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Takemichi miraba el lugar donde se encontraba, en un edificio a medio derrumabarse, suspiro al ver que este trabajo era muy pesado y más cuando uno de sus amigos lo había comprado, solo era para hacer un edificio de departamentos, pero tenía una sola meta, ahí se iban reunir cuando tengan algo urgente, obviamente que hay otros lugares donde Chifuyu y él compraron para sus negocios, no eran tan fácil hacerlo más grande, pero algo que tenían que hacer, después de que se retiren sus hijos tomarán el mando.

Miró a su alrededor, pero le dió curiosidad ver una cabellera negra, se le acercó lentamente y vio que era una niña, la edad de sus hijos.

- Hola cariño - Se puso de cuclillas para ver mejor su rostro.

- ¿Quien eres? - La niña lo miro con enojo.

- Más bien la pregunta aquí es, ¿Qué haces tú aquí en te lugar? - no le había gustado como la niña le había hablado.

- No quiero estar en la casa, mi mamá solo me quiere porque el que se supone que es mi padre no quiere que me vaya con ella - La niña bajo la mirada con cierta tristeza.

- Ya veo - Takemichi miró el edificio y después miro a la niña, era una Omega, no le gustaba dejarla ahí sola y más con los peligros que hay ahora - Ven - La tomo de la muñeca y camianrin hacia la salida de ese terreno - vamos por algo de comer, de seguro debes de tener hambre.

- No lo conozco - Se soltó rápidamente - no se que me vaya hacer - lo miro con desconfianza.

- Soy Takemichi Hanagaki - sonrió con amabilidad - no te haré nada, sino ya te hubiera hecho algo desde el principio, te hubiera metido en el edificio y te hubiera matado o otra cosa - La niña se espanto - pero no lo hice, tengo hijos y se que aquí hay mucho peligro, soy Omega y como tal me preocupo por tí.

- Está bien - La chica suspiro - soy    Kiota, por ahora no quiero decir mi apellido.

- Bien, Kio-chan vamos por algo de comer - Takemichi camino seguido de la niña que por inercia lo tomo de su chaqueta.

Takemichi sonrió y acaricio su cabello, siguieron caminando para ir a ver un local de comida y aunque la niña estaba muy acostumbrada comer en restaurantes muy lujosos, este señor la llevaba en un local muy corriente a su parecer pero se sentía la calidez cuando entrabas.

- Pide lo que quieras - Takemichi se sentó enfrente de ella.

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- Será la primera vez que peleamos - Ami miraba con diversión a los demás.

- ¿Por qué traes tacones? - Shino miró con curiosidad a la chica rubia.

- Mi papi me enseñó andar en tacones, así puedo pelear - Se encogió de hombros - Mi papá también usa tacones.

- Ooookey - Shino miró a otro lado, ya estaban apunto de entrar en el terreno de la pelea.

- ¡Bien chicos! - Melissa grito - ¡Hoy es el día en el que vamos a pelear!¡Ganemos en el honor de The fallen domains!

- ¡The fallen domains! - todos gritaron, Shino estaba enfrente a su lado estaba Melissa, atrás de ellos estaban los capitanes y sub capitanes de la pandilla, Katsuki tenía la bandera de la pandilla.

Era hora de pelear con la otra pandilla, era momento de ser reconocidos en el mundo de la pandillas y lograrán ser los más fuertes. Los gemelos Hanagaki pondrían ser infantiles e inmaduros, pero realmente eran muy fuertes. Kei podría mostrarse tranquilo y desinteresado, pero era un salvaje en las peleas.

Todos los de ahí mostrarán su fuerza, y aunque ellos no sepan se parecían muchos a sus padres y estaban reuniendo los de la Antigua Tokyo Manji. Pero ellos no eran sus padres, ellos eran ellos e iban crear un mundo nuevo entre las pandillas.

- Vaya - Un tipo alto con un tatuaje en el cuello miraba a los chicos - Omegas, Betas y Alfas. Interesante, en un segundo vamos a derrotarlos.

- Eso ya veremos, no te emociones antes de pelear - Shino sonrió - Esto apenas comencé.

- ¡A la ataque! - Kei grito, todos fueron contra la otra pandilla, el más alto sonrió y se trono los dedos, iba pelear contra Shino.

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- No me importa si él está ocupado - Baji miró a la castaña con enojo, la mujer suspiro.

- Lo siento, pero él está ocupado - La mujer puso su vista en el computadora.

- Lui quiero que me des el reporte de la semana pasada y también dame el paquete que llegó ayer - Chifuyu salió sin  apartar la vista de unos papeles.

- Chifuyu - Baji le brillaron los ojos al ver al menor, el mencionado ni levanto la cabeza.

- Baji - susurro - Déjalo pasar, Lui yo me encargo. También haz lo que te pedí, por favor.

Chifuyu entro y Baji lo siguió y cerró la puerta. Chifuyu se sentó sin apartar la mirada de los papeles.

- Puedes dejar de ver eso - Baji lo miro con irritación.

- Un momento - Chifuyu frunció el ceño, tomos su pluma y firmo la hoja suspiro y levanto la cabeza y miró al peli negro - ¿Qué es lo que quiere? Apúrate que tengo mucho trabajo.

- Chifuyu quería hablar sobre lo que pasó hace años y...- No pudo seguir la conversación ya que la puerta fue abierta.

- Aquí está lo que pidió - la chica se adentro al despacho y dejo unos folders en el escritorio y una caja un poco grande.

- Gracias - Chifuyu sonrió - Puedes retirarte - la mujer asintió y salió - Una cosa Baji - miró al hombre enfrente suyo -si era a lo que venías, te tengo un cosa y es que no volveré contigo, tu tienes un hijo y yo estoy casado y tengo un hijo. Ya pasó años lo que pasó, terminamos hace años. Vive lo que tengas que vivir, solo déjame en paz.

- ¿Esposo?¿Hijo? - Baji abrió sus ojos muy grandes, Chifuyu lo ignoro y siguió con su trabajo.

No tenía que estar ahí discutiendo con él, con algo que ya pasó años, ya tenía hecho su vida y bueno mintió en algo solo para quitárselo de encima

Solo falta que no descubra su mentira.


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Hola, perdón por la tardanza, tenía muchas cosas que hacer. Pero aquí les dejo un capítulo.

¡Cachorros! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora