Secreto ||Shadonic||

𓂀 ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟛 𓂀

Sonic estaba cerca de su hogar el cual estaba algo lejos del pueblo, se tuvo que detener haciendo que el dragón también se detuviera.

—Escucha, no puedes venir conmigo, a mi mamá le daría un infarto si te viera —dijo preocupado ya que no quería que nadie viera al dragón azabache.

El dragón solamente ladeó la cabeza.

—Lo mejor será que regreses a un lugar seguro donde no te puedan encontrar, ya que si lo hacen habrán graves problemas para ti.

El dragón dio una vuelta y se sentó, demostrando que no se movería ni se iría.

—Está bien, vamos al cobertizo, mi madre nunca entra y siempre me manda a mí por las cosas que están ahí.

Sonic comenzó a caminar con el dragón siguiéndolo. Al estar frente a la puerta del cobertizo, el cual estaba un poco alejado de su casa, la abrió y entró con el dragón detrás de él.

—Tendrás que estar aquí, pero por favor no hagas ningún ruido, te traeré algo de comida por la mañana, cuando regrese de la escuela y en la noche. De más rato te traeré algo de comer —dijo en la puerta del cobertizo.

El dragón recostó su cabeza en el suelo mientras observaba al cobalto retirarse de ahí. Suspiró, no podía revelar su secreto.

Aún no.

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Sonic se encontraba en la cocina preparándose algo de comer, nunca en su vida pensó en encontrarse un dragón de carne y hueso.

Sumándole a que antes pensaba que eso era una tontería, al parecer sus creencias de niño regresaban a su adolescencia.

Escuchó el teléfono de la sala y se dirigió a ella para responder, escuchando al instante la voz de su madre.

—¿Qué sucede mamá?, ¿no vendrás a cenar?, mamá es la tercera vez que no vienes a cenar. Sé que tú jefe es algo estricto y que necesitamos el dinero pero tienes que pensar en ti también, comes poco y casi no duermes. Sabes que el dinero que logró ganar con mis resultados va directo a ti para que no batalles tanto, escucha mamá; una vez que yo termine mis estudios tú te saldrás de trabajar para yo meterme a un trabajo, tú cuidaste y velaste por mí desde que papá falleció ahora déjame a mí cuidar de ti... Debo hacer tarea mamá, te veré mañana antes de irme a la escuela, te quiero mucho —al escuchar a su madre despedirse colgó mientras se recargaba en la pared.

Observó en uno de los muebles una foto donde estaban sus padres y él de bebé, una lágrima rodó por una de sus mejillas. Recordar el día en el que perdió a su padre era doloroso, fue un día que lo dejó marcado de por vida.

Se dirigió a una pequeña vitrina en la cual estaba una foto de él junto a su padre de pequeño, una de ambos padres y otra de los tres junto a unas flores y una veladora.

Acarició con la yema de sus manos la madera que decoraba aquella vitrina.

—Realmente me haces mucha falta papá, pero sé que estás en un mejor lugar —sonrió mientras sollozaba.