HUNTERS and WOLFS

Capitulo 6 ''El chico de los ojos dorados''

Mi cabeza dolía, era como tener un jodido martillo golpeándola.

Abrí los ojos de golpe.

La primera cosa que note, fue que no me encontraba en una celda encadenada de pies a cabeza, eso era bueno, oh eso pensaba. El lugar era más bien como la habitación que cualquier adolescente querría.

Paredes de un tono morado bajo, un closet y tocador blanco al igual que los pequeños sofás, pantalla plana, una enorme ventana con puerta corrediza que te permitía salir fuera, una enorme cama, una puerta que estaba medio segura era un baño y piso alfombrado.

¿Qué mierda hago yo aquí?

Baje de un salto de la cama, sorprendida por el hecho de que era súper suave, y que la parte de la cabecera se encontraba decorada con un camino de mariposas blancas a pleno vuelo.

Mire a todos lados para asegurarme de estar sola y tome mis votas que se encontraban al pie de la cama, quite ambas dagas del tacón y me encamine a la puerta. La abrí con suma delicadeza y saque la cabeza. No me sorprendieron ambos chicos que vigilaban cada extremo del pasillo.

Al menos no eran tan estúpidos.

Suspire reconsiderando mis opciones.

Podría correr a toda velocidad al pasillo y lanzar una perla de acónito o simplemente correr y apuñalar a ambos.

La primera parecía la mejor opción, baje la vista solo para encontrar que ya no tenía mi pulsera.

Maldita y jodida mierda.

Bien. Sera la segunda opción.

Me apresure a correr a toda velocidad, ambos chicos se habían dado cuenta ahora. Lo primero que hice fue lanzarme contra el de la izquierda, ambos caímos al suelo, me encontraba en sima de él, una mano con garras fue lanzada casi en cámara lenta a mi cara, pero fui más rápida, pasando la daga en esta rebanando más de un dedo. Me puse de pie y patee su cara.

Sentí un rasguño en la espalda.

Hijo de...

Di media vuelta con la cara caliente de ira.

Frente a mí se encontraba el otro chico ya con colmillos y toda la cosa. En un movimiento ágil de mis piernas golpee su cara con mi pie, un crujido de su cuello se escuchó, bien, el chico se tambaleo un poco antes de caer al suelo muerto.

Mi cabello golpeo mi cara de lo rápido que voltee para seguir corriendo, pero me pare en seco antes de chocar con él.

-¿No tienes mejores cosas que hacer?- carraspee. Este chico era un dolor en el trasero.

-No realmente,- sonrió Seth, -Me encana joder a las chicas, sobre todo a las que no les gusto- me guiño, idiota.

-No tengo tiempo para ti- busque con los ojos para ver si habían más con el pero se encontraba solo. -Esta vez no te daré una oportunidad- recordé como antes le pedí que me dejara ir o lo mataría, al parecer no fue tan inteligente esta vez, porque se lanzó contra mí. Malditamente se lanzó contra mí. Lo esquive con dificultad, -Mal movimiento- esta vez yo me lance contra él, mi pierna golpeo su estómago y alce el brazo con la daga en mi mano, esta brillo en la tenue iluminación y se enterró en su pecho.

El chico gruño.

Sus ojos brillaron de un intenso dorado, diferente del de los otros.

Fue cuando lo reconocí.

Él era el chico de los ojos dorados. Era el que nos había estado vigilando aquella vez. El que tuvo que ver con la muerte de mi clan.

Arranque la daga de su pecho y lo lance en su cara, un corte fino y profundo apareció en su mejilla izquierda, hice lo mismo del otro lado. Su cara empezó a sangrar.