[🌊; La Piscina]

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-Mingyuuuu.

-Qué quieres Hyunbin...—el chico sacó la almohada de su rostro para mirar a su hermanita.

-Los papás de Jihoon nos invitaron a que vayamos a su piscina y te necesito despierto para ir.

-¿Qué tengo que ver yo?

-Que mamá y papá podrán despreocuparse de mi si vas tú—la niña hizo un puchero—Porfis...por tu hermana favorita~

-Solo lo eres porque no tengo mas hermanos.

-Y por eso irás conmigo.

-No me queda de otra—recibió un abrazo por parte de su hermana y se levantó de la cama.

Hace mucho que no iba a una piscina, podría ser divertido, ¿no? Encima que el día estaba perfecto para eso, hacía tanto calor que Mingyu juraría que estaba empezando a derretirse.

~;✩‧₊˚

Ya estando en la casa de Jihoon comenzó a arrepentirse de haber aceptado. Pues había olvidado completamente que debes usar un traje de baño sin tu camiseta y volver a su casa -a pesar de ser la de al lado- ya no era una opción.

-Esto me pasa por ser flojo...—se dijo a sí mismo mientras se veía el torso desnudo en el espejo del baño.

Escuchó unos golpes desesperados a la puerta—Mingyuuuuu, ya sal~! Que quiero ir a la piscina.

-Ya voy Hyunbin, espérame un poco más—suspiró viéndose por última vez y salió.

Su hermanita rápidamente tomó su mano y lo llevó al patio de la casa, donde estaban los 4 padres conversando animadamente y Jihoon un poco más lejos con mil capas encima, bajo un quitasol, lentes de sol, un gorro y un ventilador de mano.

«Así es como se mantiene tan blanco...»

-Tú te lanzas primero para que cuando yo lo haga me atrapes, ¿okay?—Mingyu solo asintió.

-¿Puedes esperarme un poco más?—la niña se veía enojada—Luego jugaremos todo lo que quieras, hazme este favor.

En cuanto la niña accedió se acercó a Jihoon, no pudo saber si el chico lo miró de vuelta a causa de los lentes de sol, pero aún así le habló.

-¿No quieres entrar a la piscina con nosotros?

-La verdad me gustaría...pero...no lo sé, es raro.

-No quiero que mueras de calor aquí mientras nosotros usamos tu piscina—el menor soltó una risita—Vamos~ ve a ponerte tu traje de baño y entras con nosotros—tomó una mano del pelinegro para sacudirla suavemente y le sonrió.

-Tal vez luego, gracias—el mayor intentó sonreírle.

La verdad era que Jihoon estaba bastante inseguro de su cuerpo, se sentía tan blanco, flacucho y pequeño a comparación de los demás, que se la pasaba mil horas considerando en hacer ciertas cosas. Y aún más escuchando las conversaciones que tenían los adultos cerca suyo.

-Tú hijo es guapísimo—comentó la madre del mayor.

-Ya ves, moreno como la madre y musculoso como la madre—ambas mujeres rieron.

-¿Y de mi qué sacó?—cuestionó el padre de Mingyu dolido.

-La altura, cariño—ahora el señor se veía más dolido, el tono sarcástico de su esposa era desesperante.

Todos los caminos [GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora