[🌿; El Parque]

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Y como todas las tardes desde que inició el verano, Mingyu se encontraba sentado en el césped de aquel pequeño parque frente a su casa. No hacía mucho más, pues disfrutaba de recostarse ahí y ver el cielo mientras escuchaba música o incluso jugar con su hermanita pequeña si es que ella quería. Pero hoy se encontraba solo, su hermana había ido a la casa de una de sus amiguitas y extrañamente a nadie parecía apetecerle salir a derretirse.

No al menos hasta que él apareció.

El pequeño pelinegro salió de su casa, dirigiéndose hacia el parque con un balón de fútbol en sus manos, probablemente practicaría sus trucos otra vez.

El más bajo saludó a Mingyu y este lo hizo de vuelta con un movimiento de su mano derecha, de a poco su mente comenzó a divagar mientras lo veía dominar aquel balón.

~;✩‧₊˚

Jihoon seguía haciendo sus patadas raras mientras Mingyu volteaba su vista hacia él algunas veces, pero en un descuido del más bajo, combinado con una patada mal hecha, el balón fue directamente a parar a la cara del castaño, quien cayó hacia atrás por la intensidad del golpe y el susto repentino.

-Ay mierda, lo siento, de verdad lo siento—el mayor se agachó frente a Mingyu sin saber si era correcto tocarlo, pero haciendo el amago de querer hacerlo para cerciorarse de que el más alto estaba bien—¿Estás bien? ¿te dolió mucho?

Lentamente se levantó para quedar sentado y habló—Sí sí, no te preocupes, fue mayoritariamente el susto—comenzó a acariciar su rostro.

-Te quedó muy rojo...me siento culpable—el menor notó un puchero en los labios contrarios y sonrió enternecido.

-No te preocupes, de verdad—le tomó la mano agitándola de forma suave—Igualmente que me pondré un hielo, pero no es nada.

-Deja que yo te ayude, me sentiré mejor haciéndolo...

-Está bien, aunque de verdad no debes preocuparte tanto—ambos se levantaron—Pero, te lo agradezco, es lindo.

Jihoon tomó una mano de Mingyu y lo guió hasta su casa, donde lo hizo sentar en un sofá mientras él iba a buscar algo que estuviera congelado. El más alto se quedó contemplando las fotografías que adornaban la casa, mayoritariamente de Jihoon, sus padres y sus padres con él, pues el pelinegro era hijo único.

-Ya estoy aquí—habló el mayor subiendo hasta el rostro de Mingyu una bolsa de hielos envuelta en una pañoleta—Espero que no se te hinche...

-No creo...y si lo hace solo será un poco, estoy seguro—el castaño sonrió dejando entrever sus colmillos de vampiro, como él los llamaba.

Mingyu subió su mano hasta el hielo para sostenerlo él y no tener a Jihoon con su brazo estirado todo el tiempo, pero al tocar la mano del contrario notó como sus mejillas se enrojecían, lo cual fue bastante obvio teniendo en cuenta lo blanco que era el otro chico.

-Oh, lo siento—dijo retirando su mano lentamente.

-¡No!—sentenció el más bajo de forma abrupta, haciendo sorprender al castaño—E-es decir, no t-te preocupes—tomó la mano contraria y ambos sostuvieron la bolsita.

El más alto decidió controlar la situación y dejó el hielo a un lado, escuchando algunas quejas de Jihoon sobre qué debía tenerlo un rato más. Pero a él no le importó y se acomodó mejor para quedar frente al pelinegro.

-Jihoon...

El mencionado pasó saliva, se le veía nervioso de cierta forma—D-dime

-De verdad te agradezco mucho que hagas esto por mi...—tomó las manos contrarias apretándolas suave—Pero creo que ya debo irme.

Se levantó del sofá con el hielo en sus manos para poder dejarlo en la cocina y cuando se dirigía hacia allá sintió unos bracitos rodearlo por la espalda, a la vez que unas pequeñas manitos hacían un broche en su estómago.

Todo era parte de su plan

-No te vayas...—susurró una voz en su espalda.

-Pero esta es tu casa y ya estoy mejor, no te preocupes.

-No se trata del balonazo...

-¿Entonces de qué se trata?—Mingyu intentó voltear para verlo.

-De que me gustas...y tenerte aquí es asombroso...—finalmente soltó al más alto, quien no dudó en darse vuelta verlo—Debía decírtelo en algún momento y entiendo totalmente si quieres dejar de hablarme porque es raro, un chico que gusta de otro chico, seguramente a ti te gustan las chicas y esas cosas y yo-

El castaño decidió callarlo con un beso, el cual el más bajo no dudó en corresponder.

-También me gustas~—susurró Mingyu sobre los labios ajenos y sonrió—Aunque me des balonazos.

Escuchó un sonidito de queja por parte de Jihoon—Ahora me siento más culpable—un puchero adornó sus labios, por lo que el menor le robó un beso.

-Podrías compensarlo entonces...—Jihoon tomó la mano de Mingyu llevándolo nuevamente al sofá, donde lo sentó y luego de encender la televisión se sentó él.

-Veremos una película, escoge una—fue lo único que dijo el mayor para apoyarse casi completamente sobre el cuerpo contrario.

Mingyu no pudo evitar sonreír ante aquello y lo rodeó con uno de sus brazos mientras ponía una película. Y así fue como se quedaron toda esa tarde.

-; ·˚ ༘♡ ·˚

Y volviendo a la realidad, el castaño se hallaba en su casa, él solo se sostenía un hielo sobre una de sus mejillas.

Ojalá el balonazo hubiera sido solo parte de su imaginación...

Todos los caminos [GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora