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Escuchar el tono del celular sonando, no me incomoda en lo más mínimo, es más si fuera posible desearía contestar y pasar un agradable rato con la chica que me está llamando, pero ante tal avalancha que se me viene encima no podía hacerlo..

Aún no me lo creía, pero no había marcha atrás y cuándo por fin el tono deja de escucharse. Cierro los ojos, ¿Qué demonios voy a hacer, si ese supuesto hermano hace cumplir ese testamento? Más bien ¿Por qué mi abuelo no sé aseguro de haber terminado en verdad con esa mujer? Pero ahora no servía de nada lamentarme, sólo podía rogar porque él viejo Hiruzen y los abogados trajeran buenas noticias.

Al abrir los ojos y ver los rayos de sol colarse por las ventanas, me doy cuenta de que ya había amanecido y es la primera noche que pasó desvelado y no precisamente por una mujer, más bien fue por problemas en mi vida. Al parecer mi buena suerte se había esfumado.

Si analizo las cosas, esa vida a la que estoy acostumbrado se puede ir a la mierda y entonces ¿Qué demonios voy a hacer? Nunca me había preocupado por terminar mi carrera, vaya creí que nunca trabajaría, total para eso es el dinero para contratar gente y ellos lo hicieran por ti. En verdad todo es tan ilógico, como es posible que un simple papel puede arruinar todo.

Aún no lo podía creer, pero ore como nunca lo había hecho a los dioses por tener una ligera esperanza y salir triunfante de esta locura. Al recargarme en el respaldo de la cama, soltando el aire contenido en mis pulmones..

—Madre ¿Cómo estarás? ¿Te respetaran esos desgraciados? — Y al estar por cerrar los ojos nuevamente, unos golpes en la puerta de la habitación me impiden hacer mi acción y al pedirles pasar..

—Naruto..

—¿Ya llegaron Ebisu?

—Sí..

—¿Cómo los viste? — Al verlo evadir la mirada..

—Pues..

—Con eso me has dicho todo— «definitivamente estoy jodido»

—Vamos Naruto no te desanimes, ellos siempre tienen cara seria ¿No?

Suspiro y niego con mi cabeza, es inevitable la derrota, pero no me queda más que afrontar las cosas, así que al mal paso, hay que darle prisa. Me levanto de la cama, en este momento ni siquiera un rico tazón de ramen me ayudaría y al avanzar hacia ese despacho seguido por Ebisu, al llegar entro y al responder el saludo que los abogados me brindan..

—Y bien ¿Qué averiguaron? — Al verlos mirarse entre sí, corrección estoy doblemente jodido.

[...]

—Perfecto, ahí estaré, nos vemos— terminó la llamada y al avanzar por ese lugar que conozco muy bien y un rico olor invade mis fosas nasales, al ver como la causante de ello mueve su rico trasero al acomodar cosas de un lado a otro, al acercarme a ella —pero que bien

—Perfecto, ahí estaré, nos vemos— terminó la llamada y al avanzar por ese lugar que conozco muy bien y un rico olor invade mis fosas nasales, al ver como la causante de ello mueve su rico trasero al acomodar cosas de un lado a otro, al acercarme a...

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You're My SoulmateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora