Secreto ||Shadonic||

𓂀 ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟛𓂀

Black Doom caminaba mostrando su porte intimidante, Sonic y Shadow caminaban detrás de él, ambos se mantenían callados.

Solamente se escuchaban los sonidos de los dragones, uno que otro cambiante hablando. Subieron por una pequeña montaña en la cual había una cabaña en la punta, dándole vista a toda la isla junto al nido.

Al estar los tres en la cabaña, Black Doom tocó la puerta la cual inmediatamente al toque se abrió, entró primero y después ambos erizos. Sonic tenía un semblante de curiosidad, en aquella cabaña se encontraban diferentes tipos de mascaras, frascos con polvos de diferentes colores, y muchas cosas más.

Parecía que ahí vivía algún tipo de mago. El gran Infinite.

Escuchó pasos y pudo observar cómo alguien salía de las sombras, un chacal con máscara.

—Infinite.

—Un gusto verte Black Doom.

—Necesito resolver unas dudas.

—Ya sé a lo que vienes Black Doom, tu aura está tranquila, pero la de ese erizo —apuntó hacia el cobalto, el cual se puso nervioso — su aura está nerviosa, confundida; pero sobretodo, curiosa. El hijo de Zokar.

—¿Conoce a mi padre? —preguntó con un tono de voz quedo.

—Oh muchacho, lo conozco a la perfección.

El chacal comenzó a caminar y le hizo una seña para que los siguiera, los tres caminaban detrás del chacal hasta salir a la parte trasera de la cabaña la cual tenía un patio considerable.

—Escucha Sonic, tu padre fue alguien muy importante aquí en el nido —con sus manos comenzó a hacer movimientos y un humo de color rojo mostraba la figura del erizo mayor —. Él era el único mobian en el que confiábamos, nos lo demostró el día que rescato a la reina y la mantuvo con vida.

—Mi padre...

—Zokar salvo a la reina de una muerte segura, y con ello, confiamos en él y se le permitió visitar el nido de vez en cuando. Hasta que un día ya no volvió más.

—Él... Él fue asesinado, una flecha atravesó su corazón —mencionó a duras penas, pues recordar la muerte de su padre aún era difícil de llevar.

—Tengo la respuesta a ello, si estas dispuesto a saber que pasó realmente con la muerte de tu padre, puedes decirme y te lo diré con mucho gusto.

—Yo...

—Piénsalo bien Sonic, piensa bien si serás capaz de sobrellevarlo.

Sonic estaba indeciso, por un lado quería saber realmente si su padre fue asesinado o fue un accidente, pero por el otro no sabía si sería capaz de soportar la cruda realidad. Por su mente pasaron todos los recuerdos que tenía con su padre, en los cuales siempre mantenía una sonrisa, mostrando lo feliz que era estando con él, fue el mejor padre que pudo haber tenido, y que se lo arrebataran a tan corta edad lo destrozó.

Y ahora, estaba decidido.

—Quiero saberlo todo.

Infinite asintió y con el humo montó un escenario, el cual Sonic estaba estupefacto. Estaba en una parte del bosque de noche, se encontraba solo, Infinite y los demás habían desaparecido, sólo estaba él.

Caminó por unos segundos hasta que escuchó unas pisadas de alguien corriendo, rápido se acercó y vió a su padre agitado. En su pecho nacieron un mar de sentimientos, estaba feliz de verlo una vez más, pero sentía que eso no duraría mucho.

Escuchó cómo un dragón estaba en problemas, su padre corrió y él lo siguió, pudo observar como un toro de color marrón oscuro estaba a punto de matar a un dragón de no ser por su padre el cual forcejeo con él.

—¿¡Por qué, por qué te empeñas en defender a estas cosas!? —le preguntó furioso mientras hacía fuerza con tal de matar al dragón tendido en el suelo.

—¡No son cosas, son seres iguales a nosotros, con el propósito de vivir y no ser asesinados por alguien que cree que son una amenaza!

—¡Porque lo son, ellos nos matan, apenas nos ven y arremeten contra nosotros!

—¡Lo mismo que haces tú cuando los ves!

Al escuchar eso el toro peleó a puño limpio contra él, Sonic quería interferir pero sabía que eso era nada más un recuerdo, él en esos momentos era un simple fantasma expectante de un recuerdo del pasado.

Zokar logró noquear al toro y se acercó rápidamente con el dragón, el cual estaba débil.

—Necesito que haga un esfuerzo reina, manténgase despierta lo más que pueda, el rey ya viene con ayuda —acarició su cabeza con la necesidad de tranquilizarla, la herida en su estómago y lomo eran muy graves y ponían en riesgo la vida de la reina.

Unos minutos después llegó el rey en su forma de dragón y acarició su cabeza con la de la reina, preocupado por la vida de su amada. A su lado estaban dos pequeños dragones que estaban preocupados al igual que su padre por su madre.

Cómo pudo subió a su reina en su lomo con ayuda del erizo, ambas crías subieron al igual con su padre, queriendo estar cerca de su madre y brindarle algo de calor.

El dragón se quedó en espera de que el erizo subiera con él, pero antes de hacerlo ambos escucharon como una ballesta era cargada y disparada. El dragón lanzó una bola de fuego impactando contra el cuerpo del toro y la flecha, matándolo al instante.

Pero su mirada regresó al erizo quien vió como este se sacaba la flecha de su pecho, pronto comenzó a sangrar por la boca y cayó al suelo de forma brusca. El dragón rápido entró en pánico, pero en su lomo aún cargaba a su amada.

¿Qué debía hacer?

Zokar al ver al dragón confundido, con la poca fuerza que tenía, habló.

—Sálvala, yo ya no tengo posibilidad de sobrevivir, pero ella aún tiene esperanza, cumplí mi promesa...

El dragón estaba eternamente agradecido con ese erizo, salvó la vida de su amada dos veces. Agachó su cabeza en señal de respeto al ver como el erizo había dejado de respirar, ni toda la vida le alcanzaría para agradecerle.

El humo volvió a hacer acto de presencia y, nuevamente se encontraba en el jardín con Infinite, Shadow y Black Doom. Sus ojos estaban idos, parecía que estaba en un viaje, puesto que lo que había visto era algo imposible de creer.

Su padre sacrificó su vida para salvar a la madre de Shadow, para salvar a las criaturas que tanto amaba.

Su padre era un héroe.

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Ya era de noche y aún no podía creer lo que había visto, después de salir de la cabaña de Infinite quiso estar solo, necesitaba pensar.

Si su madre se enteraba, no sabría como reaccionar.

La extrañaba, quería verla, pero con todo lo que estaba pasando, era muy peligroso verla. No quería arriesgarse a perder a su madre, la única familia que le quedaba.

Escuchó pasos acercarse a él y cómo una figura albina se sentaba al lado de él.

—Veo que ya despertaste, y al parecer, no tienes buena cara.

—Me acabo de enterar de algo, y tengo muchos sentimientos encontrados. No sé qué hacer.

—¿Por qué lo dices?

—Mi padre murió sacrificándose por los dragones, y ahora estoy conviviendo con ellos. Lo admiro por eso pero, no se realmente que hacer ni qué pensar.

—Pues, eso demuestra lo mucho que tu padre admiraba a los dragones, a tal grado de sacrificarse por uno. Y si lo vemos por el lado bueno, tu padre era un justiciero. Y estoy seguro que él, se sacrificó por una justicia.

Al escuchar ello, se quedó pensando, Silver tenía razón. Solamente se quedó viendo al cielo nocturno, donde al verlo todo lo que pasaba a su alrededor desaparecía, y solamente eran él y sus pensamientos.