𓂀 ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟚 𓂀

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Sonic comenzó a sudar del nervio, sentía impotencia, demasiada. Algo le decía que el toro tenía algo que ver con aquel enmascarado que lo atacó en el callejón. Rápidamente se levantó presuroso y se dirigió a la salida.

El dragón al ver que el cobalto iba a salir de la casa, planeó rápidamente hacia el cobertizo para entrar en él y simular que se había quedado en el desde que lo había dejado.

Sonic entró con rapidez buscando al dragón hasta que lo encontró, fue con el rápido y lo abrazo, dejando con algo de confusión al dragón al recibir tal muestra de afecto.

Y es que Sonic tenía miedo, pensó que todo estaría bien, que sólo sería un secreto. Que resguardaría a ese dragón mientras se recuperaba para volver a casa, pero todo le estaba saliendo mal y en esos momentos, solamente quería un abrazo.

Pronto el dragón sintió dos presencias no muy lejos de ahí, la cual una de ellas era muy conocida para él pero la otra no tenía idea de quien fuera.

Un sonido interminable comenzó a sonar, el cobalto se dio cuenta que era su celular y al ver quien le estaba llamando respondió enseguida.

—Hola Silver.

Hola Sonic, voy a llegar un poco tarde, mi madre me pidió que le llevara unas flores del bosque y en estos momentos me encuentro en él buscándolas.

Al escuchar eso el dragón rápido se dirigió a la puerta del cobertizo, el cobalto al ver eso se mostró confundido ya que no sabía lo que el dragón le estaba queriendo decir. Nunca fue bueno en la mímica.

—Entiendo Silver, no te preocupes, aquí te espero —finalizó para colgar la llamada — no te entiendo, ¿quieres ir al bosque?

El dragón estaba impaciente y no duraría mucho, por lo que montó a Sonic en su lomo y salió rápido de ahí. Claro que Sonic gritó porque en el momento en el que salieron el dragón alzó el vuelo.

—¿¡Qué te pasa, estas loco, nos pueden ver!? —sus manos se apretaban contra la piel escamosa, todo para evitar caerse.

El dragón por querer escuchar más lo gritos del dragon cayó en picada, sacándole hasta el aire a Sonic, el cual por el susto acabaría desmayandose.

◽◾◽

El albino comenzaba a frustrarse, no encontraba en ningún lado del bosque las dichosas flores que quería su progenitora, y ciertamente no entendía porque las quería, al final estarían abandonadas y sin que nadie cuidara de ellas.

Cómo él.

Por mucho que caminara no encontraba nada, más que árboles y algunos arbustos con una que otra fruta, las cuales claramente no se daría el gusto de probar ya que posiblemente podrían ser venenosas.

Detrás de él escucho una rama romperse, sus orejitas se movieron en busca del origen o de lo que haya causado que aquella rama se rompiera.

Su vista se detuvo en un par de ojos que relucían en uno de los arbustos, se acercó a ellos para verlos de mas cerca, notando que estaban rasgados.

Y con eso, escuchó un gruñido y como los ojos se fruncían.

Se alejo de ahí rápidamente y corrió, miró por detrás de él y vio cómo un dragón salía de los arbustos y lo seguía en pleno vuelo. Tropezó pero rápidamente retomo la carrera, no lo podía creer, un dragón lo estaba persiguiendo, y probablemente él era su cena.

Su visión se volvió oscura y sintió un peso encima de él, estaba en las garras de aquel dragón. El dragón abrió su boca, mostrando el infierno que todo dragón contenía en un interior.

Silver gritó asustado y lágrimas comenzaron a resbalar por la comisura de sus ojos, hasta que de golpe aquel dragón ya no estaba encima de él, otro dragón estaba ahí y junto a él, estaba aquel erizo azul.

—¡Silver! —gritó su mejor amigo ayudándolo a levantarse.

El albino observó frente a ellos al dragón que venía junto a Sonic, el cual los estaba protegiendo del otro dragón.

Fueron tantas emociones que no pudo más y terminó por desmayarse en los brazos de Sonic.

Ambos dragones se habían calmado y volvieron su vista hacia el cobalto que mantenía al erizo albino en sus brazos.

—Ayúdame —pidió, pero en vez de acercarse su amigo, se acercó el otro.

El segundo dragón poseía unos ojos de un verde pálido, los cuales al oler con mejor oportunidad al erizo albino se dilataron, Sonic podía jurar que en sus ojos se mostraba lo arrepentido que estaba de haber actuado así.

Volteó a ver a su amigo reptil y éste solamente asintió, y si él confiaba en el dragón, él también lo haría.

Secreto ||Shadonic||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora