Secreto ||Shadonic||

𓂀 ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟟 𓂀

Coloco sus manos con la intención de protegerse, pero sabía que era inútil. La velocidad de una flecha era casi imposible de esquivar si no se detectaba antes de ser lanzada.

Pero no sintió nada.

Al abrir sus ojos observó un campo que lo protegía, aquel campo era de un color entre azul y verde, no podía descifrar cuál era. Lo habían salvado de la flecha, pero, ¿quién?

El campo se desvaneció y ahí lo pudo ver, a su querido albino.

Él lo había protegido.

Silver suspiró, pues había creado ese campo de protección con mucho esfuerzo. Nunca antes había logrado crear uno a la perfección, siempre sufría para hacerlo.

Y no entendía, como pudo lograr crear uno sin tanto esfuerzo, sólo para salvar a Mephiles.

—Salvarlo... —pensó el albino mientras analizaba la situación.

—¡Mephiles! —el azabache se apresuró a llegar con su hermano, asegurándose de que estuviera bien.

Y mientras los demás luchaban, Mephiles se pudo dar cuenta que varios ya estaban atacando a Silver, y este se defendía como podía. Desde elevarlos, lanzarlos contra los árboles, todo. Pero también pudo darse cuenta que se estaba cansando.

Se transformó en dragón y corrió para ayudar al albino.

Ambos se observaron, y con su mirada se apoyaron mutuamente.

Shadow observó cómo Sonic iba a ser atacado, al igual que su hermano, se transformó yendo hacia el cobalto, el cual al verlo se asustó pero sabía que el azabache no sería capaz de hacerle daño.

Hasta que escucho como una hoja de metal era alzada y volteó hacia atrás, dándose cuenta que estaba a punto de ser asesinado.

Pero el azabache se lanzó primero, protegiendo el cuerpo del cobalto con el suyo.

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Había pasado un buen rato y la pelea continuaba, la victoria estaba en dirección hacia el clan de Black Doom.

Pero Teros observaba todo desde una colina, no estaba satisfecho. Sobre todo por aquel erizo albino.

Protegía la espalda de todos con aquellos poderes, la telekinesis. Nunca creyó vivir para conocer a alguien con tan magnífico don, entonces lo supo.

Necesitaba a ese chico en su equipo, solo así lograría ganar. Dio la orden para que atacaran al chico y lo alejaran de los demás.

Pero el cobalto se pudo dar cuenta de su presencia, mientras ayudaba a los demás como podía también trataba de encontrar una manera de poder derrotar a Teros sin tener que perder a nadie.

Vio a Silver y de inmediato tuvo un plan.

—¡Silver!

El albino volteó a donde lo habían llamado y pudo ver al cobalto que le hacía señas para que fuera donde él, el albino dejó inconscientes a unos cuantos guerreros de Teros para ir en dirección del cobalto.

—Escucha tengo un plan para acabar por fin con Teros, pero necesito de tu ayuda.

—Cuenta conmigo.

Ambos empezaron a caminar tratando de pasar desapercibidos de los guerreros, e incluso de ambos azabaches.

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Ambos erizos ya estaban cerca de Teros, tenían su plan listo, no podían haber fallas.

Era hora de acabar con el linaje de Teros de una vez por todas.

Se acercaron en sigilo por detrás para tomarlo por sorpresa, pero el albino pudo ver una sonrisa por parte del toro, rápidamente al ver eso creo un escudo para proteger a ambos del ataque de un hacha por parte del toro.

—Vaya, vaya, entonces eres inteligente borrego.

El albino gruñó por el apodo que había decidido utilizar el toro para referirse a él.

—Debo admitir que tienes buenos reflejos, y también un buen don. Hace mucho que había escuchado sobre los desdichados que nacían con el don de la telekinesis. Lástima que alguien como tú no sepa usarlo como se debe.

Teros se percató que el escudo comenzaba a flaquear, Silver estaba perdiendo fuerzas.

—Ya veo, nunca has usado la telekinesis hasta hoy —comenzó a reír satisfecho —. Oh borrego, eso es muy malo. Poco a poco comenzarás a marearte, hasta desmayarte. Un buen portador de la telekinesis soportaría esto y mucho más, pero al parecer, tú nunca te interesaste en saber utilizarlo hasta ahora, que patético eres.

—Si antes no lo usaba, fue porque no tenía ningún motivo ni propósito, y ahora que lo tengo, ¡No dudaré en acabar contigo para proteger a quienes quiero y lo que quiero! —como pudo logró alejar al toro hasta estamparlo en un árbol.

Teros quedó aturdido por el golpe pero no duraría por mucho.

—¿Estas bien Silver? —el cobalto se apresuró a auxiliar al albino al ver como se había arrodillado por todo el esfuerzo que había implementado en ese ataque.

—No te preocupes por mí, terminemos con esto de una vez.

Se levantó con ayuda del cobalto, y ambos pudieron ver que Teros se había limpiado un poco de sangre que bajaba por su boca.

—Esto será divertido —dijo mientras sacaba otra hacha de su espalda y se colocaba en posición de combate.