𓂀 ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟞 𓂀

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El cobalto veía maravillado todo el escenario, diferentes especies de dragones volando, algunas casas en las pequeñas plataformas de piedra que se encontraban ahí, y al fondo había un castillo, el cual relucía en toda esa isla.

—¿Este es-?

—Nuestro hogar —habló tranquilo el azabache, viendo encantado las facciones del cobalto.

Por otro lado, Silver también veía maravillado pero también un tanto curioso, jamás en lo que tenía de vida había visto algo igual a lo que sus ojos veían en ese momento.

Tantos dragones en un solo lugar, conviviendo como si fueran familia sin importar si eran de especies diferentes.

—Lo que darían los del pueblo por esto —murmuró Silver aún viendo todo.

—Por generaciones hemos estado escondidos aquí, protegemos a los nuestros y no arriesgamos a nuestros guerreros.

Mephiles silbó y pronto llegaron dos dragones de la misma especie, uno tenía cuatro alas junto a una cola algo larga, su cabeza tenía unos pequeños cuernos que sobresalían de ella y se le quedaba viendo fijamente al albino.

Mientras que el otro tenía sus colores más oscuros, y era hembra.

—Creí que los cambiantes no montaban dragones —dijo burlesco el albino.

—No lo solemos hacer, pero gente como los ancianos o los que ya no pueden volar más, necesitan un medio de transporte. En caso de emergencia —aclaró el veteado grisáceo mientras que acariciaba al dragón.

—Estos dragones son de nuestros padres, solo que ella —acarició a la hembra — es necesaria para Madre, Madre perdió un ala gracias a Teros, lo cual le impidió volver a volar y, Padre para no dejarla sola, decidió conseguir a una pareja de dragones aptos para ambos. Han pasado años desde eso, y se han mantenido leales a ellos, y ella nunca se separa de Madre cuando sale del castillo —habló el azabache con un semblante de tristeza.

Para Sonic, el que un dragón no pudiera volver a volar debía ser una tortura, ellos podían volar en libertad, y que les quitaran eso los volvía vulnerables. Si en el pueblo llegarán a ver un dragón derribado y sin poder volar; era un dragón muerto.

—Serán nuestros transportes al castillo, una forma de llegar más rápido, sin necesidad de que nosotros nos transformemos —se subió al macho para tenderle la mano al albino, el cual la tomó algo desconfiado y se subió detrás de él.

—¿Y dónde están las sillas de montar? —preguntó algo obvio.

—No las necesitamos, no estamos acostumbrados a esos actos mundanos.

Antes de que Silver le soltara un manotazo el dragón alzó el vuelo volviendo a asustarlo.

Sonic veía divertido como Mephiles hacia lo que fuera para escuchar los gritos de Silver, como si le encantará escucharlos y fuera su sonido favorito.

—Tu hermano es curioso.

—No, yo siento que le está empezando a atraer tu amigo y solo quiere impresionarlo.

—¿Es necesario ver a tus padres? —preguntó preocupado, la sola idea de conocer a los líderes de aquella isla le ponía sus púas de punta.

—Si Sonic, ahora estas en peligro, y ellos sabrán que hacer.

Con una mirada le dio a entender que subiera el primero al dragón, sonrió por su caballerosidad. Con su ayuda logró subir al dragón de enorme tamaño, el azabache se sentó detrás de él y con pequeños trotes el dragón comenzó a avanzar.

Y en vez de lanzarse, alzó el vuelo aún en el suelo, lo cual mostraba la diferencia de carácter.

Sonic veía aún más maravillado sus alrededores, desde la altura en la que se encontraba podía admirar aún muchísimo mejor las casas, las praderas, las cascadas que caían; todo.

Y en cambio Shadow, observaba encantado el rostro de su compañero. El cómo sus ojos brillaban de alegría al ver todo su hogar, algunos aldeanos los saludaban y ellos correspondían con un saludo.

—Todo este tiempo, siempre estuvieron escondidos.

—El mundo es cruel Sonic, le temen a lo desconocido. A la más extraña criatura la maltratan, sin siquiera conocer las verdaderas intenciones.

El cobalto bajó sus orejas apenado, puesto que el cambio de actitud del azabache reflejaba que no debió de haber dicho eso.

—Elfos, hadas, ninfas, sirenas, todos coexistimos en el mismo mundo. Pero con el paso del tiempo, nos dimos cuenta que los mobians jamás serán amables con nosotros, Padre logró salvar a los dragones salvajes, Teros y su gente los llevaron casi a la extinción por todo lo que decían de ellos, ahora ellos viven aquí escondidos del mundo exterior.

—¿Y planean hacerlo durante toda la vida?

—Me cuesta admitirlo, pero si queremos sobrevivir, debemos estar en las sombras. La única forma de estar a salvo, es permanecer oculto —dijo lo último con algo de molestia en su voz.

La idea de esconderse nunca le pareció grata, pero desde lo que le pasó a su madre, sabía que tenía que ser así.

—Ustedes son criaturas excepcionales, que no merecen estar ocultos, merecen estar disfrutando del mundo entero, como cualquiera.

—Ojalá y fuera así de fácil Sonic, pero mientras la gente nos siga viendo como nos ve actualmente; nunca avanzaremos.

Sonic suspiró cansado y se recostó en el pecho de Shadow, justo en aquella pelusita blanca. Al sentir el contacto de las espinas azuladas se tenso, pero no se quejo.

Shadow mostró una pequeña sonrisa y recostó su cabeza en la de Sonic, a la vez que ambos cerraban los ojos disfrutando del vuelo.

Mientras que el dragón volteó un poco su cabeza logrando ver aquella enternedora escena, sonrió y bajo un poco la velocidad para que siguieran disfrutando un poco más.

Secreto ||Shadonic||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora