Capitulo 12 ¿¡Que haces tu aquí!?

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Había pasado un mes.

¡Un maldito mes!

Bueno en realidad era un mes y una semana.

¡Tenía un mes y una maldita semana en este lugar!

No había intentado escapar de nuevo. Porque eso sería realmente estúpido ya que este lugar estaba lleno de lobos.

¿Pero si lo consiguiera que haría? ¿Regresar a mi casa?

Sí, eso ya no era una opción.

Posiblemente mi abuelo me traspasaría la cabeza con un de sus flechas. Oh mi abuela enrollaría su látigo en mi cuello hasta asfixiarme.

Realmente los extrañaba a ellos y a Noah.

Pero también a mi clan.

Mi clan que ahora se encontraba muerto.

¿Al menos mi familia me estaría buscando, no?

Debieron empezar mi búsqueda en el momento en que no encontraron mi cuerpo descuartizado junto con el de mis primos.

Al menos eso es lo que yo pensaba.

¿Pero que estarían haciendo ellos?

¿Que estaría haciendo Noah?

-Hey- Seth toco mi brazo.

Sacudí mi cabeza empujando fuera aquellos pensamientos.

Ahora me encontraba aquí. Y lo haría siempre, oh hasta que cumpliera lo que me propuse.

Destruirlos a todos.

-¿Oye estas bien?- pregunto él.

Asentí al instante.

Seth me estaba enseñando como usar mis súper sentidos de chica lobo.

Sip, eso sonaba taaan feo.

-El oído- dijo el, -Solo tienes que concentrarte profundamente en los que quieres escuchar, es más fácil que sacar tus garras y eh visto que lo manejas con mucha facilidad, a pesar de ser una novata en esto-

-Bueno, las garras solo salen cuando estoy realmente enojada.- comente.

-Sí, eso pasa, solo que tienes que saber cuándo utilizar ese enojo para que puedas sacarlas sin esfuerzo alguno-

Fruncí el ceño, -Eso suena complicado, mejor sigamos con eso del oído-

-Muy bien- él se colocó al extremo de la habitación, lo suficientemente lejos para que yo no pudiera escuchar lo que decía.

Vi de lejos como el movía la boca, pero no podía escucharlo.

Trate de concentrarme en él, pero nada.

¡NADA!

Lo hice una vez más, nada sucedió.

Y así estuvimos casi por una hora hasta que decidí que de verdad quería poder escuchar lo que los otros decían. Eso sería demasiado útil, para algo, pero lo sería.

Me concentre en como el movía los labios y en los sonidos que salían de estos.

-¿Puedes oírme?- pregunto en un susurro.

Mis ojos se abrieron de golpe.

-Si puedes hacerlo, di algo-

-Puedo hacerlo- susurre de vuelta.

El sonrío con suficiencia, -Soy un buen y sexy maestro-

Alcé una ceja, -Dudo que lo de sexy fuera necesario-

HUNTERS and WOLFSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora