yo soy más listo y ágil, es lógico—una sonrisa burlona adornó la cara de Jihoon.

-Claro, pero no estamos debatiendo, según lo que tengo entendido quieres golpearme—ambos se miraron unos segundos—¿Por qué se supone que me molestas?

-Simple gusto, ¿algún problema?

-Sí, hay un problema y es que quiero que pares—Mingyu se iba acercando a medida que decía aquello.

-¿Y si no qué?

-Sí no, tendré que hacerte entender por las malas.

-Oh vamos Mingyu, esto no es un fanfic de Harry Styles donde me volveré bueno solo porque el protagonista tiene miedo...a mi no me importa esa mierda, además el protagonista jamás usa la fuerza bruta...

-Por desgracia para ti, jamás me he sentido como el protagonista—Mingyu tomó un brazo del menor y rápidamente lo giró para dejarlo en una especie de llave rara—Gracias por asumir que lo soy de todas formas.

El menor dejó al mayor pegado de cara a una pared, sin poder moverse, claro, aparte de los forcejeos.

-Di que no lo volverás a hacer—demandó.

-Sueña—ante la respuesta Mingyu hizo caer a Jihoon de rodillas, moviendo sus pies de forma rápida.

-Dilo.

-Está bien, está bien—se quejó entre dientes, aquella posición era más dolorosa—Pararé.

-Gracias—finalmente el castaño lo soltó y tomó sus cosas para poder irse—Y que tengas un lindo día, Honnie—le sonrió de forma amable y se fue.

-; ·˚ ༘♡ ·˚

-Vaya...ahora me siento mal por imaginar eso...—Mingyu cerró su libreta y se recostó abrazando una almohada—Se supone que el malo era él y terminé siendo yo...

El solo hecho de imaginarse golpeando al mayor le hacía sentir culpable.

Todos los caminos [GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora